A pesar de que el gobierno chino ha prohibido el uso de la criptodivisa a bancos y casas de cambio virtuales, BTC China, el jugador más grande en la cancha del bitcoin en el mundo, tiene fe en que su futuro es prometedor.     Por Kashmir Hill   El bitcoin no valía nada en 2009, cuando la criptomoneda digital fue acuñada por primera vez en la computadora de su misterioso creador, Satoshi Nakamoto, quien afirma haber vivido en Japón en esa época. Cuatro años después, el valor de un bitcoin sobrepasó los 1,100 dólares, gracias en gran parte a un aumento en el interés especulativo de China. Una empresa poco conocida de Shanghai llamada BTC China respondió a la demanda y rápidamente se convirtió en el principal servicio de intercambio de Bitcoin del mundo, con más de 100,000 de las monedas virtuales, o 100 millones de dólares (mdd), negociados en un solo día, casi el doble de su competidor más cercano, el japonés Mt. Gox. BTC China atrajo titulares en la prensa y una inversión de 5 mdd de Lightspeed Venture Partners, de Silicon Valley, así como de su división china. Pero su rápido crecimiento, y el del bitcoin, también atrajeron la atención del gobierno local. Una atención no deseada, como se vio después. En diciembre, el Banco Popular de China decretó que los comerciantes no pueden aceptar el bitcoin y prohibió a los bancos y casas de cambio la conversión de bitcoin a yuanes. Como resultado, el precio de la criptodivisa cayó por debajo de los 500 dólares. El bitcoin es aún ampliamente aceptado por tecnófilos y libertarios (y sitios de venta de pornografía y sustancias ilegales) dado que la moneda digital es fácilmente transportable a través de las fronteras y resiste a los controles estatales. Un bitcoin es “extraído” en una computadora especializada de propiedad privada y se mueve a través de una red global, directamente de una computadora a otra. Las transacciones son objeto de control, pero no las partes en cada transacción. La criptomoneda ha atraído a empresarios e inversionistas entusiasmados con su uso legítimo: eliminar a los intermediarios en los pagos en línea. En diciembre de 2013, la firma de capital riesgo Andreessen Horowitz hizo la mayor apuesta por el bitcoin hasta el momento con una inversión de 25 mdd en Coinbase, una plataforma con sede en San Francisco para la compra, venta y almacenamiento de bitcoin en Estados Unidos. “A medida que el mundo se vuelve más digital, pagar físicamente con billetes, oro o tarjetas de crédito luce cada vez más arcaico. Todo el mundo tendrá bitcoins”, dice el CEO de BTC China, Bobby Lee. Pero las acciones de China en las últimas semanas han puesto el futuro de BTC China en duda. Luego de que los reguladores chinos sostuvieron una reunión a puerta cerrada para advertir a las empresas financieras sobre el trabajo con la moneda, BTC China fue rápidamente abandonada por dos procesadores de pagos. “Hay 300 procesadores de pago en China. Vamos a agotar toda la lista y a encontrar uno que trabaje con nosotros”, dice un optimista Lee. Él no cree que el gobierno esté tratando de sacarlo del negocio, sino más bien de poner un freno al bitcoin para reducir la especulación desenfrenada. “Ellos no han declarado el intercambio ilegal. Eso nos da un margen de maniobra, así que todavía hay esperanza”. Jeremy Liew, de Lightspeed, tiene una perspectiva distinta. “Cualquier persona que invierta en empresas de bitcoin y específicamente en la moneda debe hacerlo con la expectativa de que habrá mucha volatilidad provocada por los anuncios de regulación. Invertimos contemplando horizontes de más de 5 o 10 años, no de dos semanas”, dice Liew. “Para que el bitcoin sea creíble, necesitamos ejecutivos que tengan la seriedad de presentar su caso ante los reguladores. Ése es Bobby”. Lee, de 38 años, nació en Costa de Marfil luego de que sus padres que se mudaran allí desde China para fundar una fábrica de sandalias. Fue enviado a un internado de élite en Estados Unidos, se graduó de Stanford y trabajó ocho años como ingeniero en Yahoo en California. Se trasladó a China en 2006 para trabajar como ingeniero en EMC. En 2011 se convirtió en director de tecnología de Wal-Mart en China, y se le encomendó la labor de construir su sitio de comercio electrónico. Lee escuchó por primera vez acerca del bitcoin en la primavera de 2011 mientras visitaba a su familia en California. El hermano de Lee, Charles, estaba usando sus computadoras para extraer bitcoin en casa. Lee pensó en hacer lo mismo en China y compró a su hermano un montón de tarjetas de gráficos. Comenzó la minería en julio, el mismo mes que empezó en Wal-Mart. Ninguna de las dos cosas duró mucho tiempo. “Ése fue un verano cálido, y las computadoras generaban una gran cantidad de calor”, dice Lee. “Mi esposa dijo que hacían demasiado ruido y calor, así que las apagué en octubre”. Extrajo 25 monedas, lo que le pareció una “pérdida” porque valían 300 dólares en el momento y había gastado 1,000 dólares en equipo de minería. Cuando Wal-Mart decidió asociarse con un sitio de comercio electrónico en 2012 en vez de construir su propio sistema, Lee se encontró sin trabajo. Su mente regresó a los bitcoins que acumulaban polvo digital en su computadora. Su hermano había creado una criptomoneda competente llamada Litecoin, pero Lee quería concentrarse en llevar el bitcoin a China. BTC China había aparecido dos años antes como el primer sitio para el comercio de bitcoin de su país. “Sólo éramos dos personas trabajando a tiempo parcial en él”, dice Lee. Cobraban una comisión por operaciones de 0.3%, pero al ver sólo unos cientos de operaciones al día. Lee buscó a sus cofundadores para convencerlos de que podría ser más grande. Lee se convirtió en CEO en abril. Relanzaron el sitio en junio y salieron en busca de capital de riesgo. Cuando aterrizaron la ronda de Lightspeed en septiembre, eliminaron su comisión. Así comenzó un frenesí de ofertas alimentada también por la promoción gratuita que recibió la moneda cuando el FBI dio con The SilkRoad —un sitio de venta de sustancias ilegales en el que podía comprarse sólo con bitcoins—, y Baidu anunció que únicamente aceptaría Bitcoin para sus servicios de seguridad, además de todo el ruido positivo que generaron las audiencias del Senado de EU sobre la moneda digital. Pero entonces el Banco Popular de China, en respuesta a lo que asegura fue una ola de preocupaciones de los consumidores, declaró en diciembre que el Bitcoin no era una moneda reconocida y no debía  usarse en el mercado, lo que provocó que Baidu y otras empresas chinas dejaran de aceptarla como pago. A medida que el alcance de la prohibición en el mundo real se hizo evidente, el precio de un bitcoin se redujo a 345 en BTC China. Lee inicialmente vio la declaración como apenas un tropiezo. Los ciudadanos chinos eran aún libres de comercializar el bitcoin. BTC China se mantuvo en el lado positivo de las preocupaciones del gobierno sobre el lavado de dinero pidiendo a sus clientes una identificación oficial. BTC también restableció las comisiones de operación para reducir el frenesí, pero días después el gobierno aplastó las esperanzas de un negocio próspero de comercio cuando de forma no oficial prohibió a los procesadores de pagos trabajar con el intercambio de bitcoins. De repente, BTC China y otros ya no serían capaces de cambiar los fondos de sus clientes de yuanes a bitcoin y de vuelta, que es lo que de lo que se trata su negocio. “Estamos tratando de predecir el futuro, pero parece que van a exprimir a las casas de cambio hasta que no puedan operar más”, dice Jack Wang, empresario del bitcoin con sede en Shanghai. La decisión de China no carece de precedentes. Hace once años el servicio web chino Tencent creó una moneda virtual llamada Q coin para su uso en juegos. Se hizo cada vez más valiosa en línea y comenzó a cotizar en casas de cambio junto al renminbi y el oro. El gobierno declaró su uso ilegal en 2007, reduciendo su valor en el mundo real a cero. China aún permite que la gente juegue con el bitcoin en su país, pero limitando las formas de convertirlo a dinero real, se está convirtiendo en el dinero digital del juego de mesa Monopolio que los escépticos siempre han descartado. “Si es necesario, vamos a entrar en otros servicios bitcoin”, dice Lee. La compañía lanzó una cartera segura de bitcoins en línea llamada Picasso a principios de diciembre de 2013. “Este no es el final. Puede ser el final de un capítulo, pero no es el final de nuestra compañía”.

 

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