Por: Brian Requarth 

Tras salir de las oficinas de a16z en San Francisco, llamé desde el estacionamiento a una de mis cofundadoras de Latitud, Gina Gotthilf. Le pregunté si deberíamos asociarnos con a16z. Confundida respondió: “Por supuesto, me encantaría… pero ¿crees que exista la posibilidad?”

La reunión tuvo lugar un viernes por la mañana y por la noche ya teníamos cerrados los términos del acuerdo. La emoción que sentimos es indescriptible, pues  a16z es uno de los VC más destacados del mundo, aunque es importante mencionar que para lograr esto hubo un proceso muy intencionado de recaudación de fondos.

Desperté el sábado reflexionando sobre mi trayectoria como fundador. Me transporté al pasado y recordé lo difícil que fue levantar fondos para VivaReal, mi empresa anterior. Estábamos en plena recesión económica, por lo que me enfrenté a una etapa de mucha ansiedad. Estos recuerdos me incentivaron a compartir la ruta que seguimos para bajar nuestra ronda inicial en Latitud.

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Parte 1: ¿Cómo bajamos nuestra primera inversión?

Sabemos que construir una startup en América Latina no es cosa fácil. Con la afluencia de capital y el aumento de grandes fundadores creando empresas ambiciosas, todo el ecosistema está siendo sometido a una prueba de estrés. Necesitamos construir grandes “supervías” para que el recorrido del emprendedor sea menos acidentado.

Es justo por y para esto que nace Latitud. Estamos construyendo una gran infraestructura y comunidad para elevar la próxima generación de emprendedores que están resolviendo los mayores desafíos en América Latina. 

Con este objetivo, levantamos una ronda semilla en dos etapas. La primera etapa constó de 11.5M$ y fue liderada por a16z y NfX con la participación de algunos fundadores de unicornios y VCs complementarios. En la segunda etapa, levantamos 1.5M$ con el objetivo de sumar a nuestra comunidad y otros fundadores a la ronda. 

¿Cómo lo logramos? Te comparto 3 momentos que fueron determinantes:

Las bases del acuerdo: en diciembre de 2021, decidimos que lo tradicional no era para nosotros. Así que en vez de hacer un pitch deck, escribimos un memo sobre lo que estamos construyendo sumando las contribuciones de todo el equipo.

Una selección con pinzas: nuestra reputación y nuestro afán por construir en público terminó ahorrándonos toneladas de tiempo y esfuerzo. Fue de hecho, lo que nos permitió elegir con quién asociarnos y decidir con cautela a quién subir abordo. 

Por un lado, yo vendí la empresa que tenía hace tiempo por más de US$500 millones. Gina llevó a Duolingo de 3 millones a 200 millones de usuarios, presentando el proyecto al entonces presidente Obama. Y nuestro cofundador y CTO, Yuri Danilchenko, dirigió un equipo de ingeniería respaldado por los principales inversionistas de la región. 

Con todo esto a nuestro favor, nos avocamos a identificar a los mejores socios. Estábamos en una posición privilegiada ya que yo podía seguir financiando el negocio hasta encontrar al socio correcto.

Empezamos por enumerar las cualidades que más valorábamos y asignamos un multiplicador a cada una para poder priorizarlas. Después hicimos un ranking de cada criterio para obtener resultados objetivos.

Te comparto los criterios que definimos y un ejemplo de cómo impactó el ejercicio en uno de nuestros principales inversionistas.

*La puntuación más baja se debió principalmente a que no habíamos pasado mucho tiempo con el equipo de a16z. 

Las conversaciones: Una vez que identificamos con quién queríamos trabajar, llegó el momento de abrir una conversación franca y transparente sobre las condiciones y expectativas. Algunos de los puntos más relevantes fueron:

Paciencia y plazos: Nuestra visión es tan grande, que puede llevar más tiempo que la mayoría de las empresas en las que invierten.

Confianza y apertura para compartir los retos y dificultades.

Claridad sobre cómo podían ayudarnos: queríamos asegurarnos de que podían aportar un valor real.

Apoyo para sumar a varios socios: desde el inicio compartí que quería involucrar a varios inversionistas.

Parte 2: Nuestro foco en la comunidad

No hay ninguna versión de nuestro proceso de recaudación de fondos en la que la comunidad no haya desempeñado un papel importante para obtener la credibilidad necesaria, por lo que consideramos que era impresindible asignar una parte de nuestra ronda (1.5M$ ) a los fundadores, mentores y ángeles inversionistas de nuestra red.

Para involucrar a todo el ecosistema, lanzamos un streaming en vivo en la plataforma Stonks. Hubo 1,200 asistentes y 400 de ellos pidieron ser inversionistas. Tuvimos que filtrar las solicitudes, seleccionando a quienes comparten nuestra visión y pueden ampliarla. Fue así como acabamos incorporando a más de 100 fundadores y ángeles inversionistas.

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Contacto:

Brian Requarth, emprendedor serial y cofundador de Latitud. Su libro Viva The Entrepreneur llegó a ser el #1 en Amazon en su categoría. 

@brianrequarth

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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