Por: Oscar Raziel Gamiz, VP del Comité de Salud de American Chamber/Mexico y José Antonio Duarte García, Gerente Clínico IDS Becton Dickinson**   El día de hoy, el presidente Donald Trump ha declarado emergencia nacional en su país para atender el brote. La percepción del contagio de enfermedades infectocontagiosas nos hizo ser conscientes una vez más que las estrategias de prevención son fundamentales en nuestros sistemas de salud. COVID-19 apareció en la ciudad de Wuhan, China, y la alerta se disparó hasta volverse hoy en día un problema de salud mundial que impacta a más de 48 países, principalmente a China, Italia, Irak y Corea del Sur. Hasta el día de hoy, en México se reportan 15 casos confirmados, 82 casos sospechosos y 298 negativos. Los coronavirus son una familia grande de virus, entre los cuales hay algunos que causan enfermedad en personas y otros que circulan entre los animales como los camellos, gatos y murciélagos. Rara vez, los coronavirus de los animales pueden infectar a personas expuestas a animales infectados y luego propagarse entre los seres humanos, tal como se ha observado con el MERS-CoV y el SARS-CoV (otros tipos de coronavirus por sus siglas en inglés) y es muy probable que así sea con el COVID-19. Este nuevo virus –según reportes oficiales de la OMS—presenta un rango de mortalidad de 3.4%, es decir que, de 100 casos detectados, 3.4 mueren en el lapso de unos días. Esta tasa es mayor que la de la gripa estacional. Sin embargo, es importante mencionar que este porcentaje varía de acuerdo a la zona geográfica y la temporalidad de manifestación de los síntomas. De acuerdo a la información difundida por la Dra Patel del CDC el 11 de febrero de este año, aún hay mucho por conocer sobre el COVID-19. Por ahora es sabido que se contagia de persona a persona por aerosoles, al toser o estornudar y principalmente por contacto como es saludar de mano o tocar superficies contaminadas. Es a partir de este conocimiento emitido por organismos internacionales que las estrategias de prevención ante este nuevo virus se han desarrollado con un enfoque a las técnicas de asepsia, evitar el contacto persona a persona y no automedicarse. Acciones en el escenario laboral Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos de Norteamérica (CDC, por sus siglas en inglés), publicaron las estrategias recomendadas para los empleadores con el fin de minimizar el impacto del COVID-19 en el entorno laboral, entre las 4 cuales destacan: Activamente preferir el trabajo remoto: -Que los empleados con síntomas se mantengan en casa y notifiquen de manera oportuna a su supervisor. Mantener políticas flexibles de acuerdo con el escenario de salud pública. Mantener la confidencialidad en todas las notificaciones, y evitar el alarmismo. Mantener políticas de higiene ambiental y vigilar el estado de salud de los empleados. Que los empleados que presenten síntomas de enfermedad respiratoria aguda sean enviados de forma inmediata a los servicios de salud. -Limpieza de las superficies frecuentemente utilizadas -estaciones de trabajo, manijas de puertas, áreas comunes y mostradores-, sin embargo no se recomienda actualmente procesos especiales de desinfección más allá de lo rutinario. Las empresas con presencia global han implementado medidas con el fin de salvaguardar la integridad de sus colaboradores y apoyar la contención del virus a nivel global. Estas iniciativas incluyen cancelación o reprogramación de eventos, ferias y congresos, sobre todo en países fuertemente afectados; limitar viajes no esenciales para la continuidad del negocio, e incluso, cuarentena a colaboradores que regresen de dichos países. Prevención, e información, son esenciales para hacer frente a esta situación de salud; como enfatizó Thomas Donohue, CEO de la U.S. Chamber of Commerce. “Nuestra respuesta al coronavirus debe estar basada en hechos, no movida por el miedo”. Las empresas que conformamos el Comité de Salud de AmCham nos sumamos a estas medidas y de forma proactiva, mantenemos una comunicación cercana con nuestros colaboradores a fin de tomar medidas oportunas acordes al contexto epidemiológico y en caso de empresas dedicadas al cuidado de la salud, tomar todas las medidas necesarias para asegurar la continuidad en el suministro de insumos de primera necesidad para el cuidado de los pacientes. Esta situación de salud pública, evidencia la importancia de que los actores involucrados mantengamos un diálogo proactivo e informado, con el objetivo claro de preservar la salud de nuestros colaboradores y apoyar los esfuerzos de contención. *   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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