La creación de nuevos productos o servicios, en colaboración con agencias de entidades que apoyan la innovación, ha permitido a Guanapolio y Árbol de Fuego crear sus propios nichos de mercado. Ambos casos están compitiendo contra sí mismos en el océano azul que han creado con su innovación, y siguen innovando constantemente para mantenerlo.   Por José Javier Angulo   En los últimos años han nacido varias iniciativas y plataformas para promover e impulsar la innovación en la región centroamericana. First Tuesday, por ejemplo, presente en El Salvador, Honduras,Guatemala y Panamá, trabaja con una red de emprendedores en que el intercambio de ideas, coaching y networking brindan las condiciones ideales para la innovación. Fue en una plataforma de Proinnova-fusades y First Tuesday San Salvador que el ya exitoso e innovador juego de mesa Guanapolio ganó el primer lugar en el concurso de aplicaciones móviles, con el que ha podido dar el salto a un mercado más amplio mediante estas aplicaciones móviles. Guanapolio, una adaptación local del famoso juego de Monopolio, ofrece al mercado nostálgico un medio de entretenimiento que no existía, encontrando un nicho en el cual la competencia es escasa. Este ejemplo de innovación refleja el modelo de Estrategia del océano azul introducida por W. Cham Kim y Renée Maugborne, profesores en la escuela de negocios internacional INSEAD. Este modelo sugiere que para alcanzar el éxito, las empresas no necesitan batallar contra la competencia, sino que pueden crear océanos azules de mercados, sin competencia, que no existían con anterioridad. Guanapolio, aunque es un juego, ha encontrado un nicho centrado en las necesidades de entretenimiento e identidad de los salvadoreños que tienen su residencia en el extranjero. En el tema ambiental y energético se puede encontrar el caso del pequeño hotel Árbol de Fuego en El Salvador. Lo que comenzó como una necesidad al enfrentar elevados costos de energía eléctrica se ha convertido en el primer ecohotel en el país y el modelo a seguir por la industria hotelera nacional. Este hotel experimentó altos costos energéticos en 2008. En respuesta a ello, un año después entró a un programa de apoyo de USAID sobre excelencia ambiental y laboral, con lo cual comenzó a implementar varios cambios en sus operaciones. Esta iniciativa incluye el reemplazo de focos incandescentes por focos fluorescentes compactos de alta eficiencia, el uso de calentadores solares para agua y la mejora de la eficiencia de equipos de aire acondicionado, entre otros. Al implementar estos cambios, no sólo Árbol de Fuego ha sido exitoso en disminuir su factura de energía, sino que también ha logrado posicionarse en el mercado como el primer ecohotel del país. Esto le ha abierto un océano azul de mercado, pues los visitantes extranjeros, quienes consideran la protección al medio ambiente un valor importante, se deciden a usar sus servicios porque comparte la responsabilidad ambiental. La innovación ha surgido en las empresas de la región como un mecanismo de competitividad. La creación de nuevos productos o servicios, en colaboración con agencias de entidades que apoyan la innovación, ha permitido a Guanapolio y Árbol de Fuego crear sus propios nichos de mercado. Ambos casos están compitiendo contra sí mismos en el océano azul que han creado con su innovación, y siguen innovando constantemente para mantenerlo.   José Javier Angulo es profesor investigador del ESEN.   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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