Por Juan Francisco Torres Landa R.* Es un hecho innegable que, en veinte, quince o quizá diez años, seremos testigos de nuevas tecnologías que hoy no podemos ni imaginar. Nuestros trabajos, empresas e incluso nuestro día a día serán diferentes a lo que ahora son. La innovación no sólo cambiará el presente, sino que marcará nuestro camino al futuro, modificando las operaciones de un sinfín de sectores clave, entre ellos, el entorno legal. Si reflexionamos un poco, tal vez quepa el preguntarnos: ¿por qué innovar? Afortunadamente, la respuesta, además de sencilla es casi intrínseca: para crecer, reinventarnos, y crear ideas, soluciones y productos cada vez más eficientes, efectivos y creativos. Y en ese sentido, ¿cómo podrían impactar las nuevas tecnologías en el sector legal? De acuerdo con la Sociedad Legal del Reino Unido, en unos años la innovación será parte del ADN corporativo de los principales proveedores de servicios jurídicos, previendo desde ahora la necesidad de evolucionar o incluso reinventar los procesos legales. Entre las que más impacto tendrán en el sector durante los próximos años se encuentran:
  • La automatización de procesos. Una de las consecuencias más conocidas y esperadas de la innovación tecnológica. Lo anterior, ya que, mediante la substitución de tareas hasta ahora desarrolladas por seres humanos, tanto despachos de abogados como empresas de diferentes sectores, eficientarán costos y ahorrarán tiempo, eliminando el “error humano” de la ecuación, y aumentando la productividad.
  • Inteligencia artificial y aprendizaje automático (machine learning). El aprendizaje automático, basado en una serie de algoritmos, probablemente se volverá un elemento importante para la preparación de datos y análisis predictivos. En este sentido, la automatización de datos no es nada nuevo, siendo que ya son muchos los despachos que utilizan esta tecnología. Sin embargo, ésta continuará evolucionando, y en no mucho tiempo permitirá la creación de contratos y otros documentos legales que previamente requerían el conocimiento o intervención de un equipo de abogados.
  • Asistentes virtuales y procesamiento de lenguajes naturales. Actualmente, los despachos de abogados ya utilizan software creado a base de inteligencia artificial para interactuar de forma más eficiente con los usuarios. Los asistentes virtuales, en muchos casos tienen el potencial de mejorar el servicio al cliente al tiempo que reducen costos; ayudando con preguntas frecuentes, dirigiendo a clientes potenciales al sitio web o incluso dirigiendo preguntas a las personas adecuadas en el despacho, ahorrando tiempo tanto de los clientes como del personal.
Por otro lado, el procesamiento de lenguajes naturales (natural language processing o NLP), será un elemento clave de los asistentes virtuales, ya que se refiere a la forma en que se agilizará y generalizará la comunicación entre personas y máquinas. Hablar sobre innovación tecnológica y de todas las herramientas que nos proporcionarán, nos obliga a hacer frente a una de las preguntas y preocupaciones más comunes: ¿Podría la inteligencia artificial substituir a los abogados? A pesar de los cambios disruptivos que se esperan en materia de innovación tecnológica en el sector durante los próximos años, el rol de un abogado difícilmente podría ser sustituido íntegramente por una máquina. Como ya dijimos antes, sí habrá un impacto en muchas tareas en que las máquinas se volverán más eficientes que los equipos de trabajo. En este sentido, debemos ver el lado bueno de la tecnología, y aprovechar todos los beneficios que ésta puede ofrecernos. Especialmente porque en México aún tenemos mucho por aprender cuando se trata de innovación tecnológica. Y entonces, ¿ya están listos para los cambios que traerá la tecnología a sus vidas y al sistema legal? Lo único seguro es que los cambios vienen y quienes no estén listos para tomar ventaja serán marginados y dejados atrás con pocas posibilidades de supervivencia ante la creciente competencia y sofisticación que se generará en los mercados legales de todos los países. *Juan Francisco Torres Landa R. es socio director de Hogan Lovells en México.   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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