Las políticas públicas para promover la competitividad deben contemplar la transparencia, la regulación del mercado, las leyes laborales, el acceso al capital y las leyes comerciales.
  La competitividad se puede definir de manera sencilla como la capacidad o características de las organizaciones para competir con sus contrapartes en los mercados nacionales e internacionales. Tiene mucho que ver con la productividad de las empresas, las finanzas, los procesos, la mano de obra, la calidad  y el mercado en la que las empresas desarrollan sus productos. Pero cuando hablamos de la competitividad a nivel nacional y de cómo promoverla en las empresas mexicanas, no sólo para mejorar el mercado interno sino para poder competir a nivel global, se convierte en un asunto mucho más complicado ya que la elaboración de políticas públicas para la mejora de la competitividad necesita tomar en cuenta cinco factores que, a su vez, son muy complicados: la transparencia, la regulación del mercado, las leyes laborales, el acceso al capital y las leyes comerciales. En nuestro país es necesario empezar a mejorar la regulación en estos cinco factores, ya que según datos del Estudio Doing Bussines 2013 del Banco Mundial, a pesar de los reportes positivos sobre la facilidad de abrir un negocio existen otros en dónde es necesario mejorar tales como abatir la corrupción, mejorar los indicadores de transparencia, mejorar la información pública para los ciudadanos, disminuir los costos de conflictos y disputas, el registro de la propiedad, promover la innovación en todos los niveles y crear esquemas financieros de apoyo, mejorar las prácticas comerciales, mejorar el acceso a créditos sobre todo para las Pymes, entre otras. Ahora el gobierno de Peña Nieto está buscando desarrollar estrategias que permitan mejorar la competitividad y la productividad, la buena noticia es que por primera vez se ha atacado el problema de manera integral; por una parte, con la Reforma Financiera se quieren atacar algunos de los problemas de financiamiento y ciertas lagunas en leyes comerciales. Por otra parte, con el Instituto del Emprendedor se trata de promover el crecimiento de las Pymes, en dónde deberán tener especial cuidado en buscar incorporar a la mujer y con la Reforma Laboral se cubren otros aspectos que complementan y dimensionan el problema. Faltará cerrar la pinza con los aspectos de transparencia en las  dependencias del sector y con la revisión de algunas leyes comerciales. De igual manera, deberían de revisar el fundamento de la Procuraduría Federal del Consumidor para saber si sigue con los mismos programas o, en el entorno del cambio del mercado, se le incorporan nuevas funciones o se le cambia la óptica. Otro de los aspectos que se deberá de cuidar en todo este esfuerzo, y que se convierte en una gran reto, es la capacitación a las empresas y los entrepreneurs que de alguna manera  al estar al frente de sus empresas y del mercado, se dan cuenta más pronto de las necesidades, frenos y barreras para poder crecer que las mismas autoridades. Sin embargo va a ser necesario hacer un gran trabajo de difusión y convencimiento. Hoy se instala el Comité Nacional de Productividad, a cargo de la Secretaria del Trabajo, esperemos ver cuál será el plan y como se irá coordinando para que el mercado pueda desarrollarse y la competitividad genere un mejor escenario para el país.   Contacto: Mail: [email protected] Twitter: @Marcovherrera

 

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