La política, en ocasiones, es incertidumbre, emoción y sorpresa. Es lo que está ocurriendo en el Frente Amplio por México. Hay competencia y esto se muestra en los debates que se han generado sobre aspiraciones y posibilidades.
En los Foros que se han realizado en la Ciudad de México, Durango y Monterrey, los interesados han observado y comparado diagnósticos y análisis.
Lo que está en juego, después de todo, es la coordinación de un polo que estará en posibilidades de disputar la presidencia de la República en 2024.
Xóchilt Gálvez, Beatriz Paredes y Santiago Creel son un equipo atractivo y que seguramente formará parte de lo que ocurrirá en los próximos meses.
Avidel Villarreal, un destacado estratega político, en su libro “¿Cómo ganar una elección? 109 ideas para armar” (Editorial é, 2023), señala que “las campañas actuales son una puesta en escena que no tiene pausa. Una vez que se lanza una candidatura, se activan una serie de procesos comunicacionales y organizacionales que solamente se van a detener cuando se proclame a un ganador.”
Acaso por ello, para el Frente, en lo inmediato, lo indispensable es que el método que acordaron partidos y sociedad civil se respete para que el resultado cuente con legitimidad y sea aceptado por todos los contendientes y, sobre todo, por los ciudadanos que están participando, registrando preferencias y luego votando.
Difiero de quienes piensan que solo una variable es posible, porque ello sería caer en la lógica de imposiciones o de agendas irremediables.
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En cambio, estoy convencido de que la ciudadanía, la que se registró para participar en la consulta directa y la que será encuestada, es lo suficientemente madura para ponderar el sentido de sus decisiones y aceptar lo que determine la mayoría.
Villarreal apunta, y con razón, que “la carrera política es un proyecto de vida. Nadie puede pretender tenar éxito sino tiene cierto capital desde dónde arrancar”. Es evidente que Gálvez, Paredes y Creel poseen, cada uno a su modo, una plataforma interesante y atractiva.
Pero lo que da sentido al Frente Amplio por México es una agenda de defensa de la democracia y las instituciones. Eso es lo que juntó al PRI, PAN y PRD con agrupaciones sociales y es lo que debe liderear quien resulte vencedor del proceso que concluirá hasta el próximo 3 de septiembre.
Hay que tener en cuenta el enorme trabajo del Comité Organizador, quienes hay pavimentado un camino en que había múltiples obstáculos, algunos de ellos nada menores.
Sus integrantes, Marco Antonio Baños, María Teresa González Luna, Juan Manuel Herrero, Alejandra Latapí, Patricia McCarthy, Rodrigo Morales, Arturo Sánchez, Raymundo Bolaños, Armando Tejada, Rubén Moreira, Rolando Zapata, Claudia Castello y Ángel Ávila, son una garantía para que las cosas salgan bajo el modelo que se estipuló.
Esta semana se realizarán foros en León, Guadalajara y Mérida, en los que se abordarán, respectivamente, temas como la reconstrucción institucional, México en el mundo y el México para las mujeres. Son el último eslabón antes de la cita con las urnas el 3 de septiembre y su respectivo estudio de opinión. Las proyecciones indican que se instalarán unas 600 mesas, dos por cada distrito electoral.
En cada entidad hay comités de organización conformados por especialistas y por representantes de Sí por México, Poder Ciudadano, Frente Cívico, Unidos y Misión Rescate México, quienes, acompañados por integrantes de los tres partidos, tendrán la responsabilidad logística de la consulta.
Toda una empresa ciudadana y democrática.
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