A pesar de la entrada en vigor de la Norma Oficial Mexicana 051 que establece el etiquetado frontal para alimentos y bebidas para advertir al consumidor sobre los riesgos a la salud de diversos productos por su alto contenido en azúcares y grasas saturadas, Ferrero de México pudo duplicar sus ventas en los últimos tres años al pasar de 5 mil millones de pesos (mdp) a poco más de 9 mil mdp.
“Para nosotros, Ferrero de México, en los últimos tres años, en algunos casos, multiplicamos por dos algunos productos, en algunos otros el 50%. Estamos llegando de una realidad de 5 mil 500 millones de pesos de venta hoy a 9 mil 500 millones de pesos, casi estamos duplicando nuestra venta en los últimos tres años”, destacó Paolo Carnero, director general de Ferrero para México y Centroamérica.
Cuestionado sobre los efectos en sus ventas por el etiquetado frontal, sostuvo que no existen alimentos buenos o malos, por lo que ante la obesidad, al ser un problema multifactorial, tanto el gobierno como las empresas deberían buscar soluciones eficaces para atender la crisis y transmitir de manera adecuada a niños y jóvenes que existen formas balanceadas y completas de alimentarse.
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“Como todos los productores, estamos respetando lo que debe ser; humildemente pienso que podríamos trabajar con el gobierno, siendo la obesidad un problema multifactorial y encontrar otras formas de que, efectivamente, los niños y jóvenes pudieran comer de una forma más completa”, afirmó.
En entrevista con Forbes México, el directivo explicó que pese a la normativa, que entró en vigor justo en la emergencia sanitaria por el Covid-19, durante el confinamiento, los consumidores buscaron su producto y la demanda sigue siendo alta.
“Si es cierto que con la pandemia la gente estaba más en casa y consumía más producto, lo comía más para consolarse, quitarse un poco de ansiedad y nuestros productos que son muy ricos y muy apreciados pues aumentaron en demanda y la producción”, comentó Cornero.
“En muchas de las realidades estamos al tope de la producción entonces ya no es un problema de materia prima; ya es un problema de líneas de producción saturadas. Entonces, en ese sentido vienen las inversiones que estamos haciendo para nuevas líneas para poder satisfacer a futuro la demanda que está creciendo”.
Ferrero de México, que cumplió 30 años de presencia en México, anunció ayer una inversión por 50 millones de dólares para ampliar su planta de producción en Guanajuato que implica el ensamblaje de una nueva línea de producción y la construcción de un almacén.
El directivo consideró que la situación económica que dejó la pandemia por Covid-19 a la que se suma el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia están presionando las cadenas de suministro y algunos casos la escases de materias primas.
“Es un periodo difícil porque la pandemia creó discontinuidad en la cadena de suministro no solo para nosotros sino para todos y esto hace que batallemos todos cada día para tener las materias primas.
“Nosotros como compañía hemos tenido muy buen contacto con nuestros proveedores y de esta manera por el momento no estamos corriendo riesgo de falta de materia prima”, precisó.
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