Notimex.- El Producto Interno Bruto (PIB) de Alemania se redujo 0.2% en el tercer trimestre del año, de acuerdo con datos de la Oficina Federal de Estadística en Wisbaden. Esta contracción supone el fin de una tendencia ascendente de más de tres años. En el segundo trimestre, la economía alemana registró un crecimiento de 0.5%. “Esta es la primera caída en comparación con el trimestre anterior desde el primer trimestre de 2015”, se señaló desde la Oficina de Estadísticas a través de un comunicado. Las razones del retroceso se deben a “factores externos”, según el mismo comunicado. Durante el último periodo las exportaciones han disminuido al mismo tiempo que han aumentado las importaciones. Sin embargo, los economistas se muestran confiados en que solo se trata de un pequeño contratiempo y que en el último trimestre el PIB volverá a la senda del crecimiento. De hecho, las perspectivas de incremento anual se mantienen, aunque más moderadas. El Consejo de Alemania de Expertos en Economía, un prestigioso órgano consultor, rebajó la semana pasada las expectativas de crecimiento de la economía a un 1.6%, en comparación con el 2.3% previsto el pasado mes de marzo. El gobierno, por su parte, se muestra ligeramente más optimista y considera que el año terminará con un crecimiento del 1.8%. Más dudas hay respecto al sector de los automóviles, uno de los que más peso tiene en la economía germana. “Alemania no tiene un problema coyuntural, sino un problema automovilístico”, aseguró el economista de DekaBank Andreas Scheuerle en declaraciones recogidas por la televisión pública local. Los fabricantes de automóviles se pueden haber visto afectados por dos fenómenos. Por un lado está la introducción de las nuevas pruebas WLTP (Procedimientos Mundialmente Armonizados para Pruebas de Vehículos Ligeros) para determinar los niveles de contaminación. Por otro, la amenaza de una guerra comercial con Estados Unidos. “Las negociaciones llegan ahora a la fase decisiva”, declaró este miércoles el ministro de Economía, Peter Altmaier, según declaraciones recogidas por la prensa. Altmaier añadió que está preocupado por el hecho de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pueda reanudar las amenazas sobre los aranceles a la importación de vehículos europeos. “No sabemos qué decisiones tomará el presidente”, dijo el ministro, a la vez que abogó por alcanzar una solución durante las negociaciones y así evitar “una guerra comercial trasatlántica”. En los mismos términos se manifestó el presidente del Banco Federal alemán, Jens Weidmann, en Frankfurt. “En una guerra comercial solo hay perdedores”, aseguró Weidmann, quien dijo no creer que la disputa actual se transforme en una guerra comercial, algo que de ocurrir, pondría fin a las estimaciones de crecimiento de la economía.

 

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