Aquí la composición del Parlamento Europeo, en un contexto marcado por los retos económicos que deben afrontar en Europa.     Desde que en 1962 el Parlamento Europeo adquiriera, en el marco de la evolución de la integración europea, la denominación y naturaleza que ha mantenido hasta hoy, ha sido sin duda la institución que más ha ganado a lo largo del proceso decisorio de la Unión Europea (UE), tanto en poder como en relevancia. No en vano es la única que es elegida directamente por los ciudadanos mediante el sistema de sufragio universal, y esta condición, que la legitima y diferencia, ha hecho que haya ido adquiriendo poderes cada vez más importantes a lo largo de los años. Ha pasado de ser un mero organismo de consulta, a tener el poder de colegislar junto con el Consejo en más de 85 ámbitos legislativos, ejerciendo poderes legislativos, de control presupuestario y de control político. Asimismo tiene una gran capacidad de influencia política, y entre sus competencias se incluyen la de elegir al presidente de la Comisión, la de vetar el nombramiento del Colegio de Comisarios y, tras una moción de censura, la de hacer que dimita la Comisión en Pleno. La sede oficial del Parlamento se encuentra en Estrasburgo, y es allí donde cada mes se celebran los plenos más importantes de la institución. Sin embargo, su actividad se desarrolla también en sus emplazamientos que tiene en Luxemburgo y en Bruselas, donde se celebran plenos adicionales y las reuniones de las comisiones. Los más de 500 millones de ciudadanos de la Unión están representados en el Parlamento Europeo por 751 eurodiputados, de los cuales 54 son españoles. Cada cinco años los votantes de los 28 Estados miembros eligen por sufragio directo a sus representantes, entre los que se distribuyen los escaños en función de la parte de la población de la Unión Europea que le corresponda a cada país. Las últimas elecciones al Parlamento Europeo han marcado un hito democrático en la historia de la Unión Europea. En este sentido, la institución ha hecho valer su condición de ser la única elegida por sufragio directo por los ciudadanos de la Unión Europea. Los candidatos designados por parte de los partidos políticos europeos para presidir la Comisión Europea, hicieron campaña para que los votantes eligieran en las elecciones parlamentarias a la persona llamada a liderar tan importante institución. Por otro lado, los últimos comicios han supuesto no sólo un descenso de la presencia española en puestos significativos en el Parlamento, sino también una redistribución de escaños motivada esencialmente por la competencia que las nuevas fuerzas políticas han supuesto para los principales partidos, reflejo del desencanto de los españoles hacia sus instituciones tradicionales. Este informe analiza la composición, las competencias y la presencia española en el Parlamento Europeo, en un contexto marcado por los retos económicos que desde Europa se deben afrontar, para cumplir con los objetivos planteados especialmente en lo relacionado con la creación de empleo, el crecimiento y la sostenibilidad.   Resumen del artículo publicado en la revista uno. Puedes leer el artículo completo aquí.     Contacto: Twitter: @LlorenteyCuenca Facebook: llorenteycuenca LinkedIn: llorente-&-cuenca Web corporativa: llorenteycuenca.com Web de d+i LLORENTE & CUENCA     Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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