Si México decide adquirir más deuda puede ser positivo para su calificación crediticia (Baa1 con perspectiva negativa) siempre y cuando impulse el crecimiento de la economía, señaló Moody’s.
“El gasto (del gobierno) en sí no es negativo si es productivo y está ligado de manera positiva al crecimiento”, respondió en conferencia de prensa Ariane Ortiz-Bollin, analista de la calificadora de riesgo crediticio en a pregunta explicita de Forbes México.
La firma consideró como dificil de saber si el impacto hubiera sido positivo si el gobierno hubiera realizado transferencias a empresas y población durante 2020, y así mitigar los estragos del confinamiento por la emergencia sanitaria de covid-19.
La calificadora de riesgo crediticio reconoció el valor crediticio de México por no incrementar su gasto durante el año pasado porque eso implicó menos deuda, pero en el contexto actual, esa decisión afecta de una manera que al final puede resultar negativa.
“México fue el que menos gastó a la par de Uganda”, detalló.
Moody’s recordó que el año pasado la deuda de nuestro país aumentó en ocho puntos porentuales y seguirá repuntando “de manera moderada”, pues en otros países con calificación Baa con perspectiva negativa, el repunte ha sido más significativo.
La calificadora comentó que los principales riesgos para la nota crediticia de México son un deterioro de la perspectiva de crecimiento económico ante confinamientos más agresivos, presiones de Pemex en las finanzas públicas y su impacto en la deuda, además de un cambio en la autonomía del Banco de México (Banxico).
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“Esos son los factores en discusión para evaluar una perspectiva negativa”, comentó.
La analista subrayó que el impacto de la pandemia tendrá como efecto una de las recuperaciones económicas más débiles a nivel mundial.
“México tendría que crecer por encima de 4% en 2021 y 2022 para recuperar el ritmo perdido”, estimó Ortiz.
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