Países como Colombia han logrado que habitantes de poblados apartados le saquen provecho a Internet para mejorar sus negocios. En cambio, el plan de México se limita a masificar la conectividad y que las oficinas gubernamentales se digitalicen.   Por Carla Martínez   Gracias a Internet, la colombiana Magnolia Berrio pasó de vender pescado a orillas de la carre­tera que pasa de su localidad, a distribuirlos en ciudades como Medellín, gracias a que sus clientes comenzaron contactarla por correo electrónico para hacerle pedidos. Con ese salto, Magnolia aumentó sus ventas cerca de 25%, a partir de que el gobierno instaló un Kiosco Vive Digital en Antioquia. Los quioscos auspiciados por el Minis­terio de las Tecnologías de la Información (TIC) son espacios que semejan aulas de escuela, son gratuitos y están equipados con computadoras con acceso a Internet. Son parte de la estrategia del Plan Vive Digital que el gobierno im­plementó hace cuatro años. “La política pública expresada en la agenda digital es la manera más rápida e inmediata para generar cambios en materia de conectividad”, dice Jorge Fernando Negrete, director general de la consultora Mediatelecom. “Empíricamen­te esto ha estado demostrado en el Plan de Banda Ancha de Brasil, en el Plan Vive Di­gital de Colombia y en el Plan de Argentina Conectada”. México también tiene una Estrategia Digital Nacional (EDN), que tiene como encargada a Alejandra Lagunes Soto Ruiz, una comunicóloga del ITESM, pero su diseño es más limitado que la del país sudamericano. Para implementarla, en abril de 2013 se creó la Coordinación de la Estrategia Digital Nacional, como parte de la Oficina de la presidencia de la República, con la misión de conectar a 70% de los hogares mexicanos y 85% de las micro, pequeñas y medianas empresas, una meta establecida en la Consti­tución del país. Los resultados de la EDN mexicana no se verán al final de la presente administra­ción en 2018, como asegura el gobierno, pues a decir de los especialistas aún no ha sido implementada. Además se aleja de la experiencia internacional desde el momento en que carece de presupuesto propio, no de­fine con claridad una coordinación interins­titucional entre las diferentes dependencias de gobierno ni hay un organismo público que guíe el programa de conectividad en el país —condición indispensable de cualquier plan digital nacional—. Tampoco cuenta con indicadores y metas claras a cumplir en plazos determinados, como podría ser la disminución de la brecha digital y el desarrollo de contenidos, y la capacitación a la población, lo que amplía el rezago de México frente a otros países, coinciden expertos. A ello se suma la falta de un programa de alfabetización digital que permita a la población familiarizarse y sacar provecho de la tecnología; por otro lado, las deficiencias de planeación de la Secretaría de Educación Pública (SEP) para implementar programas en las escuelas han retrasado la inclusión digital de estudiantes y profesores. No basta con tener conectividad, es necesario un programa agresivo de inclusión digital, dice María Elena Meneses, catedráti­ca del TESM Ciudad de México. “Tienes que trabajar simultáneamente en diferentes ámbitos, no puedes poner un proyecto de conectividad si paralelamente no hay, con agresividad, un proyecto de inclusión digital”, afirma. A diferencia de México, Colombia y otros países de la región que han avanzado en conectividad no requirieron de reformas estructurales en telecomunicaciones para avanzar en esta materia, dice Negrete. En efecto, a un año de su creación, no hay indicadores de los avances de la EDN. En cambio, México perdió 16 posiciones en el Networked Readiness Index 2014 del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) que mide la disponibilidad de Internet en los 148 países analizados (mientras que Colombia, por ejemplo, ganó tres lugares en ese índice). El rezago afecta la capacidad para aumentar la productividad de la economía mexicana, señala Beñat Bilbao, director aso­ciado y economista del Centro de Competi­tividad y Rendimiento Global del WEF.   Ciudadanos “conectados” que no saben usar Internet Desde su nacimiento, la EDN mexicana no sólo es poco precisa en sus objetivos, sino que aún se percibe como un plan para desplegar infraestructura de conectividad, desvinculado de programas de mejora de la calidad de vida, como la alfabetización digital y la participación ciudadana, y con pocos objetivos medibles. Normalmente, las agendas digitales cuentan con metas en economía, salud, educación, alfabetización digital y, desde luego, competitividad. “La EDN no atañe sólo a una secreta­ría, sino a varias de ellas al incluir temas como salud e inclusión indígena, e incluso de derechos lingüísticos, pues si no hay dispositivos móviles en lenguas indígenas, quedan marginados más de tres millones de mexicanos”, dice Negrete. Por cada 10% de penetración de banda ancha, el PIB crece 3%, según datos para Latinoamérica del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), citados por Alcatel-Lucent. Colombia tiene un PIB 3.3 veces menor al de México de 1.26 billones de dólares, según el Banco Mundial; sin embargo, le lleva a nuestro país cuatro años de adelanto en materia de conectividad. Cifras del país sudamericano indican que el montaje de más de 7,600 Kioscos Vive Digital constituye la mayor inversión de la historia colombiana en tecnología para el campo. En su primera etapa, de 2010 a 2014, el presupuesto gubernamental para la conec­tividad integral de Colombia fue de 200 mi­llones de dólares (mdd) y para los siguientes cuatro años se estima en cerca de 1,400 mdd. El premio es que Colombia subió 19 posiciones en el reciente Índice de Com­petitividad del Foro Económico Mundial. El ecosistema digital colombiano está formado por cuatro piezas: infraestructu­ra, servicios, aplicaciones y usuarios, que interactúan y producen el crecimiento de las tecnologías de información. “Colombia es un país de ingreso medio que ha logrado consolidar una senda cons­tante de crecimiento, lo que nos ha permiti­do duplicar en diez años el pib per cápita y consolidarnos como la tercera economía de América Latina, sólo superada por Brasil y México. El avance del último cuatrienio en la creación de empleo y en la lucha contra la pobreza tiene relación directa con los resultados del Plan Vive Digital”, dice infor­mación del TIC. internet_edn_conexion1_buena Pendientes sin conectar En el caso de México, la red compartida y la alfabetización digital son grandes pendien­tes de la EDN, dicen expertos. La red com­partida es una infraestructura que, según la Constitución, deberá ayudar a conectar a todo el país, y se conforma por la banda de 700 MHz y la fibra óptica que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) cedió a Tele­comunicaciones de México, un organismo que depende de la SCT, para ser desarrollada junto con una empresa privada. Pero la licitación para elegir a la empresa privada que podrá explotar este recurso trae retraso. En este momento se realizan pruebas a la infraestructura, la licitación será lanzada a finales de año y el ganador se conocerá en agosto de 2015, según Ignacio Peralta, subse­cretario de Comunicaciones de la SCT. Según la Constitución, la instalación de la red compartida debió iniciar en 2014 y deberá estar en operación antes de concluir 2018. De este modo, un mayor número de mexicanos podría acceder a Internet pues la red cubrirá prácticamente todo el país; además de que se espera que su servicio sea asequible y de calidad, con velocida­des superiores al promedio de la OCDE, de 44.44 megabits por segundo (cuando hoy la velocidad promedio en México es de 11.22 megabits por segundo). Se estima que hoy 70 millones de mexicanos no tienen conexión a Internet. Además de las redes, también falta que mexicanos de zonas semiurbanas y rurales se familiaricen con el uso y aprovecha­miento de Internet, que sepan entrar a un portal para solicitar un servicio al gobierno o que pequeños empresarios o agricultores vendan por ese medio sus productos. “El proyecto de la SEP llamado mi-Com­pu.mx para estudiantes de quinto y sexto de primaria está en etapa piloto, cuando la tendencia en América Latina incorpora la tecnología desde que los chicos son peque­ñitos”, dice Meneses. La alfabetización digital es el nuevo requi­sito “porque nuestra economía es más digital, y es importante para que las personas puedan contribuir al desarrollo del país y para que puedan tener mejores oportunidades laborales y así beneficiarse del crecimiento económico”, dice Bilbao, del WEF. Los mayores esfuerzos de capacitación han ve­nido de la iniciativa privada. Hace 15 años, Intel trajo a México la Iniciativa Intel Edu­cación, que contempla el adiestramiento de los maestros para evitar que sean rebasa­dos por los estudiantes en conocimientos tecnológicos y puedan guiar a los alumnos. Según John E. Davies, director General de Intel World Ahead, esta iniciativa ha capacitado a más de 500,000 mentores.   México ignora la experiencia La EDN en México se ha centrado en dos objetivos: en digitalizar a las dependencias del gobierno, en una labor coordinada por la Secretaría de Gobernación, y en llevar infraestructura e Internet a las ciudades de acuerdo con sus necesidades a través de México Conectado, un programa dirigido por la SCT a través de la Coordinación de la Información y el Conocimiento que lidera Mónica Aspe.También se ha apoyado en operadores para que la telefonía móvil llegue a un mayor número de habitantes. Pero en el índice del WEF que mide la disponibilidad de la red en 148 países, México cayó del sitio 63 al 79 en el último año; mientras que Colombia avanzó del 66 al 63. El descenso de México se debe a que ha tenido un progreso menos efectivo que otros países que han avanzado de manera más decidida, dice Bilbao. “En este mundo dinámico, México no está progresando al mismo ritmo que otros países y por eso cae”, asegura. Y, aunque es difícil determinar los montos de inversión que requiere una Estrategia Digital, los países más avanza­dos en esta materia invierten alrededor de 5% de su Producto Interno Bruto (PIB) al desarrollo de las TICs, mientras que en México no hay un presupuesto dedicado a la EDN, pese a que en los foros el tema se ha tratado como prioritario. A pesar de que México ya adoptó una Estrategia Digital, los resultados comenza­rán a verse en el largo plazo, dar continuidad a una EDN no es tarea fácil ni se hace de la noche a la mañana, por lo que para 2018 no se verán resul­tados, dice Andrew Wyckoff, director de Ciencia, Tecnología e Innova­ción de la OCDE. Así, México está lejos de Colombia.

 

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