¿Qué pasa con las empresas tecnológicas cuando crecen en desorden y surgen los riesgos, como demandas, golpes a la reputación y desmotivación de los empleados? Reuters SAN FRANCISCO.- Cuando el jefe de operaciones de Square Keith Rabois dejó su trabajo el mes pasado citando amenazas legales de un joven colega con el que había tenido una relación de dos años, llamó la atención sobre los riesgos asociados con la relajada cultura de las ‘startup’ que muchos emprendedores adoran. Las ‘startups’, o jóvenes empresas vinculadas a Internet financiadas con capitales de riesgo, suelen crecer en un ambiente sin reglas ni límites. Pero los expertos señalan que cuando pasan de tener un puñado de personas en una habitación a ser empresas más grandes, los peligros de funcionar sin manual —que incluyen demandas, golpes a la reputación y desmotivación de los empleados— crecen de forma exponencial. Los empleados antiguos a veces se molestan por la llegada de técnicos de recursos humanos, códigos de conducta y otras normas que temen se impongan sobre la cultura de la empresa. Sin embargo, emprendedores e inversores dicen que en realidad tienen pocas opciones. Por ejemplo, las oficinas de Palo Alto que alquiló en sus inicios Facebook tenían en sus paredes murales de mujeres desnudas, algunas montando sobre perros. Por muy orgullosos que estuvieran entonces los primeros empleados, acabaron tapándose con pintura poco después de que la firma de capital riesgo Accel Partners invirtiera en la compañía. Facebook no tenía comentarios inmediatos sobre el tema. El alcohol es otro tema polémico. “Solíamos tener fiestas de bienvenida para los nuevos empleados”, comentó Dheerak Pandey, presidente ejecutivo de la firma de virtualización Nutanix. Buena parte de esas ceremonias giraba en torno a tragos de tequila. Pero cuando la empresa alcanzó unos 100 empleados, algunos de los nuevos no quisieron participar y él empezó a considerar la cuestión de las responsabilidades legales, así como problemas que van desde empleados que se sienten excluidos si no beben a los incidentes que a veces acompañan a la ebriedad. En la empresa de gestión de medios sociales Hootsuite, de 250 empleados, el fundador Ryan Holmes dijo que nunca quería trabajar en una empresa con un departamento de recursos humanos. “Ese (comentario) se me ha vuelto un poco amargo ahora”, comentó. Política de Recursos Humanos Hace un año, Holmes hizo de su asistente ejecutiva directora de recursos humanos. Esa estrategia de ascensos internos es habitual para recursos humanos, según varias ‘startups’. Aunque ha aceptado varias sugerencias en esta materia, se resiste en otras. Los empleados de Hootsuite acuden a viajes para fomentar el espíritu de equipo. Es una de las cosas que las empresas grandes cortan —Google suspendió sus famosos viajes de personal en el 2009—, a menudo por el costo y diversos riesgos legales. Parte de la filosofía es que las empresas jóvenes quieren fomentar una actitud de “pensar diferente”, explican los empleados. “Por diseño, quieren diferenciarse de empresas grandes como las ‘HPs’ que tienen gruesos manuales de empleados”, dijo Brian Samson, presidente ejecutivo de recursos humanos para startups, refiriéndose a la empresa de computadores personales Hewlett Packard. A menudo, estas empresas enfrentan lo inevitable con una estrategia cuidadosa y suave ante las nuevas políticas. “He intentado asegurarme de que no hablamos de normas”, comentó Evan Wittenberg, responsable de recursos humanos en la firma de computación en nube Box. “El lenguaje en torno a esto importa de verdad. Son guías”. Las consecuencias de ignorar la política de recursos humanos y otras prácticas de grandes empresas pueden ser duras. Rabois dijo que dimitió a su puesto después de que un ex novio al que había recomendado para un empleo en Square amenazara con demandarle por acoso sexual. Un portavoz de la empresa declinó indicar qué políticas de recursos humanos tenía la empresa, así como hacer comentarios sobre el asunto. Square tenía unos 30 empleados cuando llegó Rabois, y unos 400 ahora. Muchas de las grandes organizaciones, no sólo empresas sino que también agencias de gobierno o entidades sin fines de lucro, tienen firmes políticas sobre romances en la oficina y los prohíben si una de las partes cuenta con cualquier tipo de autoridad supervisora sobre la otra. “Puedes quedar expuesto si la relaciona termina mal y si tienes una persona en una posición de poder sobre otra”, dijo la abogada experta en temas laborales de San Francisco Therese Lawless. “Cualquier acción de esa persona que ostenta el poder podrían ser sensible de ser catalogada como represalia”.

 

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