Todos nosotros, desde usuarios individuales hasta las grandes organizaciones o gobiernos, deberíamos poder proteger lo que más valoramos, ya sea nuestra privacidad, familia, finanzas, clientes, el éxito empresarial, datos sensibles o la infraestructura crítica. Sin embargo, cuando las sociedades, organizaciones, gobiernos o individuos basan su vida y bienestar en productos de TI e infraestructuras digitales, todos enfrentamos una pregunta crítica: ¿cómo elegir un producto o proveedor en el que se pueda confiar?
La industria de la seguridad de TI a veces se percibe como una en la que los negocios se mezclan con demasiada frecuencia con la política global. Algunos observadores, incluyéndome a mí, creemos que se dirige hacia la “balcanización”. No creo que esta sea la forma en que nuestra industria debería operar en absoluto, especialmente porque tenemos una misión global muy importante.
El mundo moderno tiene una dependencia creciente de las Tecnologías de la Información y los sistemas informáticos. Este mismo artículo se escribió utilizando una computadora y un procesador de texto, un software que consta de millones de líneas de código. Si usted posee un automóvil, éste fue diseñado, fabricado y vendido con el uso sustancial de varios sistemas de TI. La infraestructura crítica, incluidas las redes eléctricas y de transporte, dependen en gran medida de la TI. Una parte cada vez mayor de la economía mundial depende fundamentalmente de Internet. Si de repente se produjera algún tipo de interrupción global de la Tecnología de la Información, el mundo se enfrentaría a una catástrofe tecnológica sin precedentes y a una colosal crisis económica.
Dado que la industria de TI se ha vuelto sumamente importante para el mundo, el papel de la seguridad de TI se ha vuelto doblemente substancial. Sin embargo, la industria de la ciberseguridad se enfrenta a una serie de desafíos, incluida la desconfianza. Por tanto, si bien la confianza es la base de cualquier relación humana, es la clave de nuestra seguridad. Y para la ciberseguridad, la transparencia y la confianza son aún más importantes.
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Como empresa, comenzamos a abordar esto de frente a través de nuestra Iniciativa Global de Transparencia, que lanzamos hace tres años. Esta refleja nuestro compromiso de asegurar la total confiabilidad de nuestros productos. Hemos abierto nuestro código fuente para revisión independiente, sometiéndonos a una serie de evaluaciones por terceros, incluida la auditoría SOC2 por una empresa externa de las llamadas “Big Four”. También adaptamos la forma en que desarrollamos productos, actualizaciones de software y reglas de detección de amenazas, y modificamos cómo y dónde procesamos los datos de nuestros numerosos usuarios en todo el mundo, obteniendo la certificación ISO27001 para nuestros servicios de datos.
Hace unas semanas, también anunciamos la finalización de los principales hitos de la Iniciativa Global de Transparencia, al trasladar las actividades de almacenamiento y procesamiento de datos a Suiza, y al abrir el quinto Centro de Transparencia de la compañía en Norteamérica, uniéndonos a los que ya están en operación en Zurich, Madrid, Kuala Lumpur y São Paulo.
Como una persona dedicada a la seguridad de TI con una trayectoria de 28 años en el negocio, sé que la confianza es algo que no se puede comprar o ganar; solo se puede obtener con trabajo arduo, productos superiores, excelente servicio y consistencia inquebrantable durante muchos años. Así es como hemos podido colaborar con organizaciones globales como Interpol, Europol, la Policía de la Ciudad de Londres, la Unidad Nacional de Delitos de Alta Tecnología del Cuerpo de Policía Nacional de los Países Bajos y la Unidad de Delitos Digitales de Microsoft, así como los Equipos de Respuesta a Emergencias Informáticas (CERT) y muchas otras autoridades policiales de todo el mundo.
A medida que nosotros, como empresa, continuamos priorizando la transparencia y la responsabilidad, y mejorando la seguridad de los productos de software modernos para fomentar aún más la confianza del consumidor, invito a la comunidad de ciberseguridad en general y a las partes interesadas, a validar y verificar la confiabilidad de sus productos, procesos internos y operaciones de negocios. Esta es la única forma de que la industria se desarrolle como un organismo sano, resista la “balcanización” y lleve a cabo nuestro objetivo común de hacer que el mundo cibernético sea seguro para todos. La ciberseguridad no solo lo requiere, depende de ello.
Contacto:
Eugene es un experto en ciberseguridad de renombre mundial y empresario. Es cofundador y Director General de Kaspersky, proveedor privado de soluciones de ciberseguridad y protección de endpoints más grande del mundo que trabaja, entre otros con la INTERPOL y Europol en temas contra el cibercrimen. *
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.
