El científico mexicano asegura que las diferencias políticas han dificultado que el mundo llegue a un acuerdo para detener el avance de un fenómeno que trae consigo grandes costos económicos.   No atender el Cambio Climático podría traer consecuencias desastrosas para la humanidad. La intensidad de los huracanes Ingrid y Manuel que azotaron el puerto de Acapulco, Guerrero, a finales de septiembre de este año, son sólo una muestra de la devastación que puede provocar. “Somos mucho más vulnerables y no le estamos haciendo mucho caso”, asegura en entrevista con Forbes.com.mx Mario Molina Henríquez, ganador del Nobel de Química 1995. El científico mexicano asegura que las diferencias políticas a nivel mundial han dificultado que el mundo llegue a un acuerdo para detener el avance de un fenómeno que no sólo modifica la temperatura de la Tierra, sino que trae consigo grandes costos económicos derivado de sus consecuencias. Tan sólo el paso de los dos últimos  meteoros por el país, tendrá un costo de 75,000 millones de pesos (mdp) derivados de los daños materiales, de acuerdo con cifras dadas a conocer por la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS). Sin embargo, no todo está perdido. Mario Molina vislumbra una fórmula que la sociedad tiene en sus manos para detener el avance del Cambio Climático y aminorar sus efectos en los fenómenos climatológicos. Conócela.   Sube la temperatura En el periodo de 1980 y 2000 la población mundial pasó de 4,400 a cerca de 6,000 millones de personas, mientras que la sociedad actualmente ya sobrepasa los 7,000 millones de habitantes y la Organización de las Naciones Unidas (ONU), proyecta que para 2050 alcance el planeta los 9,600 millones de seres humanos. Este crecimiento poblacional ha ocasionado que las actividades industriales se incrementen: “la Revolución Industrial cambió la concentración de dióxido de carbón, pero hoy tenemos aproximadamente 40% más de lo que  ha habido en millones de años, debido principalmente a la quema de combustibles fósiles”, dice Mario Molina. Esto ha traído consigo que la temperatura se incremente en los últimos años 0.8 °C, debido al cambio de la concentración química de la atmosfera que impide que la radiación infrarroja que emite el Sol sea absorbida en las proporciones que lo hacía anteriormente. Es así, que los fenómenos naturales intensifiquen sus efectos, como puede suceder en periodos de sequía prolongados o lluvias severas que causan inundaciones severas en diversas regiones del planeta. “Es quizá el problema más serio que enfrenta la humanidad en este siglo”, advierte el ingeniero químico que ha sido académico el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) en Estados Unidos.   La ecuación Molina considera que la ecuación  para vencer el Cambio Climático no es difícil de establcer, hay dos variables que el químico establece en ella: un uso más eficiente de la energía, así como la utilización de energías alternas. Inclusive no descarta que el uso de la energía nuclear pueda ser una opción, a pesar de la polémica en torno a los peligros que representa para el ser humano. El costo que podría requerirse para poner en marcha las acciones contra el cambio climático requieren entre el 1 y 2% del Producto Interno Bruto Mundial (PIB) en el mundo. Y de poner manos a la obra, el científico afirma que el escenario podría ser aún más drástico con el aumento de la temperatura del planeta, lo cual se podría traducir en incrementos de 5 o 6° centígrados. El científico mexicano sabe que algunas naciones aún conservan dudas sobre el costo de las políticas públicas para detener el calentamiento global, pero Molina se resiste a pensar que sea costoso. “No hay por qué hacer sacrificios ni disminuir el desarrollo económico, pero hay que hacerlo con mucha creatividad y eso ya está bien demostrado, y sí hay recetas para hacerlo de manera adecuada”, asegura. En este caso se refiere al impulso que se le puede dar a la ciencia como una solución que beneficiaría a las clases más desprotegidas que se ven afectadas por los fenómenos naturales. “La pobreza no se va a poder eliminar fácilmente si no se enfrenta el problema del cambio climático, porque la gente con pocos recursos es la que está sufriendo cada vez más”, dice el Nobel de Química. Los cambios que pueden hacer los gobiernos y la sociedad Mario Molina los ve como una apuesta que se arroja en una ruleta en donde la suerte no es importante, sino la voz de la ciencia en la búsqueda de algo en particular: “La economía es importante, pero más allá de los números es preservar la vida en el planeta”.

 

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