El pasado 8 de abril, Luisa María Alcalde, titular de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, se presentó en la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador para informar que desde el 13 de marzo y el 6 de abril de 2020 se perdieron 346,878 empleos derivado de las medidas implementadas para contener la propagación del Coronavirus Covid-19.
En aquel momento advirtió que no hay fundamento legal para que las empresas despidan a los trabajadores en medio de la crisis sanitaria e hizo un llamado a las empresas a reconsiderar los recortes de personal. Desde entonces la funcionaria federal no se ha presentado en alguna otra conferencia presidencial o ha dado algún otro mensaje público.
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Se trata de una actitud pasiva sobre todo en el contexto de una crisis laboral y para las pequeñas y medianas empresas sin precedentes en el país, advirtió Armando Leñero, presidente del Centro de Estudios para el Empleo Formal (CEEF).
En una actitud similar ha mostrado Graciela Márquez, secretaria de Economía; aunque ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que partir de este viernes la funcionaria llevará a cabo una conferencia diaria para abordar información en materia económica.
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“Estamos seguros que es una actitud pasiva, que no están atendiendo las causas que originan esta crisis ocasionada por la pandemia, solo los efectos, no sólo la secretaria de Trabajo, también la de Economía que es la encargada de velar por el bienestar de las PyMES”, apuntó Leñero.
De acuerdo con cálculos del CEEF, al concluir la cuarentena solicitada por el gobierno federal y los gobiernos estatales para tratar de contener el Covid-19 se podrían perder entre 800,000 y un millón de empleos formales, en caso de que no se tomen medidas robustas por parte de las empresas y gobierno para evitarlo.
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El apoyo gubernamental será indispensable, toda vez que no se puede exigir a las empresas mantener las plazas laborales en un escenario en el que no perciben ningún ingreso.
“No entiendo a la Secretaría del Trabajo, en lugar de fomentar inversión y apoyo a los empresarios los están castigando. Si tienes un restaurante con 10 empleados y les pagas un sueldo, si toda la gente no sale y no consume en tu restaurante cómo les vas a pagar, no hay manera, no se trata de ser malos empresarios, sencillamente no se cuenta con dinero”, apuntó.
En ese sentido, Leñero apoya iniciativas como la de Salario Solidario y la condonación de cuotas obrero-patronales, que también impulsan organismos como la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
La iniciativa de Salario Solidario establece que el tope máximo que el gobierno destinará por trabajador es equivalente a tres salarios mínimos, el patrón pagaría una proporción del salario del trabajador y el trabajador aceptaría recibir una proporción menor de su salario, exceptuando a los que ganan de uno a tres salarios mínimos.
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