El “apoyo” por 1,000 mdd que Washington garantizó al gobierno de Kiev, habría sido en realidad un empeño.   Los últimos días corrió la especie de que el oro de las reservas internacionales de Ucrania, habría salido del país de forma secreta y posiblemente con destino a la Reserva Federal (Fed) de Nueva York. Desde luego, debido a las crecientes tensiones bélicas entre Moscú y Kiev, a unos días del referéndum que podemos adelantar decidirá la anexión de la península de Crimea a Rusia, esta noticia no suena descabellada. Sin embargo, la única fuente disponible hasta el momento es el periódico pro-ruso Iskra News (искра news), que publicó una supuesta crónica relatando cómo al filo de las 2:00 de la mañana del viernes, un avión despegó del aeropuerto internacional de Boryspil “con más de 40 pesadas cajas”. Según el personal del aeropuerto, estas habrían sido subidas al avión por quince personas uniformadas de negro, con máscaras, chalecos antibalas y algunos armados con ametralladoras, que con anterioridad habían llegado a bordo de vehículos de carga. Según el portal de este medio, los editores recibieron una llamada de “altos funcionarios” del otrora Ministerio de Ingresos y Tarifas, en la que se les informó que bajo las órdenes de los “nuevos líderes” del país, todas las reservas de oro habían sido trasladadas a los Estados Unidos. Desde luego, debemos tomar esta información con cierto recelo. Hasta el momento, ninguna otra agencia noticiosa o autoridad se ha pronunciado al respecto, pero reiteramos, dadas las circunstancias que se viven en Ucrania, no sería imposible que así hubiese ocurrido. En todo caso, debería manejarse asimismo hipótesis alternativas como que funcionarios del nuevo gobierno podrían haber sacado el oro del país, pero hacia cuentas privadas en paraísos fiscales o países que consideren seguros. Tal vez los lingotes tuvieron como destino otro banco central como el de Inglaterra o quizás el poco oro que tienen siga en Kiev, y todo sea mentira. Por ahora, nadie lo sabe a ciencia cierta. El Comité de Acción Antimonopolio del Oro (GATA, por sus siglas en inglés), solicitó información a la Fed sobre si custodiaba o no ese oro, respondiendo –como era de esperarse, que eso se lo debían preguntar al Banco Nacional de Ucrania (BNU). Cabe señalar que según el Consejo Mundial del Oro (WGC), ese país tenía al corte de febrero apenas 42.3 toneladas del metal en reservas, que la colocaban en el sitio 48 de su ranking. De ellas, no sabemos qué porcentaje está o habría estado almacenado en bóvedas del Banco Nacional, y cuánto en “oro” papel. Según información de Zerohedge, ese país habría comenzado a incrementar de manera continua sus reservas áureas desde 2005, cuando contaba con solo 15 toneladas. No obstante, Russia Today dio a conocer el año pasado que las compras ucranianas se efectuaron tanto “en el mercado local como el extranjero”. Es muy probable que las compras en el exterior se hayan efectuado como lo suelen hacer los bancos centrales: por medio de operaciones en papel con el Banco de Pagos Internacionales (BIS). Por eso no se sabe bien a bien cuántas onzas hay o había en las bóvedas del BNU. Lo que sí sabemos de sobra, es que Estados Unidos está moviendo todos los hilos de las decisiones que toman los nuevos gobernantes ucranianos, sus títeres, que Moscú se niega a reconocer. Así que en el caso de que el oro ucraniano hubiese partido hacia Nueva York, entonces estaríamos ante dos revelaciones. La primera, que los americanos se cobraron de facto el favor que hicieron a los ultranacionalistas ucranianos, al apoyar la desestabilización política que defenestró al presidente “legítimo” Víctor Yanukóvich, hoy exiliado. Recordemos que el ahora nuevo primer ministro Arseny Yatseniuk, era visto por la subsecretaria de Estado Victoria Nuland días antes de su nombramiendo, como “el tipo con la experiencia económica, la experiencia de gobierno”, según la escucha telefónica filtrada por los rusos el mes pasado. La segunda: que el “apoyo” por mil millones de dólares que Washington garantizó al gobierno de Kiev, habría sido en realidad un empeño. Y es que aunque a algunos puede parecer mucho, la totalidad de las reservas áureas ucranianas -42.3 toneladas, equivalen a poco más de 1.8 mil millones de dólares –una cantidad no demasiado alejada de lo ofrecido por el gobierno de Obama. Bajo este supuesto, convendría que los ucranianos supieran que nunca más, ni pagando lo que deben, recuperarán su oro. Si Estados Unidos no le ha devuelto todos los lingotes que le ha reclamado su “aliado”, Alemania, menos lo hará con ellos. Si no fuera así, de todos modos el gobierno de Kiev admite que se está quedando con las manos vacías. El lunes la agencia RIA Novosti reportó que el ministro de Finanzas ucraniano Alexandr Shlapak, declaró en entrevista que “El Tesoro está casi vacío. Las reservas de oro y de divisas de Ucrania se agotarán en menos de dos meses”. Callejón sin salida. Al final de esta crisis, los habitantes de ese país despertarán sin oro, quebrados y con la pérdida de la península de Crimea, y todo, por dejarse seducir por el canto de la “sirena americana”. Tal vez sea entonces cuando se den cuenta de que fueron una víctima más, de los malévolos planes estadounidenses por expandir su poder e influencia mundial a costa de quien sea, y ondeando la bandera de la “libertad”.   Contacto: Twitter: @memobarba Facebook: facebook.com/memobarba email: [email protected] Blog: http://inteligenciafinancieraglobal.blogspot.mx   *Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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