Por Samantha Páez

En Puebla existe incertidumbre sobre quién gobernará el estado: la elección es cerrada y a todas luces el candidato de Morena, Luis Miguel Barbosa Huerta, se irá a los tribunales para intentar revertir la victoria de Martha Erika Alonso Hidalgo, de la coalición Por Puebla al Frente, a quien acusa de fraude.

Pero la incertidumbre no sólo es por eso, también por la violencia: el día de los comicios asesinaron a dos operadores del PRI, hubo balaceras en las casillas de la capital y ciudadanos retuvieron a dos presuntos ladrones de urnas; el lunes, una trifulca por el hallazgo de un sitio donde supuestamente se clonaba material electoral, y el martes, la quema de boletas y toma de instalaciones de los consejos distritales del Instituto Estatal Electoral (IEE).

Para Juan Luis Hernández Avendaño, director del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Iberoamericana de Puebla (UIA), la violencia electoral desestimula la participación ciudadana y hace de la entidad un “foco rojo” en retroceso democrático.

Rubén Alberto Curiel Tejeda, coordinador de la maestría en Derechos Humanos de la UIA, agregó que es necesario fortalecer a las instituciones electorales para que la ciudadanía confíe en sus decisiones y no se desaten más enfrentamientos.

Si bien ambos especialistas auguraron que el ganador o ganadora de la elección se definirá en los tribunales y tras varios conflictos entre partidos políticos, también destacaron la conformación de un grupo de ciudadanos apartidistas y participativos, que sin importar quién gobierne el estado vigilarán sus acciones y exigirán legitimidad.

 

Encuestas y PREP se contradicen

A nivel nacional, el mismo 1 de julio ya se conocía al que será el próximo presidente de la República: Andrés Manuel López Obrador; sin embargo en Puebla conocer al siguiente gobernador o gobernadora tardará un poco más. De acuerdo con el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), con el 98.1% de las actas capturadas, la panista Martha Erika Alonso es la virtual ganadora.

Luis Miguel Barbosa, de Morena, se habría quedado atrás por 4.16% de los votos. Lo cual resultó una sorpresa, pues la mayoría de las encuestas de salida lo ubicaban como el favorito.

Mitofsky vaticinó el día de las elecciones un resultado de 41 a 49% de los sufragios para el candidato de la coalición formada por Morena, Partido del Trabajo (PT) y Partido Encuentro Social (PES); contra 31 a 38% para la aspirante de la coalición del Partido Acción Nacional (PAN), Partido de la Revolución Democrática (PRD), Pacto Social de Integración (PSI), Movimiento Ciudadano (MC) y Compromiso por Puebla (CPP).

Más Data, a su vez, dio una mayor ventaja a Barbosa: 43% contra 34.3% de Martha Erika. La encuesta de El Financiero dio 40% al morenista y 37% de los votos a la panista.

Las únicas encuestas que favorecieron a Alonso fueron Meba, con 41.1% para ella y 39% para Barbosa Huerta; así como Marcaei, cuyo resultado fue 41.4% para la candidata y 38.9% para su contrincante.

De confirmarse que Martha Erika Alonso obtuvo más votos será la primera gobernadora en Puebla. La candidata daría continuidad no sólo al gobierno de Antonio Gali Fayad, actual mandatario, sino a las propuestas de su esposo el exgobernador Rafael Moreno Valle Rosas.

Si bien ahora Alonso y Barbosa se confrontan por la gubernatura, hubo un tiempo en que el exsenador y el esposo de Martha Erika fueron cercanos: Rafael Moreno Valle fue gobernador gracias a la alianza con el PRD que impulsó el propio Barbosa.

 

Se desata violencia electoral

Atrás quedaron los tiempos en que se veía a Miguel Barbosa y Rafael Moreno Valle juntos sonriendo; desde que el entonces senador fue elegido como candidato de Morena y Martha Erika como abanderada del PAN las confrontaciones han sido constantes.

Su punto más álgido es ahora, cuando el morenista acusa a la panista de operar un megafraude electoral en el estado, con la finalidad de retener la gubernatura. A su vez, la panista sostiene que la gente de Morena es la culpable de la violencia tanto el día de la jornada electoral como de la trifulca en el MM Grand Hotel, donde había un supuesto laboratorio de material electoral apócrifo.

Sin importar de dónde provino la violencia, los afectados fueron los ciudadanos y ciudadanas que han padecido los hechos.

Desde el domingo por la mañana se presentó el primer incidente: 11 brigadistas de la candidata de Morena a la alcaldía de Puebla, Claudia Rivera Vivianco, fueron detenidos por la Policía Estatal por la supuesta compra de votos.

Sin embargo, el equipo de Rivera Vivanco aseguró que se trataba de jóvenes brigadistas, algunos de ellos menores de edad, que estaban comisionados para el monitoreo de casillas y la repartición de alimentos a los representantes de casillas.

La versión oficial de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSPE) fue que la detención obedeció a una denuncia ciudadana, que los acusó de comprar votos. Sin embargo, por la noche, la Fiscalía General de Justicia (FGJ) informó de su liberación aunque no deberán obstaculizar las investigaciones.

Alrededor de las 13:00 horas en el municipio de Chignahuapan, cuatro operadores del PRI fueron baleados; Fernando Herrera Silva murió al instante y Lázaro González Hernández falleció mientras recibía atención médica. Otras dos personas quedaron heridas.

Los ataques no pararían allí, a partir de las 15:00 horas y hasta el cierre de las casillas a las 18:00 horas, grupos de hombres armados arribaron a los lugares donde se desarrollaba la votación para robar urnas y boletas electorales. En la mayoría de los casos, los agresores hicieron disparos a las fachadas de los inmuebles o al aire, hasta el momento se tiene el reporte de una persona herida en el pie.

La Red Rompe el Miedo Puebla, una iniciativa de las organizaciones Artículo 19, R3D y Data Cívica para vigilar los comicios, documentó cuatro casos distintos en la ciudad de Puebla y San Martín Texmelucan.

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En redes sociales se reportaron muchos más en colonias populares y Juntas Auxiliares de la capital poblana, como Bosques de San Sebastián, Xilotzingo, La Loma, Rancho Colorado, San José Mayorazgo, San Aparicio, San Francisco Totimehuacán y San Pablo Xochimehuacán. También hubo balaceras en Tecamachalco y Teziutlán.

Para Juan Luis Hernández, de la Ibero Puebla, el patrón de las agresiones fue el mismo que en las elecciones de gobernador en el Estado de México. El objetivo principal fue minar la participación ciudadana.

Por lo tanto, desde su perspectiva, las balaceras fueron parte de una estrategia para que los votos no fluyeran por la tarde para tratar de revertir la tendencia a favor de Morena; asimismo, para que hubiera un mayor porcentaje de votos rurales, ya que en la zona metropolitana de Puebla el voto era para Barbosa.

A media tarde, una de las camionetas donde huían ladrones de material electoral volcó en la zona de Xolitzingo, la unidad tendría rótulos de Agencia Móvil del Ministerio Público. Inmediatamente pobladores rodearon el vehículo, tomaron imágenes que se difundieron en redes sociales y retuvieron a dos de los delincuentes.

Al lugar de los hechos llegaron policías municipales, estatales y federales, así como agentes de la Procuraduría General de la República (PGR); empero, los ciudadanos no quería entregar a los conductores de la camioneta. Ante esta situación fueron dispersados con gas pimienta por un grupo de policías antimotines.

 

Denuncian fraude electoral

Para el martes 3 de julio, cuando el PREP ya daba ventaja a Martha Erika Alonso, ciudadanos convocaron a dos marchas: una por la mañana para juntar firmas en contra del resultado y otra por la tarde para exigir al IEE legalidad en la validación de los sufragios.

Antes de que ocurriera la segunda manifestación los representantes de Morena en Puebla llamaron a la prensa y luego se dirigieron al MM Grand Hotel, en el cual había personal del PAN supuestamente clonando actas y sábanas electorales. Morenistas y panistas se enfrentaron a golpes resultando varias personas heridas.

En el hotel, según lo confirmado por Morena, se hallaron actas originales y copias, sábanas electorales, boletas, vehículos oficiales de ayuntamientos y del gobierno estatal, así como funcionarios de gobierno y hasta un magistrado del Tribunal Superior de Justicia.

Jesús Giles Sánchez, dirigente estatal del PAN, aseguró que colaboradores del partido estaban recibiendo actas de sus representantes de casilla, cuando simpatizantes de Morena acompañados de los candidatos José Juan Espinosa Torres y Alejandro Armenta Mier irrumpieron de forma violenta.

Negó que se tratara de clonación de material electoral, aunque este miércoles reconoció que había actas originales porque los representantes de casilla estaban demasiado cansados y las llevaron a sus representantes partidistas.

La trifulca se extendió hasta que llegaron elementos de la Policía Federal y representantes de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade), quienes en ese momento se llevaron en varias patrullas a 45 de los supuestos operadores del PAN.

En un boletín de prensa, la Fepade informó de la apertura de una carpeta de investigación por la “probable existencia de un laboratorio, en la capital del estado, con impresoras en el que, se acusa, se realizaba la supuesta falsificación de actas de escrutinio y cómputo de la elección a gobernador.

En tanto, la Fiscalía estatal dio a conocer que inició la carpeta de investigación 10103/2018/ZC, por el asalto que hicieron José Juan Espinosa y Alejandro Armenta al hotel donde trabajaban simpatizantes panistas.

Al respecto la presidenta nacional de Morena, Yeidckol Polevnsky, manifestó que defenderán la elección en Puebla hasta sus últimas consecuencias y para ello solicitarán la intervención de las autoridades federales, ya que tanto el IEE como la Fiscalía poblana están cooptadas por Rafael Moreno Valle.

Santiago Nieto, extitular de la Fepade y consejero asesor electoral de Morena, dijo que el PAN en Puebla tenía en su poder sábanas que debieron quedarse afuera de las casillas, actas de escrutinio y cómputo originales, además de copias al carbón de otros partidos políticos. Todo esto equivaldría a un delito según el artículo 7 fracción IV de la Ley General en Materia de Delitos Electorales.

Agregó que de igual forma se cumplen infracciones citadas en los artículos 11 y 14 por el uso de recursos y bienes públicos para actividades electorales. A la par que el magistrado Ismael Mancilla, quien dijo estar en licencia, incurrió en una falta al participar en labores partidistas durante su horario laboral.

Horacio Duarte, consejero asesor electoral de Morena, añadió que en el supuesto laboratorio del PAN encontraron además material en blanco y originales. Lo cual les hace suponer que trataban de falsificar los materiales o el instituto local le dio al partido material de resguardo, ambos casos son delitos.

Ante esta situación, los representantes nacionales de Morena pidieron que se abran todos los paquetes electorales y que el Instituto Nacional Electoral (INE) sea quien haga los recuentos en los consejos distritales.

De hecho, Miguel Barbosa solicitó de manera oficial copia simple o digital de las actas de escrutinio y cómputo, a la par de la apertura de la totalidad de paquetes electorales que se encuentran en las bodegas del IEE.

Pese a la petición, el Instituto electoral local aprobó el recuento de 1,337 paquetes electorales de los 7,548 existentes. Ninguno de ellos de la ciudad de Puebla.

La dirigencia de Acción Nacional, en tanto, pidió que se respete el triunfo de Alonso y que se realice el cómputo de las actas en un ambiente de civilidad, para lo cual requirieron del apoyo de la Policía Federal y Ejército para que resguarde los consejos distritales.

Esto tiene relación con los actos que se dieron en varios municipios como San Salvador El Seco y Juan N. Méndez, donde pobladores quemaron material electoral al momento de denunciar fraude. En Jalpan, Aljojuca, Tlatlauquitepec, Ocoyucan, Chigmecatitlán, Tlapanalá y Tepeojuma varias personas se concentraron en los consejos municipales para protestar por los resultados de las votaciones.

Por este motivo en siete de los 26 consejos municipales, IEE realizará el conteo definitivo de votos.

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Necesario, fortalecer instituciones y ciudadanía

A Juan Luis Hernández Avendaño, politólogo de la Ibero Puebla, no le sorprende la violencia electoral y postelectoral, porque es el resultado de un enclave autoritario que ya tiene muchos años dominando: el morenovallismo.

Sin embargo, manifestó que la irrupción de una parte de Morena en el hotel MM fue “desafortunada”, ya que como oposición en todo momento debería conducirsede manera pacífica y tolerante. Además de que cayeron en la provocación de los panistas y generaron más desestabilidad.

Con todos estos elementos, Hernández Avendaño vaticinó tres escenarios:

Morena, a través de su candidato y asesores jurídicos, impugnan la elección, esto llegaría hasta el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y allí finalmente se define al gobernador o gobernadora.

– Las evidencias del fraude electoral no son suficientes para eliminar o cambiar el resultado y Martha Erika Alonso se convierte en mandataria.

– La sociedad civil movilizada que no necesariamente coincide con Morena forma un frente independiente, a través del cual no sólo busca defender sus derechos políticos violentados, sino que se transforma en un contrapeso real del poder.

La sociedad organizada de la que habla el académico ya dio sus primeros pasos. La mañana del 3 de julio, cientos de personas marcharon contra el fraude electoral y se reunieron en el zócalo de la ciudad de Puebla para juntar firmas, también para afinar las líneas de acción que emprenderán.

Por la tarde, otro contingente, que los propios organizadores calculan en 20,000 personas, salió del monumento “El Gallito” –en el centro de la ciudad- hasta el Instituto Estatal Electoral.

Eran familias con niños, niñas y bebés; adultos mayores y, sobre todo, jóvenes que se manifestaron de forma pacífica contra el resultado favorable hacia Martha Erika Alonso. En el trayecto gritaron algunas consignas como “Puebla votó, Martha no ganó”, “No a la reelección” y “Fuera Moreno Valle”.

El contingente avanzó en silencio con veladoras en mano, evitando cualquier acto que pudiera considerarse provocación. Una vez en el IEE el grupo hizo una valla humana para bloquear los accesos; sin embargo, para esa hora ya no había personal laborando.

Fue entonces que algunos jóvenes tomaron la palabra. “De todas las denuncias que se presentaron ante la Fepade, más de la mitad provienen de la elección poblana. Esto nos habla de un comportamiento anormal y atípico, donde nuestra elección estuvo plagada de delitos electorales”, dijo Armando Pliego, aspirante a una diputación local por la vía independiente.

Los manifestantes se quedaron afuera del instituto por varios minutos, entre aplausos recibieron la noticia de la detención de presuntos operadores del fraude en el MM Grand Hotel. También se anotaron en listas para vigilar las actas en los consejos distritales, acudirían como ciudadanos a revisar que la elección fuera lo más transparente posible. Con esas últimas ideas el contingente se dispersó.

 

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