DW.- Este lunes 10 de febrero, las autoridades sanitarias japonesas reportaron más de 60 nuevos casos de coronavirus a bordo del crucero Diamond Princess, que se encuentra en cuarentena en el puerto de Yokohama, cerca de Tokio, desde la semana pasada. Los nuevos casos aumentan el número total de infecciones por coronavirus a bordo a más de 130. Este lunes, el ministro de Salud japonés, Katsunobu Kato, dijo que el gobierno de su país estaba considerando examinar a los 3.711 pasajeros y a la tripulación a bordo del crucero. Esto requeriría que permanezcan en el barco hasta que los resultados de las pruebas estén disponibles. Las autoridades ya están luchando para entregar las medicinas requeridas por más de 600 pasajeros. Se espera que el barco permanezca en cuarentena hasta el 19 de febrero. DW pudo hablar con una pasajera a bordo del Diamond Princess sobre cómo es la vida en cuarentena hasta el momento. DW: ¿Cuál es la situación ahora mismo a bordo del Diamond Princess? Cheryl Molesky: Estamos confinados en nuestras habitaciones. Solo se nos permite salir 90 minutos todos los días para ir al área al aire libre. Pero hemos optado principalmente por quedarnos en nuestras habitaciones. Nos entregan la comida a nuestra habitación a una hora específica todos los días. ¿Cómo describiría la atmósfera en el barco? Creo que la gente está ansiosa. Nuestros vecinos del otro lado del pasillo decían al principio que tenían hambre porque las comidas no llegaban a tiempo. El hombre de al lado tiene diabetes, y está preocupado por sus medicamentos. Otras personas han tratado de mantener el buen ánimo. Se les ha aconsejado a los pasajeros que salgan de sus camarotes de manera ordenada y mantengan una distancia de dos metros entre unos y otros. Tenemos que usar mascarillas y guantes. Cuando llega la hora de salir del camarote, el capitán tiene que repetir los protocolos. ¿Qué les dijeron a los pasajeros después del brote? Llegamos a Yokohama antes de lo planeado originalmente, y en ese momento nos dijeron que pasaríamos por la aduana más rápido. No nos dieron mucha información, excepto que un hombre estaba enfermo y se bajó en Hong Kong. Luego fuimos inspeccionados por las autoridades japonesas, y resulta que por eso llegamos antes a Yokohama, para que pudieran revisarnos. El inspector japonés nos dio cuestionarios para que los rellenáramos, y también entrevistaron a cada uno de los pasajeros y les tomaron la temperatura. ¿Proporcionaron los funcionarios suministros médicos a los pasajeros, como mascarillas y desinfectantes? Nos dieron guantes de goma, mascarillas básicas normales, mascarillas médicas y un termómetro. También nos dieron toallitas húmedas y jabón. Desde que comenzó la cuarentena, se siente el confinamiento, pero tenemos un balcón en nuestra habitación y un poco más de espacio para hacer ejercicio. Pero las personas en las habitaciones interiores no tienen luz natural ni espacio para estirarse o ejercitarse. No ha sido demasiado difícil para nosotros, pero nos preocupa obtener medicamentos y también si nos enfermaremos. Sin embargo, el capitán hace múltiples anuncios todos los días, y sentimos que han sido muy abiertos sobre los últimos acontecimientos. ¿Qué opina sobre el brote de coronavirus? Uno tendría que estar loco para no tomar algunas precauciones y tener cuidado con el brote de coronavirus. Sin embargo, también creo que no se puede vivir la vida con miedo. Debo decir que esta experiencia ha sido más cómoda de lo que podría haber sido, porque hemos recibido mucho apoyo y ayuda del Gobierno japonés, como también de los operadores del crucero. Se suponía que íbamos de vacaciones a recorrer Japón. Pero ahora no sabemos si podremos hacerlo después de que termine la cuarentena, o si tendremos que irnos a casa de inmediato. Simplemente no sabemos qué va a pasar durante los nueve días que nos quedan.

 

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