La actriz siempre supo que quería hacer ropa para mujer; ahora ha creado una línea con todas las tallas que podría revolucionar el sistema minorista por completo.   Por Natalie Robehmed La reina de la comedia de Hollywood pronto podría celebrar otro título, el de la realeza minorista. La recién lanzada línea de ropa de Melissa McCarthy para mujeres de todas las tallas, Melissa McCarthy’s Seven7, busca romper la barrera entre la ropa de tallas extra y la “estándar”, un pantalón estampado a la vez. “He fluctuado, he pasado por todas las tallas en el arco iris, pero llegué a un cierto punto en el que no pude encontrar ropa que aún me hiciera sentir moderna”, dice McCarthy, quien durante mucho tiempo ha padecido la frustración impuesta por las pocas opciones de tallas que hay en el mercado. En las raras ocasiones en que encontraba algo que le gustara, aún no estaba a la altura de esta ex punk amante de lo vintage. “Si encontraba algo que me ajustara bien, la tela era horrible. No había pinzas, costuras ni estructura, eran como tiendas de campaña”, relata McCarthy. “Cuando llegué a talla 12 no dejé súbitamente de tener un sentido del estilo”, dice McCarthy, cuyas películas han recaudado 1,600 millones de dólares (mdd) en taquilla mundial. Este año, la comediante se llevó unos 23 mdd para convertirse en la tercera actriz mejor pagada del mundo. “Sucede que trabajo en algo en lo que siempre estoy rodeada de sastres y diseñadores de vestuario, pero ¿qué puede hacer alguien que vive en una ciudad cualquiera, donde no hay opciones, y cuánto daño hace esa situación a tu autoestima?”, pregunta McCarthy. Melissa McCarthy’s Seven7 pronto podría cambiarlo todo: Está disponible en tallas 4 a 28 en todo Estados Unidos, desde Nordstrom.com, hasta Macy’s, HSN, Belk, Von Maur, Lane Bryant, Pennington’s Canadá, Evans UK y en el propio sitio de Melissa McCarthy. Pero esta línea es más que el nombre de McCarthy en una etiqueta. La actriz es una obsesa de la moda que asistió a la Universidad del Sur de Illinois durante dos años antes de cambiarse –y desertar rápidamente– del FIT de Nueva York ni más ni menos que el Fashion Institute of Technology de la Gran Manzana, McCarthy se despidió de la moda después de que un amigo la convenciera de probar suerte en el mundo de la stand-up comedy. “Durante toda la preparatoria siempre supe que quería hacer ropa para mujer”, dice McCarthy, cuya abuela era costurera. Ella siguió haciendo sus propios trajes, incluso después de volverse una estrella como protagonista del programa de Tv Mike & Molly y el éxito de taquilla de 2011 Bridesmaids. “Cada vez eran más las mujeres me preguntaban, ‘¿en dónde puedo comprar esa blusa?’”, recuerda McCarthy. “Empecé a investigar sobre la opción de hacer mi propia línea ya que de todos modos hacía mi ropa. Resulta que no es muy difícil”, ríe McCarthy. De hecho, han pasado tres años desde que la actriz anunció por primera vez que emprendería en el mundo de la moda. Ella dice que ha estado muy involucrada en el diseño y la fabricación, mientras camina por un salón en un hotel de Manhattan, tocando las piezas. Queda claro que éste es un trabajo hecho con amor. Lo más importante para ella es que la ropa está disponible en todas las tallas. Según Woman Wear Daily, la mujer estadounidense promedio viste una talla 14. Al segregar la ropa talla extra a una sección de la tienda, los minoristas están alienando a su mayor mercado, dice McCarthy. “Han tomado al grupo más grande de mujeres y le han dicho ‘algo anda mal con ustedes’. Me parece loco financieramente, como empresaria.” De hecho, a McCarthy le gustaría lanzar el libro de reglas de la moda por la ventana. Las mujeres han escuchado esas leyes, les han sido susurradas a través de revistas de belleza, de sus madres, las desaliñadas secciones de tallas extra en los grandes almacenes. Dogmas tales como: las mujeres grandes no deben usar blanco, o estampados, o ropa ceñida. “Todo eso es una locura. No me lo creo ni por un minuto”, dice McCarthy. “Creo que cada vez que alguien no viste con su propio estilo, luce torpe.” Uno me repitió varias veces: los pantalones estampados hacen que tus muslos se vean más grandes. “La gente me decía que no debía hacer un pantalón estampado, y yo les decía que sí, lo estaba haciendo”, grita McCarthy. “Y cada vez que usaba un pantalón estampado de mi marca, alguien me detenía para preguntarme de dónde lo había sacado.” “Empecé a pensar que si podría hacer algo para elevar la autoestima de las mujeres en vez de derribarla, iba a hacerlo”, dice McCarthy. Aun así, queda por ver cómo se mueven todas las tallas en las tiendas. “Realmente va a depender de cómo la gente compra”, asiente McCarthy. “Pero si la gente la compra en todos los tamaños cambiará realmente el sistema, lo cual es tremendamente emocionante para mí.” ¿Qué le diría McCarthy a aquellos a quienes se les ha dicho que no pueden usar un determinado color o corte? “Creo que debes vestirte exactamente como quieres vestir. Así lucirás siempre mejor.”

 

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