El coche autónomo de Ford es (casi) una realidad

Tras 10 años de investigación en el área de la autonomía y la automatización vehicular, Ford presentó en el MWC de Barcelona su Ford Fusion Hybrid Research Project.   Para la industria automotriz el sueño del hombre no es volar, sino desplazarse a bordo de su automóvil sin tener que preocuparse por pisar el acelerador o mirar por el retrovisor para cambiar de carril. En esa carrera son muchos los competidores que tienen el pedal a fondo, Google es de los más populares, pero Volkswagen, Audi y Ford también están haciendo avances importanes. El Ford Fusion Hybrid research project, desarrollado en conjunto entre Ford y la University of Michigan State Farm busca ayudar a desarrollar la tecnología que nos rodeará para 2025. Si bien la compañía reveló los avances de su proyecto desde diciembre de 2013, fue en el Mobile World Congress de Barcelona en donde pudimos tener un contacto cercano con su propuesta. Chris Attard, investigador e ingeniero de Ford, dijo a Forbes México que este modelo es la nueva generación del auto autónomo, y concentra los aprendizajes de 10 años de investigación de la firma en tecnologías sobre autonomía y automatización. De acuerdo con el investigador, ésta es la tercera generación de vehículos autónomos de Ford y realiza tres funciones: 1. Percibe el mundo a su alrededor, 2. procesa esa información e 3. interactúa con los sistemas de otros vehículos. ¿Cómo percibe el mundo?, lo hace a través de los 32 sensores láser colocados en cuatro contenedores cilíndricos ubicados en el techo, los cuales giran a gran velocidad sobre su propio eje y envían 2.8 millones de pulsos cada segundo, los cuales rebotan en los objetos que los rodean y generan una imagen del entorno. La idea es “intentar eliminar los puntos ciegos y recopilar tanta información como sea posible de todo lo que se encuentra frente al vehículo”, detalla Attard. El Focus Hybrid cuenta con dos cámaras de fábrica, pero para fines de investigación se han agregado cuatro cámaras más. Así como otros sensores cuyo número varía dependiendo de qué vehículo se trate, hay seis de ellos en diferentes etapas de desarrollo. Todos esos sensores y cámaras, explica Attard, se apoyan mutuamente para ofrecer el mejor rendimiento en conjunto. El sistema también es capaz de ‘aprender’, genera un mapa tridimensional de los lugares por los que circula el vehículo, esa información se procesa y almacena, de tal forma que si el auto pasa de nuevo por un punto que ya haya recorrido, compara los datos obtenidos con sus registros y enriquece ese mapa. El vehículo es capaz de detectar a otros vehículos en movimiento o estacionados, peatones, bicicletas, etc. La computadora analiza todas las variables producidas por esos agentes externos y determina en qué carril debe circular, cómo guardar distancias seguras con otros autos o cómo comportarse en intersecciones. Ford es responsable de aportar los componentes que permiten la automatización del vehículo, y la Universidad de Michigan se encarga de desarrollar la tecnología láser, “la asistencia de los sensores en la toma virtual de decisiones para ayudar al vehículo a comprender el entorno físico del camino”, detalla Ford en su blog. Toda la información generada por los sensores es almacenada en las computadoras alojadas en la cajuela del auto. Wayne Williams, investigador e ingeniero de Ford explica que si sólo se guarda la información generada por el GPS, se trata de Megabytes por minuto, pero si se registran los datos de los radares y los LIDARs, entonces se generan Gigabytes por minuto, y si además se registran las cámaras entonces se generan decenas o cientos de Gigas por segundo. ¿Cuándo estará disponible esta tecnología para todos los consumidores? “Aún no podemos hablar sobre la fecha en la que esta tecnología estará disponible, pero ya hay presentes varias funciones de asistencia para el conductor en los modelos 2014”, afirma Attard. Hasta el momento los vehículos sólo han sido probados en ambientes controlados en las instalaciones de Ford en Detroit, así que habrán de pasar todavía varios años para ver un Ford conduciéndose de forma autónoma por las calles.