Muchas personas me han preguntado cómo saber si su deuda es buena o mala. Si tampoco lo distingues, pregúntate algo muy sencillo: ¿te avergüenza decir por qué debes ese dinero? Si la respuesta es sí, ahí tienes tu primera pista. Una de las principales situaciones que avergüenza a los estadounidenses es precisamente su deuda de la tarjeta de crédito, de acuerdo con una encuesta de la National Foundation for Credit Counseling. Y si hiciéramos un sondeo así en México, probablemente la respuesta sería la misma. El problema no es que asociemos la deuda con eso, sino que no nos preguntemos por qué lo sentimos. A menudo –no siempre–, el hecho de que queramos esconder nuestro estatus crediticio indica que estamos en una mala situación por algún gasto irresponsable. Que tu deuda sea “buena” significa que antes de tomarla hiciste un plan, revisaste tu capacidad de pago, vas al día con tus aportaciones y es para algo útil como tu educación o para aumentar tu patrimonio. Si la tienes por alguna emergencia, es un caso aparte. Pero, para efectos prácticos, sentirte avergonzado de tus deudas es un total estorbo en tu camino a la libertad financiera, porque intentas ignorar la situación, no hablas de ello con quienes podrían ayudarte, no pides asesoría e incluso lo escondes de tu pareja o familia. Si quieres salir de ese lío en el que estás, el primer paso es aceptarlo. Para hacerlo, ten en cuenta que:
  1. No estás solo: La mitad de las familias mexicanas tiene algún tipo de deuda y el 8% están sobreendeudadas. Si tú estás en esa situación y nadie sabe, ¿quién dice que “tu vecino” no?
  2. De los errores se aprende: Probablemente te endeudaste porque no tenías claro cómo funcionaba tu tarjeta de crédito o sentiste que tenías mucho dinero en las manos. Después de esto entenderás que los plásticos sólo son medios de pago, que los préstamos tienen un costo y que ninguno de estos instrumentos son ingresos extra.
  3. La deuda “mala” no indica que tú eres una persona “mala”: El hecho de que te hayas endeudado de manera irresponsable no significa que seas una persona irresponsable; probablemente sólo te faltó más orientación en el tema.
Ya que aceptes que tienes una deuda, el siguiente paso es limpiarla. Acércate a tu banco, a la institución financiera o a la persona a la que debes el dinero y plantea un nuevo plan de pagos. Quítate la vergüenza y empieza hoy con un: ¡Hola!, soy Freddy y estoy endeudado.   Contacto: Correo: [email protected] Twitter: @ComparaGuru Facebook: ComparaGuru Página web: ComparaGuru.com Blog: ComparaGuru.com   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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