Microsoft Corp, Sony Corp, Electronic Arts y otros gigantes de la industria deleitaron a la multitud de jugadores y desarrolladores en el evento con la exhibición de nuevas consolas y preestrenos de populares videojuegos de distintos géneros.   Reuters Pocos de los que asistieron por primera vez a la Electronic Entertainment Expo (E3) en Los Ángeles esta semana podrían haberse dado cuenta de que la industria de los videojuegos, que mueve 66,000 millones de dólares, está en un profundo declive. Este año será el lanzamiento de las nuevas consolas de videojuegos Xbox One y la Sony PlayStation 4, que además de ser más poderosas que sus predecesoras, ahora permiten videojuegos en nube e integración móvil. Para una industria acostumbrada a ingresos menguantes en los últimos años, la penetrante pirotecnia visual ofreció algo que desear tras años de subsistencia a partir de juegos orientados a las franquicias como “Call of Duty” y “Halo”, que se ejecutaban en una tecnología avejentada. Queda por ver si evitarán el destino de la Wii U de Nintendo, cuyas decepcionantes ventas desde su lanzamiento a fines del 2012 han forzado a la compañía japonesa a reducir drásticamente sus previsiones de ingresos. La Xbox One se venderá a 499 dólares y la PlayStation 4 a 399 dólares, un gran cambio en una era en que juegos gratuitos en internet y en teléfonos inteligentes, desde “Angry Birds” a “Clash of Clans”, atraen a jugadores que cuidan sus presupuestos y a millones de dólares en inversión. “Las capacidades de gráficos de los juegos de consola están por las nubes, pero los juegos móviles son cada vez más y más sofisticados también”, dijo Mike Cuff, vicepresidente de contenido de Wikipad, que lanzó una tableta de juegos portátil en la E3. En la E3 de 2013, el debate versó sobre cómo Microsoft y Sony tratarán los juegos usados, un segmento que está creciendo con rapidez porque la generación de Facebook y el iPhone parece estar alejándose de la tradición de pagar por nuevas versiones de franquicias altamente publicitadas. “Sony y Microsoft aún tienen trabajo por hacer para convencer a una amplia base de consumidores de que tiene que gastar 400 o 500 dólares en nuevo hardware, además de 60 dólares por cada nuevo título de software”, dijo el analista de R.W. Baird Colin Sebastian. “No parece haber una razón tan clara para actualizarse en comparación con ciclos anteriores, cuando fueron introducidos DVD, 3D y HD a los consumidores”, agregó.   Sentimientos mixtos   Según el observador de la industria NPD, las ventas de hardware y software de videojuegos ha caído todos los meses en términos interanuales desde enero del 2012. Aún así, los ejecutivos de la industria están optimistas por la respuesta entusiasta recibida durante la E3. “Ha habido mucha confusión sobre, ‘hey, con el ascenso de los juegos en tabletas y teléfonos, ¿hay un impacto en las consolas?’. En absoluto”, dijo Yusuf Mehdi, vicepresidente senior del Negocio de Entretenimiento Interactivo de Microsoft. “Todo lo que hace es traer a más personas al mundo de los videojuegos”, agregó. El nuevo hardware y software impulsará el crecimiento de la industria de los videojuegos en el 2014, según el presidente ejecutivo de Ubisoft, Yves Guillemot. Aún así, sigue habiendo dudas sobre cuánto durarán las buenas vibraciones o si la multitud presente en la E3 es representativa de un espectro mucho más amplio de jugadores más casuales y móviles. “A corto plazo, vemos una demanda no satisfecha entre los jugadores más dedicados por nuevo hardware y software, que debería traducirse en un fuerte lanzamiento”, dijo Sebastian. “Más allá de eso, aún necesitamos más visibilidad de que Sony y Microsoft puedan evitar en forma segura una debacle como la que asuela actualmente a la Wii U”, agregó.

 

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