Si bien los dos últimos años han sido aleccionadores para el CFO, durante el 2022 los desafíos y oportunidades que deberá gestionar no serán menores, ya sea porque seguirá enfrentándose a los efectos de continuos brotes derivados del COVID-19 con consecuentes potenciales restricciones de movilidad, así como por la constante evolución que está experimentando el rol del CFO durante los últimos años, inclusive antes de la pandemia.

Catalizador de la estrategia y el propósito de la compañía

Como resultado de la pandemia, el papel que desempeña el CFO dentro de la compañía se transformó. Hoy es la figura que está mejor posicionada para tener un rol que permita integrar el propósito de la compañía con una ejecución exitosa. Al ser el gestor de los recursos de la compañía, así como el responsable de la estrategia fiscal, el CFO cuenta con las condiciones para impulsar el cumplimiento del propósito organizacional con los diferentes actores en el ecosistema de su empresa.

Si consideramos los fundamentos que definen el rol del CFO, partiendo desde la eficiencia transaccional, su foco en controles y cumplimiento, así como el proveer insights al negocio, ahora dichas bases migran hacia volverse un mejor socio del negocio. Lo anterior implica ya no explicar el pasado en cifras y números, sino plantear a la empresa los diferentes futuros plausibles, así como la mejor forma de llegar a los mismos. Aquellos CFO que logran demostrar esta capacidad incrementan su influencia positiva en la operacionalización de la estrategia de la compañía.

Permanente planificación de escenarios bajo mayor incertidumbre

La transformación en los modelos de trabajo que hemos vivido durante los recientes dos años ha impulsado inversiones en digitalización en muchas de las áreas de las organizaciones, lo cual ha generado un volumen mucho mayor de datos proveniente de las operaciones ahora digitalizadas. 

En las manos del CFO está la posibilidad de convertir esos datos en información valiosa para tomar decisiones cada vez más estratégicas. Esto puede contribuir de manera muy importante, por ejemplo, a incrementar la resiliencia y visibilidad a lo largo de las cadenas de suministro, donde el CFO puede aportar en la previsión de potenciales disrupciones futuras.

En este sentido, uno de los mayores desafíos para los ejecutivos de finanzas durante el 2022 estará relacionado a la necesidad de continuar planificando escenarios para la incertidumbre.  Para esto, los CFO no solo deberán definir cómo mantener la rentabilidad del negocio a pesar de un escenario de pandemia extendida, sino que son el actor preponderante en la estrategia de adquisiciones de la compañía; para lo cual deberán analizar continuamente su portafolio corporativo, reconociendo si existen oportunidades de adquirir empresas que presentan necesidades de capital y que permitirían incrementar el valor de la compañía fortaleciendo su propósito organizacional.

Asimismo, los ejecutivos financieros deben impulsar la identificación de aquellos segmentos de su organización que no están naturalmente integrados a su estrategia corporativa con el objetivo de desinvertir en los mismos. Ante este contexto, el éxito radicará en encontrar el balance entre las decisiones de corto y largo plazo.

Impulsando la transformación con el talento humano en el centro

El cambio en los modelos de trabajo será otro factor del que hoy los CFO deberán tomar ventaja, porque les permite acceder a nuevo talento, en muchos casos independientemente de su ubicación geográfica. Hemos observado que los directores de finanzas más exitosos son los que han logrado integrarse con los directores de talento humano, con el objetivo de participar activamente en la definición de los nuevos modelos de trabajo y alineando los recursos necesarios para responder a las diferentes necesidades que expresan los colaboradores de la empresa.

En la medida que mejoremos la experiencia de nuestro talento humano veremos una repercusión positiva en la experiencia que el cliente final tiene al interactuar con nuestros colaboradores. Esto genera un círculo virtuoso, donde el CFO debe priorizar los recursos estratégicos para invertir en la generación de tal experiencia.

Frente a la acelerada evolución que el mundo de los negocios está viviendo, el rol extendido de los líderes financieros permitirá que sus empresas no solo generen mejores resultados sino también de manera más rápida y sostenible. Un equilibrio de estos factores es lo que define el nuevo papel de los CFO como agentes aún más determinantes para el cambio.

Contacto:

Carlos Zegarra es Socio Líder de Management Consulting en PwC México.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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