El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, dejó a la ciudad de Quito en un toque de queda indefinido para frenar los disturbios que han acompañado las protestas sociales que suman 10 días contra un plan de austeridad del gobierno y del retiro de subsidios a los combustibles. El toque de queda, iniciado a las 15:00 horas, también da la facultad a las Fuerzas Armadas de restringir la movilidad en áreas sensibles y de importancia estratégica de todo el país. Bajo la medida, los militares y los policías podrán realizar controles en espacios públicos o lugares de asociación y reunión, además de que estarán facultados para registrar a personas y vehículos, “para restablecer el orden público y la seguridad ciudadana”. En un mensaje en video emitido esta noche, el presidente Moreno indicó que está dispuesto a analizar el decreto que que puso fin a los subsidios al combustible; además, anunció como propuestas que las empresas privadas paguen a sus empleados un bono de 20 dólares mensuales y un impuesto especial para grandes empresas.

El mandatario, de 66 años de edad, se había negado en repetidas ocasiones a dar marcha atrás a la medida, la cual forma parte de sus esfuerzos por controlar el déficit fiscal tras sellar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para un crédito por 4,200 millones de dólares.

Las protestas masivas han estado encabezadas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), la cual aceptó hoy conversar con el presidente Moreno, la primera señal de avance en una disputa que ha provocado más de una semana de disturbios; no obstante, también dijo que continuará con las movilizaciones

El anuncio del toque de queda fue hecho por Moreno apenas media hora antes de su entrada en vigor, lo que dio poco tiempo para volver a sus casas a los manifestantes, muchos de los cuales viajaron a la capital desde las provincias.

Quito vivió este sábado una tensa jornada en la que se incendió el edificio de la contraloría del Estado y se bloquearon los accesos al aeropuerto. El canal de televisión Teleamazonas mostró imágenes de sus propias oficinas en llamas, aunque dijo que sus empleados no sufrieron daños. Antes de la imposición del toque de queda, el centro de Quito parecía una zona de guerra, con sus calles envueltas en humo y repletas de ladrillos tirados. Pequeños fuegos ardían y grupos de personas se escondían detrás de muros y barricadas caseras en busca de protección. La televisión ecuatoriana mostró imágenes de la oficina del contralor envuelta en humo. La policía dijo que fueron detenidas 30 personas en el edificio, de varias plantas. Desde el comienzo de los disturbios del 3 de octubre han muerto cinco personas, según la oficina del defensor del pueblo ecuatoriano. Más de 1,100 personas fueron arrestadas y casi 1,000 heridas, señaló. Los manifestantes han cerrado pozos petroleros en varias partes del país, con una pérdida de más de 1 millón de barriles de crudo hasta la fecha, dijo el Ministerio de Energía este sábado. Una mina de cobre de propiedad china anunció la limitación temporal de sus operaciones como medida de precaución. El objeto de la ira de los manifestantes es el FMI y el giro a la derecha de Moreno tras su elección en 2017 como sucesor del izquierdista Rafael Correa. Moreno trasladó la base de su gobierno desde Quito a la ciudad costera de Guayaquil más temprano en la semana para escapar de la violencia. Con información de Reuters y Notimex

 

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