Por: Xavier Ordóñez

Los engranes que mueven a una organización requieren que el trabajo de los líderes empresariales sea preciso, que se enfoquen en sus funciones específicas pero que al mismo tiempo mantengan una mente abierta para colaborar con sus iguales y no perder de vista lo que ocurre dentro y fuera de las paredes de la organización.

Cualquier alteración interna o proveniente del exterior, como la pandemia en curso por Covid-19, afectaría dramáticamente la marcha de la maquinaria empresarial. Esto lo experimenta de primera mano el director de Compras, o Chief Procurement Officer (CPO), quien puede ser altamente susceptible a estos eventos.

El CPO es un elemento clave en la responsabilidad de proveer todos los recursos necesarios para la continuidad del negocio, debe estar atento todo el tiempo a los requerimientos de las unidades empresariales, así como de mantener una relación de comunicación constante con socios y proveedores para realizar ajustes y acuerdos que logren empatar el requerimiento con los pedidos.

De acuerdo con el reporte The Deloitte Global Chief Procurement Officer 2019, de Deloitte, los CPOs denominados de alto rendimiento han desarrollado capacidades fundamentales que los convierten en piezas clave para el funcionamiento, crecimiento y continuidad del negocio, al tiempo de darle los recursos para superar las complejidades de personal calificado, tecnología, conectividad y de procesos adaptados.

Tales capacidades se dividen en lo siguiente:

Tomar el control del entorno

La complejidad externa jamás había sido tan disruptiva como bajo el contexto actual de Covid-19, que incluso se ha cuestionado de fondo cómo funcionan las cadenas de suministro por ser amplias, dinámicas e interdependientes, características que han probado poner los procesos bajo riesgo de sufrir interrupciones en un cualquier momento. De ahí que los CPOs estén creando tácticas que les ayuden a afrontar eventos económicos, políticos o naturales inesperados como manuales de estrategias y planes de contingencia.

Asimismo, reconocen la importancia de evaluar los cambios estructurales en su base de suministro a fin de reducir su exposición al riesgo a través de una valoración de la cadena de valor de la que depende su organización, con el propósito de determinar cómo pueden fortalecer la seguridad del negocio y sus relaciones comerciales.

No todo viene de afuera

Dentro de la organización, los directores de Compras están asumiendo el rol de proveedores de servicios para el resto de las áreas de negocio, como TI, recursos humanos, finanzas y operaciones.

Estos líderes están aprendiendo a hablar el lenguaje de la C-Suite a fin de conocer sus requerimientos, alinear sus respectivos objetivos y de la propia compañía, y concientizarlos respecto a hacer los procesos de compras más veloces y colaborativos.

Cuestión de talento

Retener al personal calificado y reclutar a nuevos colaboradores es una tarea que demanda tiempo y esfuerzo a los CPOs. Requieren personal que cuente o con habilidades fundamentales analíticas y técnicas, además de soft skills como comunicación, manejo de conflictos, inteligencia emocional, negociación y trabajo en equipo, entre otras.

Los CPOs deben generar resultados y valor con los recursos que están a su disposición. Para ello, buscan asegurar que sus inversiones en talento estén alineadas con los objetivos y estrategia del negocio.

Asimismo, están ampliando la red de búsqueda de talento al renovar y elevar las aptitudes de la fuerza laboral mediante la capacitación, desarrollar canales de reclutamiento (como universidades locales), así como contratar empleados externos o temporales y servicios de tercerización de procesos de negocios, o BPO (business process outsourcing).

Influencia en la transformación digital

Los CPOs han iniciado un diálogo con sus organizaciones para ejecutar estrategias enfocadas en la “transformación digital de las adquisiciones”, donde se utilizan aplicaciones de TI para automatizar proceso de compra, ampliar las herramientas digitales y servicios a stakeholders internos y proveedores, e integrar tecnologías digitales.

Pueden identificar con precisión las áreas en las que tecnologías específicas ayudarán a automatizar procesos. La sinergia entre el CPO y el CIO permite evaluar las condiciones para integrar nuevas capacidades a la organización y establecer un roadmap definido hacia la optimización de los procesos del área de compras que impactarán a la empresa en su conjunto.

La visión de 360 grados que tiene el CPO del negocio y su conocimiento de los mecanismos que lo impulsan, le permiten hoy desempeñar un rol aún más estratégico y contar con las características que lo hacen el líder visionario que la empresa necesita hoy más que nunca.

Contacto:

Xavier Ordóñez, Socio Líder de Cadena de Suministro en Consultoría, Deloitte México y Daniel Martínez-Ceballos, Gerente de Cadena de Suministro en Consultoría, Deloitte México*

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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