Puedes adquirir un auto de contado o a crédito, bajo arrendamiento (leasing) o quizá mediante autofinanciamiento, pero ¿cómo saber cuál es la forma que más te conviene?   Para comprar un vehículo existen varias formas. Una podría ser al contado, es decir, pagar la totalidad del automóvil en una sola transacción. Si eliges esta opción puedes ahorrar dinero por no tener que pagar los intereses que sí son parte de un crédito. La segunda opción es a través de uno de los esquemas de financiamiento que existen, pero primero recuerda que todo buen crédito nace a partir de saber si tenemos los recursos económicos necesarios para pagar puntualmente todos los meses. Otro punto esencial es que el coche que compres cumpla con tus necesidades de transporte, seguridad, comodidad y rendimiento. Recuerda también que hay costos adicionales que tomar en cuenta, como la compra de un seguro, los mantenimientos, la tenencia (depende de las políticas del estado donde vivas), etc. Si decides que el crédito es tu mejor opción, puedes acudir, por ejemplo, a un banco o directamente con las agencias automotrices. Bien vale la pena comparar los esquemas, plazos y costos que cada una te ofrece para elegir el que más te convenga. Generalmente, para tramitar tu crédito necesitarás tener una cuenta bancaria abierta, comprobante de identificación oficial, comprobar ingresos, tener un historial atractivo en Buró de Crédito, o contar con un aval (alguien que se haga responsable del crédito en caso de que no cumplas con los pagos). Otra opción es el arrendamiento (leasing), un instrumento a través del cual una empresa arrendadora compra el coche y concede su uso a otra (arrendatario o cliente), durante un plazo forzoso a cambio de una renta que las partes fijan por un tiempo determinado. Esta renta incluye cosas como: el seguro, los costos de investigación para el crédito, las comisiones, placas y tenencia, etc. ¡Ojo!, que éstos pueden variar según cada empresa. Una vez que termina el plazo, tú (el arrendatario/cliente) tienes la opción de devolver el vehículo a la arrendadora o comprarlo, pagando un monto que, por lo general, ya está establecido en el contrato. A diferencia de comprar un coche al contado, con el arrendamiento estarás obligado a darle el mantenimiento necesario en agencia. Adicionalmente, no podrás modificarle o cambiarle nada al automóvil. Una opción diferente es el autofinanciamiento: no es un crédito sino un sistema de comercialización de automóviles que consiste en la formación de grupos de personas que aportan periódicamente dinero para que las administre un tercero durante un tiempo determinado. Las aportaciones que realizan cada mes los integrantes del grupo son administradas a través de un fideicomiso bancario. Con el dinero que se recaudó cada mes, este tercero compra varios coches que serán entregados a los integrantes del grupo. ¿Y cómo saber si te darán un auto a ti? Bueno, hay tres maneras con que asignan los coches: por sorteo, por subasta, o por pago puntual o antigüedad. Una vez adjudicado el automóvil, podrás terminar de pagarlo en el plazo elegido, mediante pagos congelados. Como puedes ver, opciones hay muchas. Solamente falta que elijas la mejor para ti.   Contacto: Twitter: @BurodeCreditoMX Facebook: Buró de Crédito México Página web: Buró de Crédito   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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