Cuando cualquier negocio pasa por rachas positivas es fácil que se relajen los controles administrativos y operativos, lo cual podría tener un impacto negativo en la organización.   La mayoría de los empresarios deciden formar una empresa con el afán de proporcionar un bien o servicio que la sociedad consumidora demanda, es decir, desean satisfacer una necesidad y por supuesto generar una ganancia o utilidad  por dicho intercambio comercial. Derivado de esto, cuando cualquier negocio va viento en popa se relajan los controles administrativos y operativos y sin darnos cuenta ¡podríamos perder hasta la camisa! Recordemos que tanto para las buenas épocas como para los tiempos difíciles, siempre reflexionar sobre algunos indicadores nos mantienen alerta y atentos para reaccionar a su debido tiempo. Comencemos por definir los siguientes conceptos: Utilidad y Pérdida financiera. Se obtiene una utilidad cuando se obtiene un resultado positivo al confrontar el ingreso contra el costo y gasto relacionado para la producción del bien o servicio, en caso contrario cuando los costos y gastos son mayores al ingreso se obtendrá una pérdida. En caso de gozar de utilidades no es suficiente con obtenerlas, es importante analizar cuál ha sido la razón de las mismas; por ejemplo precio bajo, alta calidad, volumen de ventas, diferenciación, sistema de producción y comercialización, costos controlados, disminución de gastos administrativos, etcétera, es decir, es necesario localizar la fortaleza o fortalezas que nos ha producido la utilidad generada, y por lo tanto el incremento de valor de la empresa. Si fuese el caso contrario es decir, se están generando pérdidas, pues este mismo análisis ayudará a localizar la debilidad o debilidades que provoca tales pérdidas en la empresa. Una acción que no falla es revisar minuciosamente todos los costos y gastos involucrados con el bien o servicio ofrecido e ir eliminando o reduciendo aquellos que no dañen la calidad de lo que se está mercadeando. Al revisar en forma muy detallada los costos y gastos mencionados, nos dará la posibilidad de localizar lo que es innecesario y que tal vez permanece solo por costumbre y por falta de análisis encareciendo el precio ofrecido al público.  Recuerde que no siempre lo caro es lo mejor, pero tampoco  lo es lo barato.  Aunque le parezca extraño, también se da el caso de que se incurre en pérdidas debido a que no se invierte lo necesario, se ahorra demasiado empobreciendo lo que ofrece al mercado, así que el equilibrio en este punto no es fácil pero es importante buscarlo y obtenerlo. Sea cual fuere la situación, el análisis continuo y sobre todo el constante interés en corregir o mejorar lo que se hace hecho hasta el momento, ayudará a prevenir la baja de utilidades o inclusive evitar  las pérdidas que deterioran el funcionamiento de cualquier empresa, y ayudará a que se aprovechen las oportunidades que ofrece el mercado en el cual se desempeña la empresa. Cierto es que no todo queda en el análisis de fuerzas y debilidades de la empresa, también existen métodos para calcular la rentabilidad financiera de una empresa, para lo cual lo invito a nuestro siguiente encuentro, en el cual hablaremos de este tema que deseo sea interesante para usted. ¡Gracias y hasta la próxima! Contacto: Email: [email protected]

 

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