El Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica desarrolla una cámara térmica para detectar el cáncer de mama a partir de sensores  que emplean los dispositivos de visión nocturna.     Uno de los padecimientos que más aqueja a las mujeres es el cáncer de mama. Según datos la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se reportan 1.38 millones de casos nuevos y 458,000 muertes por esta enfermedad en el mundo. En México,  el cáncer de mama representa 30% de los diagnósticos de tumores malignos. Además, sólo entre el 5 y 10% de los tumores son identificados en sus primeras fases, de acuerdo con estadísticas del Inegi. Por ello, el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (Inaoe)  desarrolla una cámara térmica para detectar el cáncer de mama utilizando los  sensores  que emplean las cámaras de visión nocturna. “Para aplicaciones bélicas no hay duda de su utilidad, pero aquí los llevamos al otro extremo: le  estamos dando tanta sensibilidad, que pueden detectar diferencias de una milésima de grado en temperatura. La utilidad más inmediata es la detección del cáncer de mama o cáncer de piel” dijo Alfonso Torres Jácome, jefe del laboratorio de nanoelectrónica, en el marco de la jornada de puertas abiertas del Inaoe. Los microbolómetros –sensores de radiación térmica-, dice Torres Jácome, son el alma de las cámaras de visión nocturna y las diseñan para prevenir incendios forestales y otras aplicaciones. “La temperatura de las células cancerígenas es ligeramente superior a las sanas y con ello podrán detectar dónde están sin que, por ejemplo, una mujer embarazada pase por los rayos x”. Actualmente, el laboratorio de nanoelectrónica del Inaoe trabaja en los pixeles con una resolución que  haga competitivas las cámaras en comparación con dispositivos que ya se utilizan para estos fines en otras partes del mundo. “La primera parte es el material. El que responda más a estas temperaturas ya lo tenemos. Trabajamos en el prototipo del pixel; es decir, el detector  que nos dé las mejores características de sensibilidad para generar imágenes de buena calidad” dijo el directivo en entrevista para Forbes México. La aportación del Inaoe radica en el diseño estructural para que las cámaras de infrarrojo respondan rápidamente. No son tan veloces como una cámara fotográfica, pero en el caso de ésta, reaccionarán en  microsegundos, lo que significa ser más rápidas que los dispositivos de visión nocturna  actuales. La proyección del Inaoe es vender el prototipo de la cámara térmica con alta resolución a precios económicos al sector salud, pero aún deben de integrar las lentes, para que en un lapso de dos años el proyecto tenga resultados concretos. Además, Torres Jácome señaló que para superar la fase de prototipos y montar una planta de producción que cimiente una industria electrónica mexicana, se requieren 50 millones de dólares. “Nos daría lo suficiente para tener un proyecto que fuera autosustentable; no requeriríamos de más apoyo, sería suficiente para mantener el equipo, los insumos,  tal vez dar becas a los estudiantes y seguir desarrollando más tecnología e infraestructura para sentar las bases de una industria electrónica nacional que no existe”.

 

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