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Por Oscar González Escárcega*

En 1960 el latinoamericano promedio tenía 20% del ingreso de un estadounidense típico, hoy la situación sigue siendo prácticamente la misma; en cambio, en Corea del Sur, pasaron del 7 al 67% en el periodo 1960-2018.

Tal rezago en América Latina se debe a un problema de baja productividad que es transversal a todos los sectores y a una mayor asignación de recursos a sectores de menor productividad.

En entrevista con Forbes, Pablo Sanguinetti, vicepresidente de Conocimientos del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), y Emilio Uquillas, director Representante en México de dicha institución financiera, compartieron su visión sobre la economía y el desarrollo de Latinoamérica y, basados en su diagnóstico, cuáles son las áreas en las que el CAF puede apoyar a la región.

¿Cuál es el análisis que hacen de la economía latinoamericana actual?

Pablo Sanguinetti (PS): Desde 2015–2016, la región está experimentando una caída de su crecimiento promedio, comparado por supuesto, con el boom de los commodities de 2002, el cual duró hasta 2014 si uno piensa en los precios del petróleo; en ese periodo la región creció en promedio 4.5% por año, lo que es una tasa bastante elevada para los estándares locales, que en promedio están entre 2.5 y 3% anual.

Aquél boom permitió la expansión de estas economías, la baja en indicadores de pobreza e inclusive una mejor redistribución de la riqueza; nosotros sabemos que los ciclos son finitos, aunque éste duró bastante, la región comenzó a frenarse en 2015.

Algunos países como México han crecido al 2%, pero naciones como Brasil, Venezuela o Argentina sufrieron más; el promedio de la región en 2017 fue de 1%, en 2018 se ubicó entre 1.3 o 1.4% y este año se prevé que sea de 1.7%, pero claramente por debajo del 2%, lo que implica que el reto de mantener una tasa de crecimiento alto, persiste.

De todas formas no hay que estar tan negativos, porque en el pasado, cuando había una reversión tan fuerte en los precios de los commodities, en específico del petróleo, los países de Latinoamérica caían en crisis importantes, en su balanza de pagos, en el tipo de cambio que se depreciaba muchísimo, causando altas tasas de inflación y hasta crisis bancarias.

¿Por qué? porque los países tenían políticas macroeconómicas más consolidadas, tenían cierta holgura fiscal, ciertos superávits de sus buenas épocas. Varios países ahorraron parte de los ingresos, lo que les permitió acumular un colchón de recursos, de reservas, regímenes cambiarios más modernos con tipos de cambios flexibles, tasas de inflación bajas atadas a expectativas estables, producto de los bancos centrales independientes.

La región aguantó afectando un poco los déficits fiscales, depreciando la moneda, sin que esas depreciaciones se mostraran más fuertes sobre la tasa de inflación, lo que permitió tener un tipo de cambio real y amortiguar los déficits en cuenta corriente. Tener una banca ordenada sirve y lo podemos ver; sin embargo, el problema de crecimiento a largo plazo, aún no se resuelve.

¿Cómo es el mix de los apoyos que brinda el CAF?

PS: En todo este proceso de la región, el CAF acompañó a los países brindando financiamiento para proyectos productivos de inversión para que estos no se cayeran, ya que los gobiernos tenían a veces más o menos holgura para financiarlos con recursos propios; CAF mantuvo de manera importante financiamientos en infraestructura y temas sociales, pero también entró con líneas de crédito macro para acompañar a los países en el ajuste de sus balanzas de pago, en sus reservas (de acuerdo con datos de su propio sitio de internet, las inversiones en la región fueron de casi 2,500 millones de dólares (mdd).

Emilio Uquillas (EU): CAF ha crecido muchísimo y es una institución super flexible y en el momento en el que los países demandan liquidez hemos tenido la posibilidad de enfocar esfuerzos en los denominados programas PBL o swaps, que son las herramientas que te permiten asignar recursos al tesoro nacional, digámoslo en términos muy generales, y solventar una falta de acceso a mercados internacionales de capital y afrontar por la imposibilidad de recursos o por otra razón críticas que atraviesan siempre las economías.

Por otro lado siempre hemos estado atendiendo a las pymes y a la micro empresa a través de las estructuras bancarias existentes en los países y no solo bancarias sino instituciones financieras más pequeñas dedicadas a atender a los sectores micros. Por ejemplo, en Bolivia tenemos una cobertura casi total en las micro-financieras, que asignan recursos a ese sector que es tan importante.

Esa ha sido la carta de presentación del CAF y la participación en fondos de inversión. Tenemos una línea de acercamiento hacia capitales privados a través de fondos de inversión y desde el año 2002 hemos participado en México, ya sea con NAFIN o con fondos privados que nos ha permitido llegar hasta 200 mdd de fondos de capital privado manejados por gestores locales.

Por ejemplo, uno de los fondos en los que hemos invertido ha financiado la creación de esta aplicación CornerShop, que fue recientemente adquirida por Walmart; si bien la actividad de CAF apoya al sector de logística para la competitividad y la eficiencia productiva, también vemos al sector micro, con mucho apetito y mucho interés, porque sabemos que ahí esta uno de los puntales del crecimiento económico y generación de empleo.

¿Qué elementos consideran para otorgar un crédito? ¿Cómo evalúan los proyectos?

EU: Los proyectos se evalúan desde distintas perspectivas, una de ellas, que es fundamental pero no única, es la calidad del proyecto mismo, si el diseño del proyecto está bien, ten la seguridad de que el proyecto va a terminar en tiempo y con el presupuesto asignado.

Si el proyecto tiene debilidades de diseño, va a costar más y se va a demorar en su ejecución y eso va a tener un impacto severo en la rentabilidad social de la inversión pública; cuando empieza a rendir un proyecto hablando socialmente, es cuando el proyecto está al servicio de la población, antes no, esa demora ya tiene un impacto en el bienestar social.

PS: Por eso, complementariamente a los fondos, a los créditos, CAF tiene un esquema muy fuerte de fondos de cooperación técnica, para poyar lo que dice Emilio, el diseño, la prefactibilidad y fortalecer organismos, justamente para que cuando el proyecto se apruebe esté bien diseñado, con capacidad de poder terminarlo a tiempo y eficientemente.

¿Cuáles son las ventajas competitivas de ustedes frente a otras instituciones financieras en Latam?

PS: CAF es un banco que trabaja de forma paralela con los gobiernos, con mucha familiaridad, siempre estamos muy dispuestos a facilitarles las cosas; si se trata de necesidades importantes, el banco trata de agilizar estos procesos, la idea no es solamente que los créditos sean efectivos, porque ciertamente son más flexibles, sino también porque aportamos conocimiento. Muchos proyectos de infraestructura requieren de estudios muy serios, requieren de calificación, y nuestras áreas de negocios tienen estas áreas especialistas, consejos técnicos que trabajan muy de cerca con los gobiernos para facilitar toda esa parte de planeación esa capacidad de implementación.

¿De qué trata el “Reporte de Economía y Desarrollo 2018” y qué hallazgos importantes arroja para la región?

PS: El mensaje del reporte es que la revolución productiva de un país va a surgir de reformas que aumenten la productividad al interior de las industrias y no tanto de designar recursos al sector primario o al sector manufactura, y para mejorar la productividad de las industrias necesitamos hacer que surjan empresas startups de alto potencial y crecimiento y que eventualmente mueran las de baja productividad.

El segundo problema es que la informalidad en todos los sectores es alta y no me refiero solo al comercio ambulante, sino en otros sectores, la asignación de recursos se debe dar del sector informal al formal.

Hay que trabajar en áreas que van desde fortalecer la competencia, mejorar el acceso de insumos a las empresas, incluyendo servicios de infraestructura, mejorar las regulaciones del mercado laboral para que fluya mejor el trabajo en sectores con más productividad, hasta el acceso al financiamiento.

¿A qué le atribuyen la baja productividad de la región?

PS: El rezago productivo de América Latina se debe principalmente a una muy baja productividad de todos los sectores que conforman sus economías, más que a una concentración de recursos en sectores de baja productividad; la baja productividad generalizada obedece a factores institucionales que moldean las políticas y regulaciones que afectan transversalmente el entorno productivo de las empresas, más allá del sector donde éstas operan.

Entre los ámbitos clave de dicho entorno se destacan aquellos vinculados a la competencia, al acceso a insumos y cooperación entre empresas, a las relaciones laborales y al financiamiento; se propone incrementar las capacidades de las agencias de defensa de la competencia, reducir barreras de entrada a las empresas, y profundizar el comercio internacional y la integración regional, que aún se ven limitados por barreras arancelarias y logísticas.

El  documento  concluye  analizando  el  rezago  de  América  Latina  en  términos  de  indicadores  de  desarrollo  del  sistema  financiero  y  exponiendo  sus  principales  implicancias  para  la  productividad. Para mejorar este ámbito, resalta la importancia de adecuar algunos aspectos regulatorios tales como los procedimientos de bancarrota por ejemplo.

*El autor es periodista de negocios.

 

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