Fernando de Fuentes Sáinz y José Carlos García de Letona Velasco, fundadores de
Ánima Estudios, tocaron la puerta de Warner Bros para hacerse de la licencia de
Don Gato y su pandilla. Y cerraron el trato.
Los grandes resultados llegaron tan pronto como salió la película hecha por la empresa: 15 millones de pesos (mdp) en taquilla sólo en el primer día de exhibición en México. La inversión de 3.5 millones de dólares (mdd) se había multiplicado hasta llegar a 20 mdd, únicamente por su exhibición en cines, sin contar otras plataformas.
Ánima es considerado por algunos como el estudio más importante de América Latina. “Sin lugar a duda, porque es el único que tiene una producción sistemática y, si no gana en sus series, gana en otras cosas, gana en la taquilla, gana con los fondos de apoyo [gubernamentales]”, dice Ricardo Gómez Villanueva, fundador de Imagination Films.
Hoy, el reto de la firma es terminar de producir, para Netflix, la serie
Leyendas, para su estreno en 2017. Está basada en los personajes que Ánima Estudios creó para películas como
La leyenda de las momias (2014) y
La leyenda del Chupacabras (2016), pero con historias dirigidas al público global.
El próximo año, también estrenarán en México las series de televisión
Piny (coproducción con Famosa, la principal juguetería española), y
La familia Telerín (coproducida con Televisa).
En México, Ánima Estudios prácticamente va en solitario, debido a que su competencia se reduce a pequeños estudios como Huevocartoon, Metacube, Kaxan, Imagination Films, Imagica y Mighty, los cuales carecen de una producción regular.
El primer episodio
Hace más de una década, Fuentes Sáinz y García de Letona Velasco trabajaban en
Alo.com, un portal interactivo con contenidos que incluían clases de cocina, noticias y producciones audiovisuales. Cuando se desintegró la firma, con ayuda de un grupo de socios rescataron el área de animación para internet y una parte del equipo, para crear Ánima Estudios, en 2002.
El capital de la firma era de 3 mdd, que fueron invertidos en tres proyectos:
Magos y gigantes (2003 y la primera película animada producida en México en los últimos 30 años),
Imaginum (2005, la única que tuvo pérdidas), y
El agente 00-P2 (2009). Este modelo permitió que un proyecto rescatara al otro, para lograr, al final, una rentabilidad.
En su inicio, estaban muy enfocados en el cine, pero entre 2004 y 2006 se abrieron las líneas de servicios y televisión, debido a que comenzaron a trabajar para Grupo Chespirito y Televisa, con las producciones de
El Chavo y posteriormente con
El Chapulín Colorado, lo que generó un flujo de recursos con regularidad.
Para 2017, está previsto el lanzamiento de la serie
La familia Telerín, uno de los clásicos animados, pero con un concepto renovado, el cual ya cuenta con un canal en Youtube que suma 300 millones de
views. Está contemplado, en un futuro, comercializar a los personajes.
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En dos planos
El siguiente gran momento de Ánima Estudios vino con
Kung Fu Magoo (2010), una película que hicieron con DreamWorks Classics. La empresa internacional puso la marca, al personaje y parte del presupuesto, mientras que la mexicana aportó capital, la realización de la película y la comercialización.
Esto colocó a la compañía nacional en otro nivel, debido a que “revivió” a un personaje clásico con un proyecto hecho para el mercado mundial, y llevó a cabo la primera producción latinoamericana animada que Disney había comprado para Estados Unidos y Europa.
Una vez posicionados internacionalmente, vino
Don Gato y su pandilla y sus récords en taquilla en México y Reino Unido, aunque pasó un tanto inadvertida en Estados Unidos. Estas dos producciones permitieron a Ánima lograr un balance en su rentabilidad, mediante historias originales y licencias.
De manera paralela, la compañía ralizó dos películas:
La leyenda de la Llorona (estrenada en 2011) y
La leyenda de las momias (en 2014).
Historia fallida
También ha habido descalabros.
Imaginum, su segunda película, produjo pérdidas. “Todavía no había un guion sólido y empezamos, pero también por la prisa de tener capacidad instalada de personas y de equipos, pues no podíamos decir: ‘No tenemos bien la historia; a ver muchachos, váyanse seis meses, no les voy a pagar’”, cuenta García de Letona Velasco.
Con el filme de
El Santos vs. La Tetona Mendoza (2012) creyeron que podrían abrir más el mercado y llegar a un público adulto, sólo que las cosas no funcionaron y el trabajo quedó muy por debajo de sus expectativas en taquilla. Aun así, fue la primera película mexicana invitada al Festival Internacional de Animación y su Mercado de Annency, en Francia.
Un año después, Ánima Estudios dio entrada al fondo de inversión Liv Capital. Los socios se reservan el porcentaje de la compañía que ahora pertenece a Liv, cuánto recibieron por ello y el tiempo de permanencia del fondo.
Además, Ánima Estudios también echa mano del Fondo de Inversión y Estímulos al Cine (Fidecine), instancia gubernamental que se convierte en socio y recibe rendimientos, como ocurrió con las película
Imaginum y
El Santos vs. La Tetona Mendoza.
¿Calidad internacional?
Pese a lo meritorio de su historia, la calidad de las producciones de Ánima Estudios no convence a todos.
“Anima ha sido realmente muy bueno. Ahora, también pienso que la calidad de las historias y de la animación que ha logrado todavía es bajo”, afirma Enrique Navarrete Gil, director de la escuela Animaturas.
“Pero va a suceder que, si siguen produciendo, las historias van a ser mucho más interesantes […] porque ya saben exactamente lo que quiere el mercado mexicano”, indica Rodrigo Cázares Martín, director del Programa de Animación y Arte Digital del ITESM Estado de México.
Sobre el futuro, García de Letona Velasco adelanta que vienen más películas 2D para el mercado local. E insiste que éste es un negocio de retornos, en el que Ánima Estudios ya invierte entre 7 y 8 mdd en sus películas más recientes, como
Here Comes the Grump y
Bugsted.
Es un gran salto para sus producciones iniciales, pero está muy lejos aún de los grandes estudios que le disputan la pantalla, los cuales gastan 150 mdd o más en sus producciones.