Luego de que la Asamblea de Pueblos del Istmo en Defensa del Territorio y la Tierra dijo el lunes pasado que habían conseguido detener la construcción del parque eólico Gunaa Sicarú de la empresa Électricité de France (EDF) en Oaxaca, gracias a una suspensión concedida por un juez, la compañía señaló que la resolución no impacta el desarrollo del proyecto.

“EDF reconoce la complejidad e importancia del tema de la tenencia de la tierra en la región del Istmo. Al mismo tiempo, esta resolución no impacta el desarrollo de la Central Eólica Gunaa Sicarú, que está planteado exclusivamente en propiedad privada. El Registro Nacional Agrario
confirmó en su momento que ningún ejido o tierra comunal se vería afectado por la central”, aclaró un vocero de la empresa.

Explicó que lo que resolvió el Tribunal Colegiado fue un recurso de queja promovido por miembros de la comunidad de Juchitán de Zaragoza en su calidad de comuneros, dentro de un juicio de amparo agrario, determinando que, en tanto se resuelve el amparo, las autoridades deben abstenerse de ejecutar actos “que tengan por objeto privar (a la comunidad agraria) total o parcialmente, en forma temporal o definitiva, de la propiedad, posesión o disfrute de las tierras de uso común”.

Lee: Detienen proyecto eólico en Oaxaca; juez concede amparo

Por lo tanto, agregó, los actos reclamados en el amparo, aquellos que no están relacionados con tierras de uso común, no son materia de la suspensión concedida como medida cautelar.

Asimismo, la suspensión concedida no impacta al desarrollo del fundamental proceso de consulta indígena, dijo.

“EDF ha mostrado su compromiso con éste, participando en las Asambleas
Comunitarias Informativas correspondientes y presentando información de manera exhaustiva en español y zapoteco. Ha colaborado con la Secretaría de Energía conforme al protocolo aprobado por las comunidades y tomando en consideración las restricciones generales de la pandemia de
Covid-19″, aseguró el vocero.

Gunaa Sicarú es un proyecto eólico de nueva generación en la región del Istmo de Tehuantepec en Oaxaca. “La construcción y operación tendrían lugar de recibirse el apoyo de las comunidades indígenas locales, trayendo inversión a las comunidades de Unión Hidalgo y La Ventosa”.

Este proyecto eólico sería fuente de ingreso adicional para las comunidades, ya que sólo se colocarían aerogeneradores en 2.5% del terreno cubierto y en el resto continuarían actividades tradicionales de agricultura y ganadería.

Se estima que tenga una capacidad de generar 252 MW de energía
renovable a casi 500,000 mexicanos y evitaría la emisión de 524,000 toneladas de CO2 al año.

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