El índice de gerentes de compras cayó en agosto a 51.1 desde un máximo en 27 meses, las fábricas recortaron empleos por vigésimo cuarto mes consecutivo.     Reuters PEKÍN  – El crecimiento en el vasto sector fabril de China se enfrió en agosto de cara a una desaceleración de la demanda externa e interna, mostraron el lunes dos encuestas, reavivando los llamados para una mayor relajación de la política a fin de evitar que la economía vuelva a tropezar. El índice de gerentes de compras (PMI, por su sigla en inglés) publicado por la Oficina Nacional de Estadísticas cayó en agosto a 51.1 desde un máximo en 27 meses, ligeramente menos que lo previsto y luego de que las fábricas recortaron empleos por vigésimo cuarto mes consecutivo. Un PMI independiente fue más aletargado. El PMI final elaborado por HSBC/Markit bajó a 50.2 en agosto, cerca de la lectura preliminar de 50.3 y sólo levemente por encima de la marca de 50 puntos que separa una expansión en la actividad de una contracción. Los descensos en ambos PMI llevaron a algunos analistas a declarar nuevamente su apoyo a una acción política adicional para aumentar el ritmo de crecimiento en la segunda economía más grande del mundo. “Si ahora comenzamos a ver un serio desafío para el crecimiento, la presión para hacer más se intensificará”, dijo Louis Kuijs, economista de RBS. Kuijs dijo que el banco central podría recortar las tasas de interés o reducir la cantidad de reservas que los bancos deben mantener como depósitos para reavivar a la economía. Los valores en China continental repuntaron levemente después de los PMIs, ya que los inversionistas apostaron a que los datos económicos obligarán al banco central a relajar la política monetaria y aumentar la liquidez, lo que beneficiaría al precio de las acciones. La economía de China ha visto un paseo agitado este año. El crecimiento se hundió a un mínimo en 18 meses de un 7.4% en el primer trimestre antes de rebotar a un 7.5% entre abril y junio. Las esperanzas de que el rebote leve ganaría impulso se desvanecieron el mes pasado cuando el crecimiento de las ventas minoristas y la inversión en activos fijos se ralentizaron, mientras que el dinero inyectado en la economía cedió inesperadamente a un mínimo en casi seis años. Los PMIs del lunes mostraron que el panorama sigue confuso. Un desglose del PMI oficial -que está sesgado hacia las fábricas estatales más grandes- mostró que la producción, el empleo, los nuevos pedidos, el tiempo de entrega y los inventarios de materias primas cayeron de manera generalizada, mientras que el mercado laboral exhibió la mayor debilidad.   Esta fue la primera vez en seis meses que el PMI oficial muestra un declive. El subíndice de empleo, que se ha mantenido por debajo de 50 por al menos dos años, bajó en agosto a un mínimo en tres meses de 48.2. Los nuevos pedidos, un indicador de la demanda interna, también cayeron a 52.5 desde 53.6 en julio. El PMI de HSBC/Markit también reveló un debilitamiento de la demanda. Las empresas reportaron una demanda mustia de los clientes por nuevos pedidos, especialmente aquellas que venden bienes de inversión, reveló el sondeo, y agregó que un número de empresas también había recortado el gasto en acero en particular. Los nuevos pedidos y los nuevos pedidos de exportación cayeron a sus niveles más bajos en dos a tres meses en el PMI de HSBC/Markit. El subíndice de nuevos pedidos exhibió el peor desempeño de los dos, perdiendo dos puntos completos a 51.3 desde julio. “La economía todavía se enfrenta a riesgos considerables a la baja para el crecimiento en la segunda mitad del año, lo que amerita una mayor flexibilización de la política”, dijo Qu Hongbin, economista de HSBC.

 

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