Por: Gabriel España

Ryan Berg, el director para las Américas del Center for Strategic and International Studies, reconocido instituto de investigación en Washington DC, reconoció que la oleada de inversiones que llega a México actualmente “resulta ser a pesar de López Obrador, y no debido a las políticas de López Obrador”, y es que es muy interesante la contraposición a los flujos de inversión que llegan al país producto del llamado “nearshoring”, producto de las tensiones geopolíticas entre EEUU y China. Esta oleada de inversión que entusiasma a muchos en México y en algunos sectores de EEUU, sin embargo, contrasta con lo mal que aparece ranqueado el país en el Índice de Confianza de Inversión Extranjera Directa (IED) elaborado por la reconocida firma de asesoría en inversiones globales Kearney.

El Índice de Confianza de Inversión Extranjera Directa de Kearney es un ranking anual de países basado en lo atractivos que son para la inversión extranjera directa. En el informe más reciente, publicado en 2023 y basado en datos del 2022, México estuvo por cuarto año consecutivo clasificado fuera de los 25 países incluidos en el índice. En el pasado, era norma ver a México en la lista del índice compuesto por un selecto grupo de 25 naciones.

Esto significa que, según la encuesta de ejecutivos de negocios realizada por Kearney, México es actualmente percibido como un país poco atractivo para la inversión extranjera directa entre los países incluidos en la evaluación. El informe cita factores como la inestabilidad política, la delincuencia y la violencia, y las preocupaciones sobre las políticas económicas del gobierno actual como posibles razones para la baja clasificación de México.

La metodología utilizada por Kearney para calcular el Índice de Confianza de Inversión Extranjera Directa se basa en una encuesta a ejecutivos de negocios de todo el mundo. La encuesta se realiza anualmente y se envía a ejecutivos de empresas globales y regionales, que representan una variedad de sectores y regiones geográficas.

Los ejecutivos encuestados califican a los países según una serie de factores, incluyendo el entorno político y económico, la estabilidad macroeconómica, la infraestructura, la mano de obra, la apertura de mercado, la rentabilidad y el potencial de crecimiento a largo plazo. Luego, se utilizan estas calificaciones para determinar la clasificación de cada país en el índice.

Es importante tener en cuenta que la metodología utilizada por Kearney no se basa en datos económicos y financieros objetivos, sino en la percepción subjetiva de los ejecutivos encuestados sobre los países que son atractivos para la inversión extranjera directa.

Históricamente, México ha tenido altibajos en su clasificación en el Índice de Confianza de Inversión Extranjera Directa de Kearney. En algunos años ha estado entre los primeros 25 países clasificados, es ahora de llamar la atención que lleva ya 4 años consecutivos fuera del índice de 25 países. Por ejemplo, al cierre del sexenio anterior, México ocupó el lugar número 19 en el índice, lo que indicaba que era considerado relativamente atractivo para la inversión extranjera directa.

Es importante tener en cuenta que la percepción de los ejecutivos encuestados en cada año puede estar influenciada por una variedad de factores, incluyendo los acontecimientos políticos y económicos en el país y en el mundo, así como las tendencias en la percepción de los inversionistas sobre México.

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Para mejorar su clasificación en el Índice de Confianza de Inversión Extranjera Directa de Kearney, México podría tomar medidas para mejorar su entorno empresarial y reducir la incertidumbre política y económica. A continuación se presentan algunas recomendaciones que podrían ayudar a México a mejorar su atractivo para la inversión extranjera directa:

Estabilidad política: México podría trabajar para mejorar la estabilidad política y reducir la incertidumbre en cuanto a las políticas económicas y comerciales. Esto podría incluir la reducción de la corrupción, la mejora de la transparencia y la protección de los derechos de propiedad.

Mejoras en infraestructura: México podría invertir en la mejora de su infraestructura, incluyendo carreteras, puentes, puertos y aeropuertos, lo que facilitaría el transporte de bienes y personas y aumentaría la eficiencia y productividad de las empresas.

Aumentar la educación y la capacitación: México podría invertir en la educación y la capacitación de su fuerza laboral, lo que mejoraría la productividad y la calidad del trabajo y atraería a empresas que buscan una fuerza laboral altamente capacitada.

Fomentar la innovación: México podría fomentar la innovación y el desarrollo tecnológico, creando un ambiente favorable para la creación y crecimiento de nuevas empresas y atraer a empresas que buscan una base de operaciones en un ambiente innovador.

Mejorar el clima de seguridad: México podría tomar medidas para reducir la delincuencia y la violencia, lo que mejoraría el clima de seguridad para los ciudadanos y las empresas y aumentaría la confianza en la inversión en el país.

En general, es importante que México trabaje para mejorar su entorno empresarial y reducir la incertidumbre, con el fin de atraer a inversionistas extranjeros y aumentar su clasificación en el Índice de Confianza de Inversión Extranjera Directa (IED) de Kearney.

Respecto del rubro de infraestructura, a continuación se mencionan algunos de los rubros en los que México debería invertir, junto con algunas estimaciones de la inversión necesaria:

Carreteras: La red de carreteras de México necesita mejoras significativas para facilitar el transporte de bienes y personas. Según un informe del Banco Mundial, se estima que se requiere una inversión de alrededor de unos 221 mil millones de dólares para mejorarla.

Ferrocarriles: La red ferroviaria de México se encuentra relativamente subdesarrollada, especialmente si se compara con otros países de la región. Se estima que se necesitan alrededor de unos 10 mil millones de dólares para modernizar y ampliar la red ferroviaria en el país.

Puertos: Aunque México cuenta con varios puertos importantes en ambos lados del país, muchos de ellos necesitan mejoras para poder manejar un mayor volumen de carga. Según el Banco Mundial, se estima que se requiere una inversión de alrededor de unos 150 mil millones de dólares para modernizar y expandir los puertos mexicanos.

Aeropuertos: México necesita una infraestructura aeroportuaria moderna y eficiente para manejar el creciente tráfico aéreo. El proyecto de construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) era el inicio de una nueva era aeroportuaria mexicana, aunque ese proyecto fue cancelado por el gobierno actual.

Comunicaciones: México necesita mejorar su infraestructura de comunicaciones para facilitar la conectividad y la digitalización. Se estima que se necesitarían alrededor de unos 6 mil millones de dólares para expandir y modernizar la infraestructura de banda ancha en México.

Los mensajes son claros: mientras las cadenas productivas y el orden comercial global se reconfiguran, México debe recuperar el rumbo y reconstruir un modelo de país que nos permita alcanzar el desarrollo. Todavía hay tiempo para hacerlo, pero se requiere la participación de todos y todas. Debemos decidir el rumbo político que nos lleve al destino deseado, votando y promoviendo el voto. ¿Estás listo para contribuir?

Contacto:

El autor es Managing Director en Iskali Capital Group (ICG), Banca de Inversión basada en Washington DC. Ocupó puestos de Dirección en la International Finance Corporation (IFC), Institución Financiera para el Desarrollo del Sector Privado del Banco Mundial*

Contacto: [email protected]

Twitter: @Gabriel_Espana

LinkedIn: https://www.linkedin.com/in/gabrielespana/

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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