La inseguridad no ha sido mala para todos: Intec, empresa de sistemas de comunicación y vigilancia para el hogar, registra ventas anuales por 10 millones de dólares en medio de crisis económicas y de seguridad. Ésta es su historia.   En 2009, Bernardo Márquez heredó la dirección general de Intec, empresa de sistemas de vigilancia y comunicación para viviendas, mientras la crisis económica y la inseguridad sumían a México en uno de los peores escenarios posibles. Para muestra, dos botones: ese año, la inseguridad le costó a México más de un billón de pesos (85,380 millones de dólares), equivalente a 8.9% del Producto Interno Bruto (PIB), según datos del Instituto Ciudadano de Estudios sobre la Inseguridad (ICESI). Además, 40,000 pequeñas y medianas empresas (pymes) cerraron en 2009, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Entonces, ¿cómo Intec transformó esa incertidumbre en negocio? La respuesta se remonta a 1992, cuando Carlos Vilchis, fundador de la compañía mexicana, abrió una escuela de capacitación para electricistas, que representaba una fuerte base de su mercado. Con más de 90,000 instaladores capacitados, esta estrategia se ha convertido en una puerta grande de ventas. “Cuando vienen estas crisis, todo el mundo se aplica más”, asegura Márquez. Además, afirma, las crisis económicas provocan que las personas cuiden más su patrimonio. De esta manera, la gente busca cuidarse y coloca otro candado en su puerta, instala un sistema de videoportero, cercas electrificadas o alguna alarma. Estos periodos de mayores cuidados “traen una demanda que a nosotros sí nos beneficia”. Pero el sector de seguridad y vigilancia aún enfrenta múltiples retos. Uno de los principales es la regulación jurídica.   Regulación, sin vigilancia Intec participa en un sector que carece de supervisión integral. En México existen aproximadamente 8,000 empresas de seguridad privada, de las cuales 75% son irregulares, es decir, sólo 895 empresas cuentan con registro federal, según un estudio de la Universidad Iberoamericana. Este mercado, fuente de empleo para más de 500,000 personas, representa 1% del Producto Interno Bruto (PIB) y genera más de 160,000 millones de pesos. Además, crece anualmente entre 18 y 24%, según datos de Asociación Mexicana de Empresas de Seguridad Privada (AMESP). Pese a la falta de regulación, el sector sigue en crecimiento y una muestra es Intec, que en los últimos cuatro años logró que sus ventas crecieran 25 puntos porcentuales; sus ventas anuales oscilan los 10 millones de dólares. “Sí ha crecido la demanda de productos de seguridad, particularmente, sistemas de circuitos de televisión y cercas electrificadas”, platica su director general. Pero para Intec no todo es vigilancia. Desde su fundación en 1965, esta empresa mexicana de interfones, que maneja 59% del mercado, también pone sus ojos en la innovación de productos y  la comodidad de sus clientes.   Casas inteligentes Tras asumir la dirección de Intec, Márquez apostó por un proceso de “rejuvenecimiento”: desde cambiar la imagen corporativa —con los riesgos que eso implica—, hasta el diseño de nuevos productos. Para cumplir su estrategia, Intec destina entre 3 y 4% de sus ventas a la innovación. Entre sus principales apuestas se encuentra el concepto de “casa inteligente”. Este sistema permite, por ejemplo, controlar la intensidad de las luces, el recorrido de las persianas  y la calefacción a través de un aparato central que recibe las órdenes. Eso no es todo: el proceso puede automatizarse  hasta operar el sistema a través de una tablet o smartphone. El costo inicial es de 20,000 pesos para un departamento. Los equipos pueden ser alámbricos o inalámbricos. “No tienes que romper nada.” La seguridad también está presente en este esquema: se pueden cerrar llaves de gas y agua cuando el sistema detecte una fuga. Intec también apuesta por la ecotecnología y cuenta con su división de proyectos de eficiencia energética. Por ejemplo, paneles solares que ahorran entre 40% y 70% de energía eléctrica, aunque dependen del área y potencia de iluminación. Intec procura estar por encima de 60%. En promedio, explica Márquez, el retorno de inversión por panel solar es de cinco años, con una durabilidad de 25. Su tecnología ya funciona en proyectos de infraestructura mexicana. Un tramo del periférico en la ciudad de México, conocido como Viaducto Elevado Arco Sur, cuenta con paneles solares en 11 kilómetros, además del diseño de iluminación bajo puente y segundo piso, con un ahorro energético de 63.2%.
Foto: Intec

Esta apuesta por la innovación ha abierto puertas a Intec en otras latitudes del continente.

Estados Unidos, el siguiente mercado Intec, con una plantilla de más de 150 empleados, participa en diversos mercados de América Latina, como Perú, Colombia, Argentina, Chile y algunos países del Caribe y Centroamérica.  Sin embargo, Márquez tiene interés por llevar a su empresa al mercado más grande del continente, Estados Unidos, aunque no adelanta una fecha estimada de entrada a ese país. Mientras tanto, Márquez imagina que los hogares del futuro serán mucho más de lo que la tecnología actual les permite. Además, deberá contar con el elemento básico para una casa ideal: la sustentabilidad. “Estamos hablando de tecnología, de medioambiente y comunicación. Nos falta un rato, pero hacia allá vamos.”

 

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