Imagina ser víctima de agresión y no poder comunicarlo a nadie porque tu lenguaje es inteligible, no poder alejarte de quien te agrede por tus movimientos lentos, no entender que estás siendo sujeto de abuso sexual.   Por Irene Torices Rodarte*    El abuso sexual hacia personas con discapacidad (PCD) es al menos dos veces más frecuente que en el resto de la población, los factores que influyen en este hecho se relacionan con las deficiencias que la propia discapacidad impone y también con la actitud de la sociedad, que sigue considerándoles como asexuales. Imagina ser víctima de agresión y no poder comunicarlo a nadie porque tu lenguaje es inteligible, no poder alejarte de quien te agrede por tus movimientos lentos, no entender que estás siendo sujeto de abuso (por tu familia, personal de salud etc.) porque tu cuerpo ha sido tocado sin tu consentimiento y que nadie te diga que tienes derecho a decir no y que tu cuerpo merece respeto. Esta es la realidad de innumerables niñas, niños y jóvenes con discapacidad en México. La falta de educación de la sexualidad impide desarrollar estrategias preventivas antes que el abuso ocurra e incluso para que no se repita.   La realidad de México en cuanto a discapacidad   En México existen casi 11 millones de personas con discapacidad, más del 10% son menores de 29 años, 1 de cada 5 no asiste a la escuela y más del 30% no cuenta con servicios de salud (INEGI, 2010). ¿Por qué cobran relevancia estas cifras? 1.       Porque la educación que proporciona el estado debe incluir programas formales de educación de la sexualidad. 2.       Porque la atención a la salud debe considerar a la población con discapacidad y estrategias específicas para su salud sexual y reproductiva. 3.       Porque a la fecha los puntos antes citados siguen siendo una utopía para la mayoría de la población con discapacidad.   Estrategias que pueden cambiar el presente y el futuro México cuenta con dos programas de formación profesional en discapacidad y sexualidad, a nivel maestría y a nivel diplomado, ambos con reconocimiento de instituciones en educación superior, han egresado 13 profesionales con grado de maestría y 56 con grado de diplomado, 7 han logrado instituir programas formales en educación de la sexualidad en 4 centros de atención múltiple, 2 unidades de servicios de apoyo a la educación regular y un centro de rehabilitación y educación especial, su trabajo en coordinación con nuestro grupo favoreció en el 2012 a 1 770 personas, 812 de ellas con discapacidad. Multiplica este número por 32, si en cada estado de la República Mexicana existieran igual número de centros con profesionistas calificados estaríamos atendiendo anualmente a 30,656 familias y profesionistas relacionados con PCD y a 25,984 personas con discapacidad, previniendo a través de sus acciones el abuso sexual y cualquier otro riesgo, incluyendo las infecciones de transmisión sexual. Formar a cada especialista en el programa de diplomado representa un costo total de 2,100 dólares estadounidenses, la formación de los 7 especialistas a cargo de programas formales en sus centros de trabajo representó una inversión de 14,700 dólares estadounidenses, la atención a la sexualidad de las personas favorecidas fue menor a 6 dólares estadounidenses anuales, incluyendo a las PCD. Los costos de atención al abuso sexual y la promoción de una sexualidad saludable pueden ser de 6 dólares estadounidenses anuales si en cada centro que ofrece atención educativa especial o de rehabilitación del país, se contara con servicios especializados para la atención a la sexualidad de las PCD. La formación profesional en discapacidad y sexualidad garantiza la toma de decisiones de las PCD respecto a cualquier aspecto relacionado con su sexualidad, favorece el desarrollo de todo el potencial individual sobre la base de los derechos humanos y la creación de servicios profesionales de orientación, educación y consejería en sexualidad de la misma calidad que para el resto de la población.  * Irene Torices Rodarte es directora general de Geishad y emprendedora social Ashoka.   Contacto:    Facebook:  AshokaMX Twitter: @ashoka_mx e-mail: [email protected] Página web: http://mexico.ashoka.org/     *Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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