Tiene apenas 41 años, pero carga sobre sus hombros la responsabilidad de cuidar más de 2 billones de pesos que han ahorrado los trabajadores mexicanos para su retiro. Carlos Ramírez Fuentes, presidente de la Consar, habla de los retos para darle una vejez digna a millones de mexicanos. Nos quedan apenas 15 años para lograrlo, alerta.   Fotografía y realización del video: Julio Hernández   Es el año 2030. En México, la mayor parte de la población tiene más de 65 años. Los pocos jóvenes que quedan apenas pueden subsistir con sus empleos. Los viejos vagan por las calles, duermen en los callejones y, poco a poco, mueren de enfermedades curables. No hay nadie que los cuide. No hay dinero para darles ni siquiera comida. Aunque ésta parece la escena de una película de ciencia ficción, podría ser la realidad del país si en los próximos 15 años no se logra incluir a todos los trabajadores mexicanos en algún sistema de ahorro para el retiro y asegurar que tendrán una pensión que alcance para cubrir sus necesidades básicas. “Una vez que llegamos a un proceso de envejecimiento poblacional, ya no hay vuelta para atrás. Si no ahorramos, nadie nos va a salvar”, advierte Carlos Ramírez Fuentes, un joven de 41 años que, como presidente de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), hoy resguarda 2 billones 1,556.6 pesos, el ahorro que millones de mexicanos han hecho para su retiro. ¿Quién es este guardián de 2 billones de pesos? Ramírez estudió economía en el ITAM y Ciencia Política en la UNAM. Trabajó 5 años en el sector privado, pero su mayor expertise viene del sector público, donde trabajado por más de 10 años en dependencias como Pemex y la Secretaría de Hacienda. Un buen día de finales del año 2012, mientras el ambiente navideño inundaba al mundo, el teléfono de su oficina sonó. Él trabajaba en Washington para la consultoría Eurasia Group. Al otro lado del auricular, la voz de Luis Videgaray, un viejo amigo de la universidad y recién nombrado secretario de Hacienda, le dijo: “Quiero que presidas la Consar. Te necesito en México lo más pronto posible”. Con los hijos en la escuela a medio ciclo escolar y con planes familiares de estar al menos tres años en Estados Unidos, no había mucho que pensar. “Así fue: una llamada del secretario, y rápidamente a hacer las maletas y regresar a México”, recuerda Carlos Ramírez. A casi 4 meses de ser nombrado titular de la Consar, platica con Forbes México desde sus oficinas en el piso 8, al sur de la Ciudad de México, en Camino a Santa Teresa, sobre los retos que tiene enfrente en un Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) que, pese a los grandes avances logrados en la última década, aún es incapaz de asegurar un futuro digno para más de 50 millones de mexicanos que hoy trabajan y que se jubilarán en las próximas dos décadas.   El futuro, a la vuelta de la esquina Hasta diciembre del año pasado, en México había 50.7 millones de personas de 14 años o más disponibles para producir bienes y servicios en el país, lo que se conoce como Población Económicamente Activa (PEA), es decir, un poco más de la mitad de la población total del país (58.9%). De ellos, sólo 20 millones están hoy ahorrando, aunque sea un poco, para su retiro. Los más de 30 millones restantes están en la economía informal o, aunque tienen una cuenta en alguna Afore (Administradora de Fondos para el Retiro), no están haciendo aportaciones regulares a su ahorro. Son 30 millones de mexicanos cuya futuro es incierto: nadie sabe qué harán para vivir cuando sean ancianos y ya no puedan trabajar. Pero tampoco los 20 millones de trabajadores que sí están en un empleo formal y realizan aportaciones constantes a su Afore tienen el futuro asegurado. Según el estudio El futuro del retiro, de HSBC, estas aportaciones son tan pequeñas que apenas y se jubilarán con una pensión equivalente a entre 20 y 30% de su último sueldo. Pese a todo, el SAR hoy administra recursos que representan 12.9% del Producto Interno Bruto (PIB), aunque todavía el tamaño del ahorro para el retiro es muy pequeño respecto al total de la economía, si se compara con otros países: en Chile, representa 58.5%; en Estados Unidos, 70.5%, en Holanda, 138.2%, y el promedio de países de la OCDE es 33.9%. “El Sistema de Ahorro para el Retiro y, en específico, el Sistema de Pensiones de Cuentas Individuales, va a cumplir 16 años, y realmente los resultados son poco menos que notables, espectaculares, incluso. El país, por primera vez en décadas, tiene un ahorro de largo plazo que ya alcanzó los dos billones de pesos, y es un ahorro que le pertenece a 48 millones de dueños, es un ahorro seguro  y bien administrado”, dice Carlos Ramírez. Del total de recursos que administran las Afores, 1.1 billones de pesos son aportaciones y 900,000 millones de pesos son rendimientos netos, ya descontando las comisiones. En los últimos años, asegura Fuentes Ramírez, la Consar ha trabajado para estimular la competencia y así bajar las comisiones. Al mismo tiempo, se han ampliado las posibilidades de inversión a través de una flexibilización del régimen, que ha dado mayores posibilidades de diversificación y de lograr mayores rendimientos, con un riesgo más contenido, agrega. Pese a los avances, el presidente de la Consar reconoce que falta mucho por hacer para asegurar la viabilidad del Sistema de Ahorro para el Retiro, es decir, que haya suficientes recursos para que todos los mexicanos tengan una vida digna una vez que se jubilen. “El bono demográfico todavía tiene un margen de un par de décadas, pero el problema es que se va a cerrar muy rápido la ventana. Por ahí de 2020-2030, la ventana se cierra y ya no hay vuelta para atrás”, alerta. Por eso, Ramírez Fuentes ve tres grandes retos en su gestión al frente de la Consar:
  1. Elevar el porcentaje de aportaciones que se hacen al ahorro para el retiro.
  2. Mejorar la densidad de cotización, es decir, la frecuencia con la que se realizan las aportaciones.
  3. Ampliar la cobertura de personas que estén en una Afore cotizando.
  En México, el nivel de aportaciones es de los más bajos a nivel mundial, pues se aporta entre 5 y 7% del salario del trabajador, mientras en Chile es el 10% y el promedio de la OCDE está entre 13 y 15%. Con esto no alcanza, admite Ramírez Fuentes. “Según diversos estudios, para que una persona se jubile con el 70% de sus ingresos, necesita ahorrar entre 15 y 16% de su salario a lo largo de toda su vida laboral.” Por si fuera poco, la promoción del ahorro voluntario entre los trabajadores ha fracasado. Por eso, dice, “éste es el mayor reto del sistema”. Los otros dos problemas, el de ampliar la cobertura y mejorar el nivel y constancia en las aportaciones, explica, tienen que ver con la endeble situación económica y laboral del país, donde, según cifras del Inegi, 28.9 millones de mexicanos trabajan en la economía informal (59.9% de la población), 3.9 millones están subocupados (8%) y 2.5 millones desempleadas (4.9% de la PEA). Así, son muy pocos los que pueden contribuir en su ahorro para el retiro. “Es un reto que no es sólo del sistema de pensiones; es un reto a nivel país”, dice el titular de la Consar. “No sólo que el sistema de cuentas individuales no abarca a todo el país, que sería lo deseable, sino que además, quienes aportan regularmente al sistema, aportan con frecuencias que son indeseables. Lo que sería ideal es que un trabajador pudiera tener estancias en el Sistema de Cuentas Individuales cotizaciones, por lo menos, del 70% de su vida laboral”. Una persona con una vida laboral de 40 años, debería cotizar, al menos, entre 28 y 30 años.”En México no estamos viendo eso por la situación tan frágil del mercado laboral”, reconoce. Hoy existen 48 millones de cuentas en las Afores, pues sí hay muchos mexicanos que tienen su Afore, pero de esas cuentas, las activas no rebasan los 20 millones. Los demás no hacen aportaciones recurrentes. El futuro es incierto y está a la vuelta de la esquina. “Estamos llegando a muy pocos mexicanos con este Sistema de Cuentas Individuales. Hay una enorme cantidad de mexicanos que no está ahorrando para su futuro. Y eso es una situación que, dadas las tendencias demográficas del país, se va a acentuar y a agravar en las próximas décadas.”   Acciones contra reloj El tiempo no se detiene. Sólo quedan 15 años para lograr la viabilidad del sistema de pensiones mexicano. Carlos Ramírez tiene poco menos de seis años al frente de la Consar para poner en marcha los cambios que pinten un mejor futuro para los mexicanos, para que la escena futurista de caos no se convierta en realidad. Pero, ¿qué hacer? Es un hecho: la economía mexicana necesita crecer más. “Debe ser la principal meta del país”, dice. Para ello, no hay muchos caminos: se requiere la aprobación de las reformas estructurales. “No hay reformas mágicas, no hay reformas que van a solucionar los problemas de un día para otro, pero nuestra estructura económica no está funcionando. Algo está pasando que impide que el país crezca más aceleradamente. Tenemos que hacer reformas para alterar esa estructura” Mientras estas reformas se aprueban, como espera Ramírez con optimismo, desde la Consar él emprenderá cuatro acciones para tratar de ganarle tiempo al futuro:
  1. Seguir estimulando la competencia entre las Afores.
  2. Mejorar el régimen de inversión para que las Afores otorguen mejores rendimientos a los trabajadores.
  3. Realizar una evaluación y restructuración del sistema actual de aportaciones voluntarias.
  4. Mejorar la calidad de los servicios de las Afores a los trabajadores
Sobre las comisiones que cobran las Afores, Ramírez Fuentes es muy claro: “Si bien las comisiones han bajado de manera muy significativa, no estamos de ninguna manera satisfechos con lo que se ha logrado. Por eso, vamos a seguir empujando hacia una mayor competencia para que sigan bajando los precios y sigan mejorando los incentivos para una mejor gestión de los recursos, mayores rendimientos, mejores servicios”. En la actualidad, del total de recursos de las Afores, la mitad están invertidos en instrumentos no gubernamentales y la otra mitad en instrumentos gubernamentales, cuando hace 10 años 80% de los recursos estaban en valores gubernamentales. Pese al avance, admite, “sí hay algunas Afores que, ya sea por estrategia, por falta de incentivos o por la razón que sea, no utilizan el régimen de inversión de manera más agresiva, y por eso se están quedando rezagadas, de manera muy notable, en materia de rendimientos”. Es muy claro que no todas las Afores hacen su mayor esfuerzo en dar mejores rendimientos a los trabajadores. La diferencia entre los rendimientos que otorga la Afore mejor rankeada y la última es de más de 700 puntos base, pues, por ejemplo, en la Siefore 3, Invercap otorga un rendimiento real de 8.12% a 36 meses, mientras Inbursa apenas otorga un 1.84%. “Es una diferencia difícil de explicar”, concede el titular de la Consar. Por eso, no descarta impulsar una nueva reforma al SAR, una vez que salgan las reformas fiscal y energética. “Hay una agenda muy clara de temas en los que se podría avanzar en cambios legales, pero habrá que esperar a ver cuáles son las condiciones políticas del país en los próximos meses y años.” Para avanzar en este rubro, la Consar está fortaleciendo todos los instrumentos para que las Afores sean mejores gestionadores de ahorro de largo plazo, y que tengan los incentivos adecuados para gestionar mejor los recursos y evaluar mejor las alternativas de inversión, informa. “Es necesario tener verdaderos asset managers pensionarios.” La pieza distintiva en esta estrategia de la Consar será mejorar el servicio que dan las Afores a los trabajadores. Para ello, la dependencia lanzará en los próximos días un ranking de servicios, que mostrará que empresas hacen mejor trabajo en este rubro y cuáles no. La calidad de servicio medirá 5 componentes, entre ellos, el número de sucursales, la rapidez en el pago de las pensiones, tiempo en retiros de apoyos por desempleo y para matrimonio. “Serán indicadores de carácter operativo-servicios que reflejarán quiénes son los mejores”, precisa Ramírez. “Yo quiero darle un uso al tema de los servicios como una bandera de mi gestión en la Consar porque estoy convencido de que si el trabajador percibe, siente, que hay buenos servicios en el sistema, tendrá mayor confianza para ahorrar más, para elegir mejor”, confía. Lo peor que puede pasar es no hacer nada para enfrentar esta realidad a contrarreloj. “¿Cuál es el riesgo? Que en México, lleguemos a la etapa del envejecimiento poblacional sin haber dado el brinco en materia de desarrollo. Y ese sería el peor de los escenarios para el país, un país de edad adulta, sobre todo con una proporción de personas mayores a 65 años, sin capacidad para financiarles pensiones.” Carlos Ramírez sabe que la tarea es titánica, pero no hay opción. “De no enfrentar estos retos ya, el Sistema de Ahorro para el Retiro se verá condenado a pagar pensiones bajas, a que un número muy grande de mexicanos no tenga una pensión y a que el Estado mexicano se vea en la necesidad de sacar recursos de algún lado para pagarles pensiones, aunque sea mínimas, a un enorme segmento de la población que no ahorró a lo largo de su vida”. El futuro ya nos alcanzó. O los cambios se hacen hoy o el país no tendrá un mañana.     Contacto: Twitter:genarorastignac     [youtube id=”jwwSRsJOsEU” width=”620″ height=”360″]

 

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