Por Salvador Hernández* Todos hemos oído hablar de Bitcoin, esa criptomoneda que aparece cada vez con más frecuencia en los noticieros, debido a que muchos tecnólogos aseguran que puede convertirse en un sistema de intercambio universal capaz de suplir al dinero tal y como lo conocemos en la actualidad. Lo que es menos conocido, es la tecnología donde subyace Bitcoin, y a la que debe en gran medida su éxito: Blockchain. Esta “cadena de bloques”, se ha convertido en un objeto de intenso interés en todos los sectores industriales, principalmente en el de los servicios financieros; y a tal grado, que 30 de los bancos más grandes del mundo se han unido para diseñar y construir soluciones Blockchain (y hasta Microsoft ha lanzado un concepto de Blockchain-as-a-Service basado en el cómputo en la nube). En una concepción bastante simple, podría decirse que Blockchain es una manera de realizar transacciones (no solo de índole económica) sin la necesidad de un intermediario: se trata de una gigantesca base de datos distribuida que representa un ledge (libro de cuentas) digital en el que todos los registros (bloques) están enlazados. Lo que hace interesante a esta base de datos, es que no existe una autoridad central para validar cada interacción: son sus mismos usuarios quienes se encargan de verificarlas. En otras palabras, es un excelente ejemplo de trazabilidad basada en los principios de vigilancia colaborativa llevada a la práctica de una manera digital. Esto es posible debido a que posee copias idénticas de cada interacción mantenidas en múltiples sistemas informáticos controlados por diferentes entidades. Así, cualquier persona que participe en un Blockchain es capaz de revisar las entradas en éste, pero solo puede actualizarlas por consenso de la mayoría de los participantes. Una vez ingresada, la información nunca puede borrarse, por lo que contiene un registro preciso y verificable de cada transacción que se haya realizado. Como es de esperarse, la tecnología Blockchain supone una serie de beneficios para cualquier industria: disponibilidad (si el nodo en una red de participantes falla, los demás pueden seguir operando); transparencia (sus transacciones son visibles para todos los usuarios); seguridad (funciona con protocolos criptográficos que la hacen prácticamente inexpugnable); inmutabilidad (es casi imposible realizar cambios sin detección generalizada); y, digitalización (casi cualquier documento o activo puede ser expresado en código y referenciado como una entrada en el ledge). Sin embargo, es la industria financiera una de las que más beneficios puede obtener con la presencia de esta tecnología, debido a ciertas ventajas que pueden hacerla evolucionar hacia un gran número de aplicaciones:
  • Manejo de datos personales y confidenciales: Incluyendo el manejo de datos biométricos para fines de autenticación de identidad. Siendo las aplicaciones de datos biométricos uno de los temas más complejos de legislar para las autoridades de los diferentes países, por las implicaciones fundamentales en relación con los derechos humanos individuales. Blockchain puede al menos garantizar su manejo seguro y confidencial.
  • Nuevas oportunidades de ingresos. Al eliminar el involucramiento de una gran cantidad de intermediarios y la necesidad de una infraestructura más compleja, las transacciones a través de Blockchain pueden generar ahorros evidentes en los pagos transfronterizos y el cumplimiento de normas no sólo para bancos, sino también para aseguradoras, casas de bolsa y otras instituciones financieras.
  • Transacciones casi instantáneas. Blockchain es capaz de simplificar drásticamente los procesos administrativos y reducir el riesgo de liquidación, optimizando así el comercio de valores en las empresas enfocadas a transacciones costosas, lentas o poco confiables, o que atienden mercados con sistemas de pagos poco desarrollados o con un gran número de clientes no bancarizados.
  • Smart contracts (contratos inteligentes). Estas piezas de software, que no son contratos en el sentido estrictamente legal, usan protocolos de consenso a través de tecnología Blockchain, permitiendo que las partes acuerden términos y confíen en que se ejecutarán automáticamente, con un riesgo reducido de error o manipulación. Las aplicaciones pueden ser de lo más variadas: desde pagos de alquiler automatizados y validación de elegibilidad crediticia, hasta préstamos capaces de transferir la propiedad del activo en caso de incumplimiento.
Blockchain es un fenómeno que está creciendo de manera exponencial, y su sola presencia puede transformar conceptos tan arraigados en la actualidad como la contabilidad y las auditorías. Se trata de un nuevo modelo de economía basado principalmente en la trazabilidad digital de la confianza y la confidencialidad, y cualquier parte interesada en la industria financiera debe seguirla de cerca y comprometerse con el ecosistema digital que está creando a su alrededor. Claro: solo si desea mantener su nivel de competitividad en un mundo tan cambiante como el que enfrentamos. *Socio Líder de Estrategia y Operaciones en Servicios Financieros en Consultoría, Deloitte México.   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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