Por Rafael Páez*   Taiichi Ohno, el creador del Sistema de Producción de Toyota, solía afirmar que su metodología fomentaba la creatividad y el libre pensamiento para que la gente buscara las maneras más sencillas de hacer sus labores en la planta, en lugar de centrarse en trabajar duro. Su sistema fundó las bases de lo que hoy conocemos como manufactura esbelta, el conjunto de herramientas que busca eliminar todo lo que no agrega valor a una compañía. Esta filosofía surgió después de la Segunda Guerra Mundial y desde entonces ha sido el santo grial de los fabricantes globales. Sin embargo, de unos años a la fecha, una nueva tendencia acapara la atención de las empresas manufactureras: la Industria 4.0, que se refiere a la interacción de sistemas ciber-físicos en planta, la generación y transmisión de grandes cantidades de datos digitales en tiempo real, y la posibilidad de añadir capacidades de analítica predictiva en las operaciones. Una operación 4.0 se caracteriza por máquinas habilitadas con IoT, operadores altamente especializados, acompañados de herramientas digitales para optimizar procesos o crear productos inteligentes. La pregunta es si la Industria 4.0 y la manufactura esbelta pueden coexistir en un ambiente industrial. Desde nuestra experiencia, las empresas que emprendieron el camino de la manufactura esbelta tienen la oportunidad ideal de capitalizar sus esfuerzos a través de la explotación de los datos digitales porque, en esencia, ambas tendencias buscan lo mismo: reducir los desperdicios, aumentar la productividad, crear sistemas de producción flexibles e inteligentes que atiendan una demanda de productos altamente personalizada. Perfecto, solo hay que integrarlas de forma inteligente. Es una legítima aspiración, pero hay un problema -“Nuestro plan estratégico es migrar todas nuestras plantas a Industria 4.0 para 2025”, me dijo un empresario del sector calzado. -“Muy bien. ¿Y eso qué quiere decir?” -“No sé, pero vamos hacia allá” Lo anterior muestra que un primer problema al que se enfrentan los industriales es la desconexión entre lo que quieren y lo que tienen, me dice Jaime Ortega, socio en CDMX de Exertus Consulting, una firma de consultoría en diseño e implementación de estrategia operativa. “Muchas veces la eficiencia operativa no es la mejor y eso se traduce en el incumplimiento de objetivos. ¿Por qué? Carecen de herramientas para elevar la productividad, tienen poca información confiable sobre lo que sucede en piso, no hay equipos de alto desempeño identificando problemas y buscando soluciones”, agrega. Sin esta base, cualquier intento de echar a andar un proyecto de Industria 4.0 será desastroso. Las tecnologías emergentes no son para todas las empresas. Y sucede lo mismo con las 35 herramientas de manufactura esbelta. “Combinar expertise en excelencia operativa e Industria 4.0 les permite a las empresas industriales identificar las herramientas que mejor funcionan para ellas”, señala Jaime Ortega. Y agrega: “También es esencial definir el mejor método para construir las capacidades de recursos humanos ideales, así como la información estratégica de cada proceso”. Muchas empresas tienen información general de la planta, pero poco detalle de líneas de producción y estaciones de trabajo. Recuerda: no puedes mejorar lo que no mides. Dos casos de uso para entenderlo Uno de los retos para integrar prácticas Lean con industria 4.0 es identificar los casos de uso y las tecnologías que realmente van a agregar valor al negocio. Uno de nuestro clientes tiene procesos manuales que le impiden medir la diponibilidad de equipos, que es una variable dentro de la Eficiencia Global del Equipo (OEE, por sus sigls en inglés). Medir esto es clave para saber cuánto se optimizan los procesos al implementar mejoras operativas. ¿Cómo lo resolvimos? Con una solución de IoT que implicó instalar sensores en equipos para habilitar una red. Nuestro cliente se dio cuenta que tener variables en tiempo real agrega mucho valor a su negocio. “La combinación de capacidades de manufactura esbelta con Industria 4.0 te permite, en primer lugar, identificar problemas en tu proceso, para luego incorporar la tecnología ideal para atacarlos”, reflexiona Jaime Ortega. ¿Cómo logro tener la información idónea, al mayor de detalle, y que sea confiable? Todo mundo quiere probar tecnologías glamurosas, pero pocas empresas tienen datos confiables. El otro reto es tener disciplina operativa. Por ejemplo, antes de construir una solución de mantenimiento predictivo necesitas un histórico de datos, pero para generarlos requieres rutinas de mantenimiento, capacitar a la gente, generar la información de tiempos muertos y de reparación, etcétera. Es decir, hay mucho que madurar en información y prácticas operativas, procesos y herramientas de manufactura, antes de migrar a un proyecto de Industria 4.0. Taiichi Ohno tenía una frase contundente: “Por supuesto, los datos son importantes en la fabricación, pero pongo mayor énfasis en los hechos”. Eso fue hace varias décadas. Hoy en día, si haces las cosas de forma correcta, puedes tener ambos.   *Cofundador y director ejecutivo de Gesta Labs, estudio de innovación y venture builder.   Contacto: Correo: [email protected] Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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