Las contingencias naturales dejan una gran cantidad de daños a su paso. Los edificios comerciales deben tener una forma rápida, segura y eficaz de volver al negocio lo antes posible.     Por Jaime Jiménez   Los huracanes Cristina y Amanda, así como la tormenta tropical Boris –primeros huracanes de la temporada– dejaron una estela de destrucción en varias zonas de la República Mexicana. Además de los problemas ocasionados por las tormentas, entre las que se cuentan decesos y cerca de 1.7 millones de damnificados –de acuerdo con cifras oficiales–, las pérdidas económicas y las afectaciones en infraestructura y edificios de servicios turísticos ha sido severos. Después del paso de la tormenta, propietarios y operadores de miles de edificios comerciales –incluyendo oficinas, escuelas, hospitales, aeropuertos, centros comerciales y fábricas– se enfrentan a la tarea de limpieza y reparación. Ellos necesitan poner a trabajar sus edificios rápidamente, pero también tienen que asegurarse de que se está restaurando un ambiente interior más seguro, saludable y confortable para los ocupantes del edificio y visitantes. Esto ayuda a reactivar la economía local de manera eficiente, y minimizar el impacto a los habitantes que sufren contingencias. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) prevé que durante 2014 el país se vea afectado por 25 ciclones. Para el Pacífico suman 15: cinco tormentas tropicales y 10 huracanes, de los cuales se prevén intensos de categorías 3, 4 y 5. En el Atlántico suman 10: tres tormentas tropicales y siete huracanes, dos de éstos de categorías 3, 4 y 5. Este escenario presenta enormes retos para el sector turístico a fin de afrontar este periodo de tempestad. Aquí algunos consejos para que dueños y operadores de edificios afectados por las contingencias ambientales implementen un plan de recuperación que les asegure la continuidad de su negocio, desde un enfoque centrado en sus instalaciones:   Obtén ayuda para evaluar la situación. La limpieza después de un huracán es una tarea monumental, por lo que la mayoría de los administradores de edificios optan por trabajar con expertos en recuperación, para asegurarse de que el trabajo esté bien hecho. Asegúrate de que un proveedor calificado de servicios de sistemas de aire acondicionado, calefacción y ventilación (HVAC) sea contratado para evaluar y tratar cualquier daño al sistema HVAC y que utilice procesos aprobados por el fabricante para poner de nuevo en servicio el sistema. Los administradores de edificios mejor preparados son aquellos que han trabajado con un proveedor de servicios para desarrollar un plan de contingencia integral.   Servicio después de la contingencia. Las actuales tormentas inundaron los sótanos, salas de máquinas e instalaciones de muchos edificios comerciales, sumergiendo los sistemas de HVAC y subsistemas, tales como los sistemas de refrigeración de agua, unidades de refrigeración, hornos y tratamiento de aire. Como resultado, los sistemas HVAC pueden ser dañados o contaminados con suciedad, desechos y microorganismos. Como mínimo, el sistema de climatización debe ser minuciosamente inspeccionado, limpiado y desinfectado por un técnico calificado, y cuanto antes lo hagan será mejor. Los sistemas de HVAC que están expuestos a la humedad, la suciedad y los residuos durante un periodo prolongado son más propensos a oxidarse o generar bacterias, moho u hongos. Como resultado de ello, por lo general toma más tiempo y cuesta más hacer que estos sistemas sean operativos de nuevo. La limpieza y reparación deben ser manejadas por técnicos con experiencia. Ellos retirarán y desecharán los aislamientos y filtros contaminados, limpiarán la suciedad y los escombros, desinfectarán los componentes expuestos, y solucionarán problemas del sistema para determinar si las piezas o componentes deben ser reemplazados. La disponibilidad inmediata de refacciones y piezas certificadas es una ventaja de trabajar con un fabricante de equipos originales (OEM) con una red de distribución bien desarrollada. También existen importantes ventajas de trabajar con un OEM si los componentes del sistema HVAC están dañados de forma irreparable o si el costo de la reparación supera el costo de reemplazo. Un buen equipo puede ayudar a los propietarios de edificios y operadores a considerar todas sus opciones y tomar decisiones que no sólo pongan su edificio de nuevo en marcha de forma rápida y eficiente, sino que mejore el desempeño, reduzca la huella ambiental y pague por sí mismo los costos con ahorros de energía y funcionamiento a la larga.   Considera el uso temporal de equipos. Para algunos operadores de edificios, la recuperación de huracanes e inundaciones puede implicar el uso de equipos de climatización temporal. Por ejemplo, las unidades de deshumidificación portátiles pueden ser muy eficaces en la eliminación de la humedad de las zonas inundadas para minimizar el daño y reducir las posibilidades de una mayor contaminación por mohos y otros microorganismos. De igual manera, la renta de equipos HVAC puede ayudar a mantener la continuidad del negocio en caso de requerir reparaciones tardadas o si se tienen recuperaciones de áreas escalonadas.   Revisa el plan de contingencia. A raíz de un desastre, para los operadores o dueños es difícil mirar más allá de la prioridad inmediata de tener su edificio de nuevo en funcionamiento, volver a ocuparlo y regresar las cosas a la normalidad. Sin embargo, estas contingencias son un recordatorio de la importancia de contar con un plan de recuperación de desastres eficaz y un plan de reanudación de negocios que incluye la energía y climatización. Ese plan puede ayudar a una organización a reducir los riesgos financieros, proteger la salud y la seguridad de los ocupantes del edificio, y proporcionar tranquilidad a la organización y sus grupos de interés.   5 medidas esenciales para prevenir crisis Las empresas deben contar con planes de contingencia para controlar las consecuencias de los desastres naturales y las fallas de los sistemas que podrían afectar las operaciones y la capacidad de la organización para mantener la productividad en momentos de crisis. Es por esto que Trane aconseja cinco puntos esenciales para crear un plan de contingencia:  
  • Evalúa el impacto financiero, operacional y en productividad en caso de producirse una interrupción en la energía eléctrica o el servicio de aire acondicionado. Los proveedores de servicios de contingencia con experiencia pueden ayudarte a estimar los costos verdaderos de tiempo de inactividad, que van mucho más allá de las costosas reparaciones de los sistemas en un momento de crisis.
  • Identifica causas potenciales de fallo del sistema. Incluidos desastres naturales, cortes de energía, fallas de equipos o incluso sabotaje. Clasifícalas con base en su probable potencial de interrumpir las operaciones y costo financiero.
  • Establece una comisión de auditoría para los sistemas críticos. Muchas empresas se pueden ayudar de un experto externo para realizar su auditoría.
  • Identifica las áreas críticas dentro de la empresa. Éstas deberán contar con sistemas de respaldo e instalaciones adicionales para conectar equipos temporales, haciendo patente la necesidad de contar siempre con sistemas activos y funcionales.
  • Identifica a un proveedor confiable de sistemas de aire acondicionado. Debe cubrir la parte de venta, instalación, servicio y renta de equipos temporales.
  Incorporando estas sencillas soluciones, la productividad, confort interno, seguridad del personal y los clientes no tendrán problemas insalvables en el corto plazo.   Jaime Jiménez es director general de Trane México.     Contacto: Páginas web: Ingersoll Rand / Trane     Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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