En las naciones que mejor sobrellevaron la crisis, ciertos grupos de personas, particularmente mujeres y aquellos de menor ingreso y nivel educativo, eran más proclives a ser obesos.   Reuters WASHINGTON – La tasa de obesidad sigue creciendo en las naciones más desarrolladas, golpeando más fuerte a algunos grupos de personas, como las mujeres y los pobres, por la reciente crisis económica, dijo la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Aunque las tasas suben hasta en un 3% al año en países como Australia, Francia, México o Suiza, han sido estables en otros países como Estados Unidos, Canadá, Corea e Italia, dijo la OCDE en un informe. Una revisión de los datos mostró que la recesión mundial que tuvo lugar en 2008 forzó a muchas familias en las naciones más afectadas a reducir su gasto en alimentos, especialmente los más sanos pero que también a menudo son los más caros, como frutas y verduras, para comprar alimentos más baratos y menos saludables. Incluso en los países que capearon mejor la crisis, ciertos grupos de personas, particularmente mujeres y aquellos de menor ingreso y nivel educativo, eran más proclives a ser obesos, mostró la OCDE. “La crisis económica probablemente haya contribuido a un mayor crecimiento de la obesidad”, dijeron los investigadores de la OCDE. Aunque la tasa general de obesidad se ha ralentizado entre los países más desarrollados económicamente en los últimos cinco años, “la epidemia de la obesidad no ha dejado de extenderse”, dijo. El informe, basado en una revisión de datos de 10 países de la organización, se presentará el miércoles en el Congreso Europeo de Obesidad en Bulgaria. La mayoría de los 34 miembros de la OCDE son países ricos como Estados Unidos y países europeos, aunque algunas economías emergentes como México y Turquía también están incluidas. El grupo no incluye a China, India u otros grandes países en desarrollo. El aumento de la obesidad también puede ser una carga económica a medida que los gobiernos lidian con los costos de los estados crónicos relacionados con la obesidad, como la diabetes, las enfermedades cardiacas e incluso el cáncer. Los actuales esfuerzos dirigidos a evitar un mayor peso, como ofrecer incentivos financieros para mejorar la salud o incrementar los exámenes médicos básicos, están mejorando, dijo el organismo. “La crisis económica puede haber contribuido a un mayor crecimiento de la obesidad, pero la mayoría de los gobiernos necesitan hacer más para detener este crecimiento”, dijo el analista de salud de la OCDE Michele Cecchini en un comunicado. Otros esfuerzos, como unas normas más estrictas para anunciar alimentos poco saludables a los niños, un mejor etiquetado de los alimentos y unos impuestos “diseñados cuidadosamente” para comidas y bebidas podrían tener impacto, dijo la OCDE. Un rayo de esperanza en el informe: aunque de media uno de cada cinco niños de países desarrollados tiene sobrepeso, “más países han conseguido estabilizar e incluso reducir levemente las tasas de obesidad infantil más que en adultos”.

 

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