La tarea de rescatar al país de otra recesión es urgente para el nuevo gobierno de Brasil, encabezado por Jair Bolsonaro, debido a que el país viene de una paralizante recesión de dos años ya que, en los años 2015 y 2016, la economía presentó una contracción de alrededor de 7%, para después pasar a una recuperación de forma paulatina con crecimientos de 1.1% en promedio entre 2017 y 2018. Con la llegada de un nuevo presidente el mercado brasileño encontró cierto entusiasmo por la aprobación de reformas estructurales, como la referente a las pensiones que se encuentra atorada en el Congreso brasileño. Los fantasmas del regreso a la recesión se asomaron el pasado 30 de mayo, cuando el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística señala que la economía se contrajo un 0.2% respecto del trimestre anterior, por lo que la economía de Brasil se contrajo en el primer trimestre por primera vez desde 2016, cuando fue de -0.6%. Puedes leer: Brasil registra su primera contracción económica desde 2016 El desempleo es otro punto al que Bolsonaro se enfrenta debido a que el número de desempleados aumentó de 7.6 millones en 2012 a 13.4 millones este año, de acuerdo con datos del gobierno brasileño. En su último reporte el Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre la economía latinoamericana sostuvo que Brasil continuará su gradual recuperación, sin embargo, la principal prioridad en Brasil es contener el aumento de la deuda pública mientras se asegura que el gasto social necesario permanece intacto. Con este contexto, el presidente Jair Bolsonaro tendrá que tomar las medidas correctas antes de que uno de los principales motores de la región latinoamericana se paralice y afecte al ya lastimado crecimiento en América Latina, que está estimado en 1.4% en 2019 por el FMI. A continuación, te presentamos los cuatro fantasmas que pueden regresar a Brasil nuevamente a la recesión.

Crecimiento económico incierto

El FMI prevé que la economía carioca tenga un crecimiento de 2.1% en 2019, debido al optimismo generado por las reformas estructurales. No obstante, la encuesta Focus realizada por el Banco Central de Brasil reveló que los analistas prevén un crecimiento de 1.98% para este año. La caída está relacionada con el ritmo de recuperación más lento del esperado y las dificultades que la tensión entre el Gobierno de Jair Bolsonaro y el Congreso podría provocar para la aprobación de la reforma de las pensiones. Para el año próximo, los economistas redujeron su previsión de crecimiento del PIB del 2.78% al 2.75%.

Reforma de pensiones en incertidumbre

A finales de mayo, el FMI considero que en la economía de Brasil hay incertidumbre debido a que considera clave la aprobación de la reforma del sistema de pensiones. “La inversión sigue siendo moderada, frenada por una persistente incertidumbre sobre las perspectivas de reformas fiscales y estructurales”, indicó el organismo en un comunicado. La reforma de pensiones de Brasil será votada en la segunda quincena de julio, informó el presidente del Congreso brasileño, Rodrigo Maia. “Vamos a votar en el plazo, en la segunda quincena de junio, y en el plenario en la primera quincena de julio si tenemos los votos”, dijo Maia.

Pese a baja en desempleo, aún hay pendientes

La tasa de desempleo de Brasil disminuyó durante los tres meses hasta abril, debido a que cayó a 12.5% en el período de tres meses desde el 12.7% anterior, informó el instituto nacional de estadísticas. La población desempleada es de 13.2 millones de personas. A pesar de la caída en el desempleo la población ‘subutilizada’ aumentó y llegó a los 28.4 millones de brasileños, un récord desde el año 2012. La población ‘subutilizada’ incluye a los desempleados que trabajan menos horas de las que podrían (menos de 40 horas semanales), los que desistieron de buscar trabajo y otros que podrían estar empleados, pero no lo están por diversos motivos.

Una deuda que está en crecimiento  

FMI señaló que la deuda bruta de Brasil sigue una trayectoria ascendente que podría llegar al 100% del Producto Interior Bruto (PIB) del país en un máximo de cinco años. En el informe ‘Monitor Fiscal’, el organismo alertó que el endeudamiento bruto del país llegará al 97.6% del PIB en el 2024. Durante 2018, la deuda bruta de Brasil llegó al 87.9% de su PIB, mientras que se espera que ésta llegue a 90.4% del PIB en este año. En octubre pasado, la institución con sede en Estados Unidos proyectaba que la deuda bruta brasileña llegaría al 98.3% del PIB en 2023, sin embargo, la redujo a 96.5%.

 

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