Sin escenas de crisis ni embotellamientos en las principales vialidades, las calles de la Ciudad de México lucieron despejadas minutos después del sismo que se registró esta mañana a las 10:29 horas.
Algunos con el llamado de la alerta sísmica de la Ciudad de México, otros con el primer jalón del movimiento telúrico que se prolongó por varios minutos, los capitalinos desalojaron las viviendas y edificios de trabajo en donde intentan “guardar” la cuarentena.
Los más cautos lograron encontrar un espacio seguro en la calle, ya cubiertos con cubrebocas y hasta mascarillas faciales; otros prefirieron desalojar de forma rápida los edificios y lo hicieron sin protecciones faciales.
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Los puntos críticos en esta ocasión fueron los hospitales públicos y privados, sobre todo los que atienden a pacientes de Covid-19, quienes requieren aislamiento o incluso cuidados intensivos.
En el Hospital Obregón ubicado en la Colonia Roma, por ejemplo, alrededor de 400 personas, entre personal médico, pacientes y familiares, fueron desalojados.
Gustavo Hernández Torres, subdirector de Operaciones del hospital privado señaló que se llevaron a cabo puntualmente los protocolos de desalojo.
La mayoría de los pacientes fueron reincorporados a sus zonas de atención hasta una hora después del sismo; sin embargo, en el edificio permanecieron los pacientes del área Covid-19, con el objetivo de evitar romper con las medidas de seguridad establecidos para ellos.
Hospitales como el Centro Médico Nacional Siglo XXI, el Hospital infantil Federico Gómez y otros de la zona ya se encontraban al mediodía en funcionamiento normal.
En las calles de las delegaciones centrales de la Ciudad de México, la gente se fue reincorporando a los pocos edificios de oficinas que se mantienen laborando o a sus hogares, y no se registraron los típicos embotellamientos viales que siguen a los sismos en la Ciudad de México.
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