Por Gustavo Almaraz Petrie*

Un sector empresarial transparente y ético es esencial para impulsar el desarrollo de México. Operar en un marco de legalidad y respeto al Estado de Derecho, en cumplimiento con las normativas nacionales e internacionales vigentes e implementando las mejores prácticas globales -elemento que permea desde las grandes empresas hacia las PyMEs-, es esencial para promover la formalidad, la innovación, la sustentabilidad, y ambientes laborales incluyentes y diversos, entre muchos otros beneficios. 

En el Comité de Legalidad y Estado de Derecho de American Chamber/Mexico, trabajamos para compartir nuestras mejores prácticas y contribuir con las autoridades para el diseño de políticas públicas que refuercen la legalidad en nuestro país. Para ello, el principal reto es la lucha anticorrupción.

De acuerdo con el Índice de Percepción de la Corrupción, elaborado por la organización civil global Transparencia Internacional, en los últimos años, la posición de México en el ranking de corrupción a nivel mundial ha descendido. Mientras en 2015, obtuvo una calificación de 31 puntos (lugar 111 de una lista de 180 países), en 2018, obtuvo 28 puntos, cayendo 27 lugares en esta lista para llegar a la posición 138. Esta puntuación ha situado a nuestro país como el más corrupto entre los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y del G-20, junto con Rusia, según la organización Transparencia Mexicana.

La corrupción tiene un alto costo para todos los mexicanos. El informe “Las personas y la corrupción: América Latina y el Caribe”, publicado en 2017 por Transparencia Internacional, señala que México cuenta con un alto índice de corrupción en la prestación de servicios públicos, particularmente en el caso de escuelas, atención de la salud y documentación personal. 

El costo derivado la corrupción por contacto con autoridades de seguridad pública, así como por trámites vehiculares, de educación pública o registro civil, a lo largo de 2017, fue de 7,218 millones de pesos, equivalente a 2,273 pesos promedio por persona afectada y a 0.4% del PIB, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

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Para México, debe ser muy claro que combatir prácticas de corrupción genera beneficios como: atracción del talento adecuado; incremento de la productividad; mayor alineación y compromiso; y atracción a los inversionistas.

Para nuestras empresas, es preferible perder una oportunidad de negocio a incurrir en actos de corrupción; el compromiso de las empresas y cada actor involucrado -colaboradores, proveedores, clientes-, contribuye a construir círculos virtuosos a favor del desarrollo de México. 

¿Cómo podemos garantizarlo? 

Las empresas pueden garantizar su cumplimiento con todos los marcos normativos a través de la suscripción a estrictos códigos de conducta, creación y fortalecimiento del área de cumplimiento, capacitación y verificación de las normas bajo las que operan sus proveedores, campañas permanentes a favor del cumplimiento en los espacios de trabajo, y una eficaz colaboración y transparencia frente a las autoridades. En AmCham, nuestras empresas socias están suscritas al Código de Ética de la Cámara, y son promoventes de iniciativas globales de transparencia de afiliación voluntaria en todas las industrias (como la Iniciativa Global de Transparencia para las Industrias Extractivas o el Consejo de Transparencia de la Industria Farmacéutica en México, por mencionar solo algunas). 

El compromiso debe de ser de doble vía. Para que el entorno empresarial avance en esta dirección, se necesitan instituciones públicas fuertes, transparentes y que den certidumbre a las operaciones de los negocios con reglas claras. 

Por ello, celebramos el Padrón de Integridad Empresarial presentado por la Secretaría de la Función Pública, que es uno de los esfuerzos del Gobierno Federal por utilizar un registro de proveedores íntegros para prevenir la corrupción en las contrataciones públicas. Quienes participen podrán obtener un distintivo de empresas confiables, además de contribuir en la construcción de una sociedad más honesta.

México tiene el potencial de transformarse y obtener grandes beneficios al cerrar la puerta a la corrupción. En este sentido, el rol clave de las empresas es fomentar internamente, así como en su cadena de valor, más y mejores prácticas de integridad y transparencia que mejorarán su desempeño de negocio, reducirán gastos de operación e incrementarán su rentabilidad.

  Contacto: Twitter: @gustavoalmarazp  

*El autor es Presidente del Comité de Legalidad y Estado de Derecho de American Chamber/Mexico.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

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