Escribo estas líneas en Washington DC, el 6 de enero a las 7pm, en esta fecha tan emblemática para muchos mexicanos, ya que celebramos el Día de Reyes. Esta fecha pudiera presentar dos visiones interesantes de configuración social, por un lado, dado el origen español de esta celebración, esta fecha conmemora a los máximos representantes de la Monarquía, a los Reyes, que en la edad media eran amos y señores de sus territorios, y que centralizando el poder económico y político ejercían su poder. Por otro lado, con una connotación religiosa de fe, el Día de los Reyes celebra la humildad de los Reyes de Oriente, que rinden tributo al nacimiento de Jesús, el hijo de Dios. Así, estas dos visiones de un mismo evento, poder y fe, extrañamente terminan siendo tema de reflexión ante los eventos ocurridos hace unas horas en el Capitolio, cede del Congreso de los Estados Unidos de América.

El Poder

Después de la reciente elección presidencial en EU, el día de hoy marcaba la fecha para la formalización del conteo de votos del Colegio Electoral por Estado, un proceso puramente protocolario a llevarse a cabo en el Capitolio en presencia de los representantes del congreso de cada uno de los estados de la unión americana. En este evento, el Vice-Presidente, Mike Pence, recibiría la notificación del resultado, el triunfo de Joe Biden, que frenó el deseo de reelección del presidente actual Donald Trump.

Desde la conclusión de este proceso electoral, el Presidente Trump ha argumentado en diversas ocasiones fraude electoral, reclamando su victoria, la cual ha sido desechada en mas de 50 ocasiones por diversos órganos de justicia en el país, al no contar en ningún caso con elementos jurídicos contundentes que permitan darle la razón. La argumentación de sus casos ha contado únicamente con su palabra, sin ningún respaldo jurídico que le permita proceder a la anulación o reconteo de votos en ninguno de los casos.

Estas argumentaciones de fraude, sin elementos jurídicos, basados únicamente en su propia palabra, han tenido mucha resonancia entre los seguidores del Presidente Trump, quienes han tomado esa bandera, reclamando transparencia y un nuevo conteo de votos, contando únicamente con el respaldo de las palabras del actual presidente Trump, en un acto de “fe ciega” totalmente, ante un hombre que fue electo por ellos para ser presidente de su país en las elecciones de hace 4 años, una fe ciega que hoy estuvo a prueba.

La Fe

El día de hoy, el todavía presidente Trump, convocó a sus seguidores a una manifestación multitudinaria, que tuvo un poder de atracción importante, de varios miles de simpatizantes. En el evento, el Presidente Trump volvió a argumentar el fraude y pidió a sus seguidores a defender la democracia del país.

Como es conocido por todos, algunos de los participantes en esta manifestación, hasta en ese momento pacífica, irrumpieron de manera muy violenta en el Capitolio, donde se llevaba a cabo el evento de formalización del proceso electoral al que hago referencia arriba, y que por desgracia ha cobrado ya la vida de una mujer que falleció por una bala en el cuello.

Varios de los simpatizantes del Presidente Trump que participaron en los actos violentos, al ser entrevistados por los medios de comunicación, una vez que la Policía recuperó el control del Capitolio, mostraban una seguridad propia del que se sabe que esta haciendo lo correcto, defender patrióticamente la democracia de su país ante un fraude electoral, del cual no tienen duda alguna de que ocurrió, teniendo como base únicamente la palabra de su Presidente, de Donald Trump, mostrando a todas luces una fe ciega, incondicional, comparable quizá con la que se le tiene a personajes de culto, incluso religioso, que nublan las fronteras de la conciencia, la misma que da guía entre lo correcto y lo incorrecto.

Lo sucedido hoy, un evento de Poder y de Fe, nos hacen sin duda reflexionar sobre la fragilidad de la Democracia en una sociedad polarizada, y sobre todo, de como los ciudadanos de este planeta debemos ayudar a que esa Democracia se fortalezca de manera institucional, pues dejar el Poder en una persona, bajo el único argumento de la Fe, puede llevar a la destrucción de las instituciones, principalmente aquellas que sostienen la libertad de los individuos y el libre mercado.

Mucho se ha escrito sobre el impacto de la actual polarización social en EU, bajo escenarios catastróficos a optimistas, mi sentir es que esta polarización es mucho mas profunda de lo que podríamos imaginar, tiene raíces con incluso temas raciales muy fuertes, que tomará tiempo en sanar, ya que, como algunos autores indican, existen muchos grupos en la sociedad norteamericana que no superan el hecho de que hayan tenido en la presidencia a un hombre como Barak Obama, de origen afroamericano, y no permitirán que otros grupos actualmente minoritarios accedan al poder y reconfiguren su sociedad.

En estos momentos, muchos piden ya la remoción del Presidente Trump, sin embargo es difícil hacer una predicción de lo que terminará sucediendo al final. Tal como un gran número de dirigentes de países aliados a los Estados Unidos lo han indicado en las ultimas horas, en mi opinión todos debemos hacer lo posible de nuestro lado para sobrepasar este desagradable incidente, promover una transición de gobierno armónica y ordenada, que facilite la reconstrucción social, que borre total o parcialmente la actual polarización, permitiendo continuar el camino del crecimiento e inclusión social, ya que de lo contrario, pudiéramos entrar en escenarios de tensión que incrementarían el encono social.

Algunos opinan que el daño ya esta hecho, argumentando que el evento vivido hoy ha servido para mostrar que existe un movimiento Trumpista, el cual pudiera ser mas fuerte en número e intención que el de su mismo partido político, el Partido Republicano, creando así una plataforma electoral propia lista para próximos comicios.

La Democracia

No tengamos duda, en democracia sigamos apoyando el libre mercado, la libertad de prensa, la independencia de los órganos de justicia, la construcción de una sociedad civil fuerte, crítica y observante de temas laborales, estado de derecho y del medio ambiente, y exijamos siempre gobiernos transparentes y jurídicamente responsables. El evento que vivimos hoy en el Capitolio en Washington DC, puso en riesgo todo este andamiaje, y dada la interdependencia político-económica entre México y EU, bien vale la pena, de ambos lados de la frontera, poner atención en estos temas, tirar mas muros y construir mas puentes, pues nos necesitamos. México y el resto del mundo necesitan una Democracia institucionalmente fuerte en Estados Unidos, ¡por el bien de todos!

El autor es Managing Director en Iskali Capital Group (ICG), Banca de Inversión basada en Washington DC. Ocupó puestos de Dirección en la International Finance Corporation (IFC), Institución Financiera para el Desarrollo del Sector Privado del Banco Mundial*

Contacto: [email protected]

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Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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