- Jurídico. Formado por un conjunto de normas que tienen como fin regular los vínculos naturales de la empresa con el entorno ambiental, con los derechos humanos de las comunidades en las que trabaja y con el cuidado del planeta.
- Ética empresarial, que consiste en crear un sistema de compliance legal eficaz y ético al que se debe ajustar congruente y consistentemente el gobierno corporativo; a quien, además, corresponde dirigir, aplicar y dar a conocer ese sistema de compliance vivencial, no cosmético, tanto a los empleados, stakeholders, clientes y proveedores, y al público en general.
De ética empresarial a solvencia organizacional
En cuestiones empresariales no se tiene arraigado ni empoderado el concepto de la “ética empresarial”, sin embargo, ninguna persona jurídica pude prescindir de ella.
¿Qué es la ética empresarial? De acuerdo con el antiguo esquema de Responsabilidad Social Empresarial (RSE), se trataba de una actividad parecida a la caridad o a la filantropía. Su punto de partida era la idea acerca del beneficio social de la empresa, totalmente diversa a la que hoy día nos ofrece el modelo denominado Valor Compartido.
Dilemas de la ética empresarial
Hace apenas una década, la mayoría de los empresarios, las organizaciones empresariales y patronales, así como algunas escuelas de negocios, planteaban el antiguo modelo de RSE como el resultado de las buenas conciencias de los empresarios, a quienes se instaba a asumir una postura filantrópica para que incluyeran algunas acciones de carácter social que beneficiaran a los grupos más desfavorecidos que pudieran verse afectados, de algún modo, precisamente por la actividad lucrativa, extractiva o productiva de la empresa.
La idea era, entonces, “tender puentes” entre la empresa y la sociedad. Sin embargo, actualmente el modelo de Valor Compartido nos ofrece una vía de acoplamiento más eficaz, por medio de la cual las comunidades y los ecosistemas se incorporan plenamente a la vida empresarial. Ello significa que la actividad social es parte (connatural) de la empresa, y no una función añadida artificialmente.
Valor Compartido (Shared Value)
En el modelo de Valor Compartido la empresa no es un ente que se enquista en un entorno y vive de él por lo que, de alguna manera, debe compensarle reforestando, donando, construyendo alguna obra de beneficencia pública o un espacio recreativo. Por el contrario, es un elemento connatural del ecosistema que produce beneficios a éste, a la vez que genera ganancias para sí; es una visión de beneficio recíproco congruente y consistente.
Por ejemplo, en términos ecológicos, la empresa ha dejado de ser considerada como un ente ajeno al entorno para considerarse un elemento biótico (bioma) del ecosistema en el cual trabaja, se desarrolla y produce. Esta manera orgánica de considerar la novedosa RSE se apoya en dos pilares: