Con el cierre del gobierno la agencia encargada de la información estadística que da seguimiento al comportamiento de los precios tiene un enorme hueco en su base de datos. ¿Qué ha pasado con los precios mientras nadie los ve?

 

Por Bruce Upbin

 

El cierre del gobierno federal es molesto, corrupto y peligroso. A menos que usted sea un demócrata viendo alegremente la implosión del PIB, es un espectáculo malo y triste. Pero en serio, ¿qué esperaba del Congreso más partidista desde la Reconstrucción?

Los estadísticos y economistas están especialmente atormentados. Entre las víctimas de alto perfil del cierre se encuentran los muy seguidos índices mensuales de solicitudes de ayuda por desempleo y precios al consumidor La Oficina de Estadísticas Laborales (BLS), la agencia federal que recoge los precios de bienes de consumo a mano para crear el famoso Índice de Precios al Consumidor (CPI por sus siglas en inglés), publicó su último informe el 17 de septiembre, que muestra una tasa de inflación de 0.1 durante agosto, y de 1% para lo que va del año.

Pero el BLS dejó de recopilar los datos sobre los precios cuando el gobierno cerró el 1 de octubre. También dejó incompleta su revisión de la encuesta de precios de septiembre. Ahora, a tres semanas del cierre, no tenemos datos de septiembre que ver y podría haber un gran asterisco en octubre, cuando los historiadores miren hacia atrás en nuestra era esclerótica. “No estoy seguro de que vayan a producir datos de octubre en absoluto”, dice Keith Hall, excomisionado de la BLS entre 2008 y 2012 y actualmente investigador senior en el Cercatus Center de la Universidad George Mason. “Es posible que comiencen a recogerlos de nuevo en noviembre.” Hall dice que el bache en la recopilación de datos podría afectar negativamente a los fabricantes y empresarios que basan su política de precios y decisiones de contratación en el CPI.

Quizá el sector privado deba intensificar su participación en la materia. Una startup de San Francisco llamada Premise, en el negocio desde hace sólo 18 meses, ha estado recogiendo datos sobre los precios mundiales desde más de un año sacándolos de sitios web y a través de crowdsourcing con miles de usuarios de teléfonos Android en puntos de venta. Tiene muchos más datos que los federales y su conjunto de datos es global.

Tomemos alimentos, por ejemplo. El BLS reúne datos sobre unos 5,000 productos procedentes de 75 lugares para el componente de alimentos del CPI. Premise recoge entre 40,000 y 50,000 puntos de datos cada hora, mediante la fusión de su levantamiento fuera de línea con información en línea de más de 30,000 sitios web de comercio electrónico en todo el mundo. El BLS tiene todavía que aventurarse a aprovechar los datos de los precios de comercio electrónico para su modelo, que es un poco tonto dada la cantidad del gasto que se hace en línea actualmente. La obtención de datos en línea ha sido un proyecto en el MIT, que creó el “Billion Price Index”.

Premise está cosechando tanto datos en línea como fuera de línea. El cierre fue una oportunidad perfecta para atraer un poco de atención. Éste es su índice de precios de alimentos de Estados Unidos desde junio, trazado contra el índice de alimentos del CPI de la BLS. Puede verse cómo la inflación se ha acelerado fuertemente desde que el gobierno dejó de seguirla:

Premise dice ser “construyendo la maquinaria para medir lo que está pasando con la empresa colectiva de la raza humana”. La startup tiene su sede en San Francisco y está respaldada por Google Ventures, Andreessen Horowitz y Harrison Metal. Su fundador, David Soloff, solía ser parte del consejo asesor del Instituto de Ciencias de Datos de Columbia y fue CEO fundador de Metamarkets, una firma de análisis de datos a gran escala.

El modelo de negocio de Premise es obtener datos en Internet y a través de miles de voluntarios remunerados y no remunerados con smartphones Android para capturar precios de alimentos y bienes de consumo envasados, marcas y fotos de las tiendas y mercados de todo el mundo. Los datos se filtran, limpia y agregan, y luego se venden a los fondos de riesgo, agencias gubernamentales, compañías de bienes de consumo y ONGs. Es un punto de encuentro entre big data, análisis de datos y econometría colectiva (una trifecta tecnológica). Premisa aún trabaja en algoritmos de foto-reconocimiento que advierta cuando una tienda se quede sin alimentos rápidamente o cuando un producto lleva tanto en el estante que ha caducado en todo un barrio, lo cual podría indicar una probable crisis de seguridad alimentaria.

“Las encuestas manuales, anticuadas y monstruosamente caras, no son suficientes para ofrecer alternativas a los desafíos planteados por una época de inestabilidad económica y social sin precedentes”, escribió Soloff en un blog. “La naturaleza fundamental de la actividad económica humana ha cambiado. Es hora de que los medios de análisis económico se pongan al día.” Premise se  jacta de que sus índices de precios de alimentos en India y China han estado señalando desde hace semanas la creciente inflación que se informó en la prensa de negocios global hasta ahora.

Keith Hall, investigador de la universidad George Mason, duda de que el sector privado pueda reemplazar totalmente el esfuerzo de recolección de CPI de la Reserva Federal. El CPI está lejos de ser perfecto, pero es el más conocido. “Es mucho más probable que una agencia de gobierno como la BLS adopte mejores prácticas en lugar de utilizar datos del sector privado. Serían capaces de contar con los datos disponibles y entenderlos completamente y ser capaces de mantener la calidad de los datos con el tiempo. El valor de los datos del gobierno es su enfoque objetivo y transparente de recolección de datos con altos estándares de calidad de datos. Se preocupan mucho sobre el muestreo y evitar el sesgo del muestreo y hay muchísima investigación sobre el CPI.”

Sin duda, los datos de la tabla de Premise deben tomarse con algunas reservas. Muestra sólo los precios de los alimentos, lo cual es un subcomponente volátil del CPI, y los precios de alimentos en Internet no siempre son representativos de los cambios de precios en las tiendas (además de caros, los productos artesanales están sobrerrepresentados en línea). Los geeks de las estadísticas se darán cuenta de que las líneas no están tan correlacionadas. De hecho, la correlación de Pearson entre las dos variables es de 0.56, que está a medio camino entre una correlación positiva y ninguna correlación en absoluto. Soloff dice que “…estábamos viendo mayor latencia en fuentes idénticas en el mismo plazo de tiempo. En el contexto de las tendencias superpuestas, un grado de diferencia en la correlación es precisamente lo que un usuario está buscando en el consumo de datos alternativos.”

Premise tiene como objetivo seguir la recolección del CPI y la metodología de la construcción de índice establecido por el BLS, pero sobre todo que no incluye el ajuste hedónico (que iguala los precios de un aumento o una disminución de la calidad de los productos), no incluye factores de ajuste de precios a nivel de sitios y usa una fórmula de indexación desvinculada, que puede dar registros más bajos de la inflación. Y, como con cualquier obtención de un conjunto de datos en Internet, siempre hay posibilidad de que el ruido altere los datos de Premise y no le permita analizar de forma adecuada una página web.

Traducción: Es hora de combinar lo mejor de la innovación del sector privado con los esfuerzos en curso del gobierno para diagnosticar la economía, una vez que el esfuerzo del gobierno se ponga en marcha de nuevo.

 

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