El presidente electo de Colombia, Iván Duque, tomará posesión del cargo el próximo 7 de agosto, y sobre sus hombros ya pesan los retos que deberá enfrentar y que tienen una gran importancia económica, política y social. Uno es sobre el crecimiento económico del país; otro es conservar la armonía tras la firma del Acuerdo de Paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), de acuerdo con analistas consultados por Forbes México. En la parte económica, Colombia goza de las mejores estimaciones de crecimiento dentro de la región de Latinoamérica debido a que se prevé que crezca 3% para este año, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Por lo que el desafío para Duque será mantener este crecimiento o mejorarlo. Sin embargo, en materia política y social, otro de sus principales desafíos es la relación con las FARC tras el acuerdo de paz. Una de las banderas centrales del exsenador -que venció al candidato izquierdista Gustavo Petro en la segunda vuelta presidencial del 17 de junio  con 53% de los votos-, es hacer los ajustes necesarios al Acuerdo de Paz. Puedes leer:  No hay indicios de populismo en próxima administración: BID El pueblo de Colombia salió a votar un histórico plebiscito en 2016 para firmar un tratado que sellara la paz entre el gobierno de Juan Manuel Santos y el grupo paramilitar. El resultado fue: 50.2% votó por el ‘no’, mientras que 49.8% optó por el ‘sí’. “La paz que añoramos, que reclama correcciones, tendrá correcciones para que las víctimas de verdad sean el centro del proceso y garanticemos verdad, justicia, reparación y no repetición”, dijo Duque en referencia a la llamada Justicia Especial para la Paz (JEP), que es el sistema de reparación a las víctimas del conflicto armado. Iván Duque enfrentará otros retos de diversas índoles hasta finalizar su mandato en el año 2022, pero uno que deberá atender a lo largo de su gestión será la unificación del país, debido a que ocho millones de colombianos decidieron votar por la propuesta de la izquierda.   IED, clave para crecimiento  El crecimiento económico de Colombia se estima en 3% para este año, mientras que para 2019 se prevé que se ubique en 3.2%, revela la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Para la firma Baker McKenzie, una de las claves para el mayor crecimiento económico en Colombia será la llegada de más inversión extranjera directa (IED). Durante 2017 la IED en el país sumó 14,518 millones de dólares (mdd), lo que representa un incremento de 669 mdd frente al reporte de 13,849 mdd del 2016. Sin embargo, el presidente de Baker McKenzie para Latinoamérica, Jaime Trujillo, sostiene que para mejorar este nivel de IED es necesario que Colombia aumente su competitividad mediante impuestos más bajos para las empresas que quieran llegar al país. “La competitividad será necesaria para atraer inversión extranjera directa, esto se logrará a través de un sistema fiscal más razonable”, agrega Trujillo. Una de las propuestas de Iván Duque es la simplificación del sistema tributario para empresas y personas naturales, con tarifas competitivas, mínimas distorsiones y digitalización total de las plataformas tributarias, con automatización de procesos de devolución. Con esta propuesta, Baker McKenzie considera que se puede anticipar que el sector empresarial -compuesto tanto por inversión local como extranjera – va a experimentar reformas fiscales que buscarán: la reducción de la carga tributaria de las empresas y la simplificación de trámites y procedimientos que deben cumplirse ante las autoridades.  
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Foto: Notimex.

Tratado de paz, tema delicado Iván Duque advirtió tras conocer su victoria que modificará los acuerdos de paz con las FARC sin romperlos. En la campaña para la segunda vuelta dijo que con los acuerdos “ni trizas, ni risas” y prometió corregir lo que a su juicio merece ser modificado. En una entrevista con el medio colombiano La Silla Vacía, explicó los cambios que busca realizar al Acuerdo de Paz, firmado entre la guerrilla y el gobierno de Juan Manuel Santos. Respecto a las amnistías, Duque dice que presentará una reforma constitucional para que quede en la Carta Magna que el narcotráfico “no es un delito amnistiable en ningún caso”. Sobre el Frente a la Jurisdicción Especial de Paz (JEP), dijo que promoverá una reforma que haga tres cosas: que los guerrilleros que cometieron delitos atroces paguen prisión en un sitio de reclusión permanente así no sea una cárcel y no solo una pena alternativa; que los exguerrilleros no puedan hacer política antes de pagar esa pena de prisión; y que los agentes del Estado no sean juzgados por la JEP, sino por una sala especial de la Corte Suprema. A pesar de los cambios que quiere impulsar el derechista colombiano, Rodrigo Salazar Elena, profesor investigador de la Flacso México, considera que tiene muy poco margen de maniobra para lograr su cometido. “Duque puede hacer muy poco porque los grupos y partidos políticos comprometidos con el acuerdo de paz forman una mayoría en el Congreso. El partido Centro Democrático tendrá problemas para conseguir apoyo parlamentario para un nuevo acuerdo”, explica Salazar Elena. En este mismo sentido, el investigador de la Flacso señala que el Poder de Judicial se ha ido manifestando sobre el mantenimiento original del acuerdo de paz. No obstante, Salazar Elena expone que lo que sí puede hacer Duque es retrasar la implementación del acuerdo. “Cualquier retraso por parte del gobierno entrante de Iván Duque, sin modificar los acuerdos, puede llevar a que los miembros de las FARCS se sientan burlados y esto generar tensiones”, sostiene.

 

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