Mi Dulce Hogar es una empresa 100% mexicana fundada en 2015 que ofrece servicio de limpieza a domicilio en Ciudad de México y Guadalajara, además de otorgar prestaciones de ley para las empleadas domésticas y a los clientes seguridad y calidad (aspectos fundamentales a la hora de contratar a empleadas domésticas o solicitar un servicio).

En el contexto actual, con el coronavirus acechando las dinámicas sociales, la limpieza dentro de las casas y empresas se ha convertido en una necesidad. Ante la caída de casi el 40% en la demanda del servicio de limpieza, Mi Dulce hogar ofrece sanitizacion y venta de productos desinfectantes para pymes y residencias.

“Empezamos a pensar qué rol vamos a jugar en todo esto que va para largo y por eso nos hemos reinventado y abierto nuevas líneas de negocios. También lanzamos la modalidad prepago para que los clientes adquieran servicios de limpieza de forma segura“, dice Estefanía Hernández, fundadora de Mi Dulce Hogar, en una entrevista telefónica para Forbes México.

Para realizar la sanitización Mi Dulce Hogar estableció un protocolo de seguridad, tanto para los clientes como para las empleadas domésticas, desde el uso de cubrebocas hasta la desinfección detallada de todos los espacios del inmueble sin arriesgar a las trabajadoras.

“Establecimos un protocolo de seguridad para nuestras trabajadoras, les proporcionamos un kit; desde cubrebocas, guantes, caretas, gel antibacterial y les pagamos una revisión médica cada semana, estamos muy al pendiente de su salud”, comenta Estefanía Hernández, fundadora de Mi Dulce Hogar.

Desde diciembre se puede obtener la aplicación a través de App Store y Google Play, hasta el momento se ha descargado un promedio de 1,700 veces.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en México, hay 2.3 millones de personas dedicadas al trabajo del hogar, el equivalente a la población total de Tabasco, y nueve de cada diez son mujeres. Recordemos que las trabajadoras del hogar han sido históricamente objeto de una discriminación estructural.

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Ante la predecible ola de desempleo que se avecina y más aún en el sector informal que abarca a las empleadas domésticas, Mi Dulce Hogar planea elevar las contrataciones para cubrir con la demanda que tenían antes de la llegada de la pandemia del coronavirus, así como para no descuidar a las trabajadoras y ampliar el servicio a más estados de la República Mexicana e incluso a países como Colombia (que presenta un mercado similar al mexicano).

Mi Dulce Hogar ha realizado al menos 50,000 servicios en CDMX y Guadalajara y ha revolucionado el mercado de las empleadas domésticas al ofrecerles prestaciones de ley y capacitación constante como cursos de inglés y hotelería. Además de que en la app móvil se permite valorar el servicio de cada empleada para posteriormente retribuirle su desempeño.

Para la contratación de las empleadas domésticas, se requiere la valoración de un equipo interno de criminólogos que analizan conductas y patrones para detectar a candidatos no viables. “El equipo nos ayuda a identificar ciertos patrones y cuando una persona quiere empezar a trabajar en Mi Dulce Hogar, nosotros hacemos rigurosas entrevistas y va enfocada a identificar patrones de las personas y sus familiares, sobre todo para evitar situaciones como robo o profesiones de riesgo”.

“Somos la única plataforma en México que contrata a las trabajadoras del hogar, no son prestadoras de servicio como un Uber o un Rappi sino que nosotros absorbemos toda la carga laboral para poder brindarles prestaciones de ley como aguinaldo, vacaciones y otros beneficios”, explica Estefanía Hernández.

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Sin duda, Mi Dulce Hogar es una empresa que revoluciona al sector informal y agrega valor a quienes realizan la limpieza y desinfección de hogares, poniéndolas en el centro al otorgarles derechos laborales.

Quisimos complementar e incluir a las trabajadoras domésticas en un mercado laboral formal porque de una forma dignificamos su trabajo y en Mi Dulce Hogar luchamos contra la discriminación, al profesionalizar a las empleadas domésticas y darles un valor y reconocimiento porque no es un trabajo que hay que menospreciar y siempre nos aseguramos que los usuarios les den un trato digno y en caso de no hacerlo damos de baja a los clientes”.