Notimex.- El economista en jefe de BBVA Bancomer, Carlos Serrano, estimó que la deuda pública como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) cerrará el año en 45.8%, nivel inferior respecto al 46.2% de 2017. Al presentar el informe “Situación México, tercer trimestre del 2018”, señaló que la reducción de la deuda pública al concluir el año será inferior al decremento que observó en 2017, debido a una ligera desviación de la consolidación fiscal gubernamental que se observó a lo largo de la primera mitad del año en curso. “El gobierno federal tendrá que redoblar los esfuerzos de consolidación fiscal en el segundo semestre, para alcanzar el superávit primario propuesto de 0.8%”, aseguró, en donde destaca disminuir el gasto corriente, principalmente. También puedes leer: La deuda pública es insostenible, advierte el CEEY El analista destacó que las medidas desarrolladas para revertir la trayectoria de la deuda en los últimos años, y la apreciación del peso, jugarán un papel fundamental en el descenso esperado de la misma. Por otra parte comentó que tras los datos preliminares de la economía al segundo trimestre del 2018, el crecimiento anual del Producto Interno Bruto (PIB) podría ser menor al esperado por la institución (de 2.6%); mientras que la inflación general seguirá a la baja, luego del repunte que reportó en julio pasado. “La inflación general seguirá cayendo hasta llegar un nivel cercano a 4.0%… por lo mismo, esperamos que el Banco de México (Banxico) mantendrá la pausa monetaria el resto del año”, señaló. Serrano Herrera refirió que el instituto central podría comenzar a recortar el objetivo de la tasa de referencia local hasta el segundo trimestre del 2019, en tanto que a lo largo de ese año podría realizar movimientos de política monetaria por hasta 75 puntos base. “El Banxico guiará la tasa hacia un nivel más neutral, e incluso si la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) es exitosa antes del tiempo esperado, el ciclo de bajas podría ser más pronunciada”, aseguró. El economista de BBVA Bancomer destacó además que a pesar del complejo contexto externo, México sigue atrayendo capital e inversión extrajera, donde tan solo en julio entraron mil millones de dólares y no ha habido salida de capitales. “México está teniendo un comportamiento diferente al de otras economías emergentes a pesar de la incertidumbre, ello es reflejo de las perspectivas positivas sobre el crecimiento del país, de la situación fiscal e incluso del rumbo del peso”, explicó. Subrayó también que la transición de gobiernos no será factor de desestabilización financiera o económica para el país, ya que ambas variables responden a cuestiones externas, como la incertidumbre respecto al TLCAN o el desarrollo de una guerra comercial. Así, los mensajes de la nueva administración por continuar con la tendencia a la baja de la deuda pública han sido bien recibidos por los mercados y han dado una señal positiva con plantear un próximo presupuesto público con superávit primario. “Es importante mantener la trayectoria descendente…., es necesario, sobre todo, porque ante escenarios financieros abruptos o de tensión, lo mejor para el país está en conservar mejores cuentas fiscales y de deuda”, concluyó.

 

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